CITA SOCIAL

Este relato que voy a contarles me sucedió hace ya algún tiempo y realmente fue una experiencia muy rica y placentera ya que el chavo que conocí aunque no es guapo ni tiene la verga grande, sabe usarla muy bien causándome mucho placer. Cierto día sin tener nada que hacer en casa, me metí a una aplicación del celular donde puedes contactarte con personas que están cerca de ti, el mensaje me llego a mi teléfono diciéndome hola, y yo decidí seguir la conversación para distraerme un poco. La plática fue tornándose muy candente pues hablábamos de roles, acoplándonos en nuestras preferencias. Él me propuso vernos invitándome a su departamento que está cerca de mi casa, pero ese día por ser algo noche, le dije que no podría ir por el horario. El insistió mucho pero yo no cambie de parecer, así que lo mas que logramos ese día fue calentarnos e intercambiar nuestros números telefónicos para seguir en contacto.

Al día siguiente recibí un mensaje por la tarde de esta persona y nos pusimos a platicar, lanzándome nuevamente la invitación de visitarlo a su casa para tomar unas cervezas, conocernos y platicar un poco. Esta vez yo accedí, así que me bañe, me cambié y me dirigí a su departamento. Nos saludamos y comenzamos a platicar sobre nosotros, a beber las cervezas y escuchar música de todo tipo. Todo iba muy bien, me agradaba su compañía y con el efecto de la cerveza, todo se calentó a platicas más picantes. Me dijo que yo le había gustado mucho y que tenía muy bonito cuerpo, de un momento a otro se paró y se sentó detrás de mí en la misma silla refregando su pene en mi espalda y luego en mi trasero, al tiempo que me abrazaba fuertemente. Después de ello, me empezó a besar el cuello, a pasar su lengua húmeda y eso me calentó demasiado, tanto que ya tenía un rica erección y él también, lo sentía por que su verga rosaba toda mi espalda y mi culo. Así estuvo dándome rico placer, me encantaba lo que estaba haciéndome.

Después de un rato, el se paró colocándose frente a mi con la verga bien parada y todo mis manos para tocarle ese trozo de carne duro por encima del pantalón, yo se lo acariciaba tratando de imaginar el tamaño y grosor que tenía. Rápidamente se desabrochó el pantalón y se los bajó junto con su bóxer liberando y poniéndome a mi disposición esa verga que en primera instancia me fascino porque estaba lubricada al 100, debo confesar que me sentía un poco nervioso y tímido, quizás el se dio cuenta porque tomó la batuta de la situación. Así que me tomó de la cabeza y llevo mi cara a su verga para empezar a chupársela y mamarla como solo yo lo sé hacer. Su sabor era muy rico, entre dulce y salado por el precum que tenía por su excitación, asi que el sexo oral que le estaba dando le estaba gustando por los gemidos que se le escapaban y los empujes que le daba a mi cabeza para metérmelo todo en la boca, yo por mi parte trataba de tragármelo toda, quería extraerle toda la leche y tragármela pero me dijo, que rico la mamas separando mi cabeza de su pene y dándome un beso largo y excitante llevándome poco a poco a su cuarto donde me acostó en su cama y sin dejar de besar mi cuerpo, empezó a quitarme cada una de mis ropas dejándome totalmente desnudo, acto seguido el se quitó toda la ropa acostándose a mi lado estrechando nuestros cuerpos descubiertos.

Con su boca y lengua, empezó a chuparme desde mi cuello, hasta bajar a mis tetillas que me las mamaba como todo un experto, lo cual me fascino porque me estaba dando mucho placer, me las chupaba con fuerza como si quisiera arrancármelas y eso me ponía muy caliente. Poco a poco fue bajando hasta mi abdomen y después hasta mis piernas, luego volvía a pasar su lengua por os mismos lugares recorriéndome de una manera magistral. Aprovechó entonces para darme la vuelta y quedar de espaldas y se subió encima de mi, ahí es donde pude sentir su pene en mi culo, pasaba su verga entre mis nalgas y yo sentía su lubricación, estaba empapadisima y así me dejo las nalgas. Nuevamente me empezó a besar el cuello, y luego la espalda hasta llegar a mis nalgas donde aparte de pasar tu húmeda lengua, me daba pequeñas mordidas y nalgadas que me ponían demasiado caliente. Despues hundió su lengua entre mis nalgas y comenzó a chupar mi culito muy rico metiéndome a ratos su lengua hasta adentro lubricándome mi hoyo , estaba siendo penetrado por esa lengua deliciosa. Con toda la saliva que me dejo en el culo sentí que me introdujo un dedo con el que me empezó a taladrar, y luego sentí dos dedos y después tres con lo que ya sentía que mi culo estaba bien dilatado y abierto.

Sentí que dejo de meterme sus dedos y se volvió a subir sobre mi diciéndome que me iba coger ya, que ya no aguantaba y quería meterme su verga que estaba a punto de reventar. Le dije entonces que me la metería y abrí mis piernas de tal manera que mi culo quedara a su disposición. Colocó su la cabeza de su verga en la entrada de mi hoyo y poco a poco fue moviéndose en círculos y dando pequeños empujoncitos tratando de meter la cabeza de su verga en culo, yo por mi parte me empujaba mi culo hacía atrás para que pudiera entrar, porque ya lo quería dentro. Cuando sentí que entró su glande, gemí de placer y dolor a la vez, ya que la tiene gruesa. De un empujón más fuerte ya tenía toda su verga dentro y lentamente empezó el mete y saca, primero lento y cadencioso para gozar de todo el largo y grosor y luego comenzó a tomar un ritmo riquísimo de manera tal que mis quejidos empezaron a ser más fuerte, porque el placer era demasiado, a él también le estaba gustando porque se le escapaban gemidos de placer mientras me cogía y metía su verga cada vez ´más rápido. De repente sentí que se detuvo y doblo mis piernas colocándome de a perrito, sacó su verga y luego me montó colocando nuevamente su verga y de un solo golpe me lo metió hasta adentro y yo sentía que hasta sus bolas habían entrado. En esa posición el largo de su pene podía sentirlo en toda su extensión, no dejaba nada fuera de mi, todo lo estaba metiendo en mi culo y a me fascinaba sentirlo y lo que más me excitaba era que el ruido de sus bolas chocando con mis nalgas se escuchaban en todo el cuarto. Mientras me cabalgaba de manera brutal, me daba nalgadas suaves pero yo le pedí que me las diera fuerte porque asi me gustaba, y así lo hizo, las nalgadas sonaban excitantemente fuertes y yo tome mi pene y empecé a masturbarme para sentir más placer pero él tomó mis manos para evitar que yo me viniera rápido y el siguiera cogiéndome.

Me dijo que cambiáramos de posición y sacó su trozo de carne de mi culo y me puso contra la pared, ahí aprovechó para pegarse a mi por la espalda y besarme nuevamente el cuello y otros besos intensos en la boca a los cuales correspondí con tanta excitación que estaba sintiendo. Luego me inclino un poco, se puso saliva en el pene y nuevamente me lo volvió a meter bruscamente hasta el fondo. En esa posición yo podía moverme libremente y le ayuda a meterme su verga y tratar de metérmela toda sin dejar nada fuera, yo gozaba mucho porque en esta posición sentía mucho mas rico que en las dos que habíamos hecho. Quise masturbarme pero no me volvió a dejar y sujeto mis manos llevándomelas a sus piernas para tomar impulso y ensartarme más su verga en mi culo. Aproveche entonces para liberar una de mis manos y pasarla por debajo de mi y sentir como su reata entraba y salía de mi culo y cómo este estaba tan dilatado que podía tocar como mi hoyo estaba bien abierto. Tome uno de mis dedos y traté de metérmelo en el culo mientras su verga me penetraba pero no pude por el movimiento tan fuerte que el estaba haciendo, pero él se dio cuenta y rápido sentí que uno de sus dedos entró en mi culo, ahora tenía su verga y su dedo penetrándome al compás y yo sentía un placer indescriptible, que casi me hace venirme, pero le dije que estaba a punto de hacerlo y dejo de moverse y me dijo que no me viniera todavía porque quería seguir disfrutando, que quería seguir metiéndome la verga y disfrutar del culo tan sabroso que yo tenía.

Aprovechamos entonces los dos para ir al baño a orinar y ahí fue donde le pedí que me orinara las nalgas, que era algo que quería sentir desde hace mucho, el al principio no quería pero después lo convencí y entonces me puse de espaldas y el comenzó a echarme su orín por todas las nalgas y luego como que agarró confianza y hasta la espalda me lo echaba, eso me éxito demasiado y a él también e inmediatamente que termino de orinarme, sin decirme nada me metió su verga hasta el fondo y yo gemí muy fuerte porque tal vez mi culo había perdido dilatación el con el orín, pero no me importo y seguí aguantando sus embestidas tan deliciosas que estaba recibiendo, aproveché para masturbarme porque estaba disfrutando demasiado y sentí que la leche estaba a punto de salir de mi verga y sin decir más dispare chorros de leche y lance un grito de placer que tal vez se escuchó en todo el cuarto, mientras el me seguía cogiendo sin parar y cada vez más fuerte. Yo le dije que se saliera y se empezó a masturbar también para poder venirse. De un momento a otro, me tomó de la cabeza y empujándomela hacia abajo entendí que quería que me arrodillara para poder venirme en mi boca, así que yo entendí su mensaje y sin pensarlo me puse de rodillas, y abrí mi boca lo más que pude, así que el aprovechó para poner su verga frente a mi boca y empezar a disparar los chorros de leche los cuales entraron todo en mi boca, así que me trague toda esa leche deliciosa y luego me puse a mamarle la verga para dejarla totalmente limpia y no desperdiciar nada de su semen.

Terminando de coger, nos dimos un baño para estar limpios y nos fuimos a acostar en su cama para descansar un rato. Ahí platicamos un rato de lo que había pasado y coincidimos en que había estado muy rico. Me pidió que no me fuera todavía, que siguiera con él. Le costó convencerme pero al final el fue por unas cervezas y me quede mucho más tiempo en su departamento. Después de tomar un poco más tuvimos otra rica sesión de sexo pero eso lo contaré en otra ocasión.