Mary pepa

Mary Pepa.-
Mi suegra se sintió mal y la llevamos al hospital. Mi mujer y Mary Pepa la acompañaron. Tras pasar por urgencias decidieron los médicos dejarla ingresada. Mi mujer decidió quedarse con ella para acompañarla y yo volví con Mary Pepa.
En el camino de vuelta Mary Pepa me pidió que la llevase a mi casa porque quería hablar conmigo.
Llegamos a casa, subimos y al entrar me dijo que no andaba del todo bien con su marido y necesitaba consuelo. Me dijo que tenía que ir al baño y me quedé esperándola en el salón.
Antes de tener tiempo de sentarme, abrió la puerta del baño y me pidió si podía llevarle papel higiénico, ya que no quedaba en el baño.
Cogí un par de rollos de la cocina y se los llevé. Abrí un poco la puerta e introduje la mano con los rollos, pero ella cogió mi mano y tiró de mi hacia dentro. Estaba sentada en el wáter con las mallas en los tobillos y las bragas a la altura de las corvas. Esa visión hizo que me empalmara de una. Oí como el chorro empezaba a caer al fondo y, mirándome, abrió sus piernas por completo. Vi su coño completamente abierto dejando caer el chorro de su meada. Metí mi mano entre sus muslos y note su líquido acariciando mi mano. Metí incluso un dedo en su vagina mientras meaba. Cuando terminó acaricié su clítoris al tiempo que ella me miraba abriendo su boca. Abrió mi pantalón, saco mi polla y empezó a besarme el capullo y pasar la legua a todo lo largo, hasta acabar metiéndosela entera en la boca. Mi polla estaba dura como la piedra y ansiaba metérsela, pero la puse de pie, la hice inclinarse sobre el cesto de la ropa sucia y colocar su pie derecho sobre el bidé. Me agaché bajo ella y empecé a lamer todo su coño. Recorrí cada pliegue de sus labios, llegando desde su clítoris hasta el agujerito de su culo. Chupé su clítoris, metí mi lengua en lo profundo de su coño y hasta penetré su culo con mi lengua. Esto último la hacía estremecerse, así que seguí comiéndole el coño mientras penetraba su culo con uno de mis dedos. Me levanté y en esa misma posición introduje mi dedo pulgar en su culo al mismo tiempo que metía otros tres dedos en su coño. Con la otra mano acariciaba sus tetas cuyos pezones parecía que iban a salir disparados. Me coloqué tras ella, apunte mi capullo en la entrada de su coño y lentamente empecé a penetrarla con suavidad al principio. Poco a poco fui aumentando el ritmo y la fuerza de las embestidas en su coño hasta que se corrió dejándome la polla chorreando. Se la saqué y nos fuimos al dormitorio. Me tendí sobre la cama y ella se echó sobre mí poniendo su coño en mi boca mientras lamía mi polla. Me bebí su corrida mientras ella seguía chupando. Cuando a ella le pareció se dio la vuelta y dándome la cara cogió mi polla y se sentó sobre ella poniendo mi capullo en la entrada de su culo. Despacio fue bajando metiéndosela entera. Al mismo tiempo acariciaba su pipa con energía y empezó a cabalgarme. Mi polla entraba y salía de su culo con desesperación. Hasta que no aguanté más y me corrí dentro de su culo al tiempo que ella alcanzaba un nuevo orgasmo. Se tumbó en la cama, pero la hice poner a cuatro patas y me recreé viendo su coño y su culo abiertos de par en par. Empecé a acariciar de nuevo su coño metiendo mis dedos hasta que toda la mano estuvo dentro. Seguí entrando hasta la mitad del brazo, recordando el día que la había visto follando con el caballo que tiene otra de mis cuñadas. Con la otra mano pasaba de sus tetas que parecía que estaba ordeñando, hasta un enorme clítoris que sobresalía de sus labios. Seguí follándola con el brazo hasta que estalló en un terrible orgasmo que la hizo caer de boca sobre la cama. Saque mi brazo chorreando de su coño y coloque mi polla a la altura de su boca. Ella cogió con sus labios mi capullo y empezó a mamar como un ternero hasta que exploté dentro de su boca y se tragó toda mi corrida.
Descansamos un rato, nos vestimos y la acompañé a su casa. Miré su culo mientras se alejaba hacia su portal y me pareció que se tambaleaba. Aún no había recuperado sus fuerzas totalmente.