LAS VISITAS DE MIS HERMANAS EN LA CÁRCEL

Hace un tiempo cuando tenía 34 años fui detenido por la autopista de Puebla, me dedicaba a vender "tickets"
de pago de caseta (piratas) a traileros y camiones de carga; y me acusaron por "falsificación y venta de los mismos además de portación de arma", una pistolita de calibre (star) 25.

Primero me llevaron a la comandancia de policía para luego llevarme a una cárcel local de la ciudad de Puebla, y por último me remitieron al CERESO de esa misma ciudad, donde yo llevaba radicando algunos años.
Estuve en estancia 10 días en los cuales mi abogado se movió repartiendo -$- pero no logró librarme, por lo que ingresé a procesados para esperar mi sentencia; y no teniendo de otra tuve que avisar a mi familia.

Mis padres radicaban en Tehuacán, Puebla, ellos vivían nomás con mi hermana menor de 19 años, y cerca de la casa, tenía también su casa mi hermana mayor de 31 años y divorciada desde hacía 3 años, no tenía hijos, pero como descubrió la infidelidad de su esposo, en la demanda y divorcio quedó con una casa de 4 plantas donde vivía y arrendaba, en el piso superior puso una especie de "gimnasio" para mujeres, y daba instrucción de Spinning como de Aerobick por lo que económicamente no padecía de nada, y por último, mi segunda hermana estaba casada con un médico y vivía al igual en la ciudad de Puebla.

En la primera visita, un sábado llegó mi madre de 51 años acompañada por mis 3 hermanas, todas "cortadas con la misma tijera": "rostros y cabelleras oscuras y atractivas, senos esféricos y puntiagudos, caderas circulares y abundantes, piernas con pantorrillas bonitas, además de la sensualidad propia de ellas y todas las mujeres que se saben bellas; mi madre con un vestido corte Chanel de color marfil igual a las zapatillas y se veía imponente; mi hermana la mayor con un vestido recto de algodón color rojo y era toda un portento; mi hermana la segunda llevaba un apretado jean azul de mezclilla con una playerita roja y se veía como quería; y mi hermanita menor (la más esbelta) pues andaba entre los 90-62-92, y 1.65 de estatura más o menos como las otras, medidas que tuvieron mis otras hermanas que ahora cargaban unos centímetros de más pero bien repartidos.

En una mesa cercana a donde estaba con mi familia, estaba "un Padrino" de Sinaloa acompañado por una amante y paisana de él, que la había mandado a traer de su tierra al ver que pasaría varios años en prisión, pues fue detenido con una pesada carga de cocaína junto a otro socio; pero ese "Padrino" no quitaba la vista de mis hermanas y mi madre; cosa que no fue desapercibida por ellas principalmente por mi hermana la mayor (divorciada) que claramente empezó a coquetearle: "pues el Padrino güerito de pelo castaño y bigotito no era mal tipo, y con el sombrero texano de fieltro y las botas de pitón, luego del reloj (de oro) y la grande medalla lo delataban como un hombre de dinero". Y un hombre pudiente casi nunca es mal visto especialmente por las mujeres, y aunque mi hermana tenía una posisión desahogada le seguía gustando el dinero además de gustarle la verga.

Desde que mis hermanas las dos mayores se casaron, ya no habíamos practicado el incesto pero en esa precaria situación empecé a verlas con morbo; a mi hermana menor fuera de los abrazos fraternos nunca me había atrevido a tocarla de otra manera a lo mejor por la diferencia de edades; pero ahí encerrado también empecé a fantasear con ella y era toda una antología: "la playera de algodón blanca y justa con sus pechitos y pezones enhiestos, la licra de color verde yerba, y los ligeros hoyuelos que se le marcaban entre la cadera y espalda abajito de la cintura, que hasta parecían se los había mandado hacer"... ¡y la verdad las tres estaban de lujo, por lo que no sabía ni a quién de ellas admirar!

En el trascurso de la semana, en las canchas de sentenciados yo estaba corriendo mi rutina mañanera, y el Padrino que pateaba el balón junto a otra media docena de sinaloenses, me abordó.

_Oye vato _me dijo al terminar_ ¿no te gustaría jugar con nosotros en el equipo de fut? Se ve que te gusta correr mucho por eso te lo digo.
_Gracias valedor por la invitación, pero la neta no me gusta el fútbol.
_Bueno, yo nomás decía; pero ya sabes que si se te ofrece algo estoy a tus órdenes nomás dime.
_Sí vale, muchas gracias.
_A propósito, no te vayas a molestar, pero tienes una familia muy bonita ¿son tus hermanas? ¿O alguna es tu esposa?
_No soy casado, ellas son, mi madre y mis 3 hermanas.
_Pues te felicito están muy guapas eres muy afortunado, pero, para platicar un poco te invito a mi celda ¡vamos!

Era temprano y no teniendo qué hacer acepté, y fuimos a su celda que estaba también en procesados pero era una celda de "rico" alfombrada, con T.V. grabadora y vídeo; sacó una "grapa" de cocaína y empezó hacer unas líneas sobre un espejo... me corrió el espejo junto con un popote, pero yo nada más inhalé una línea (gruesa) mitad y mitad por cada fosa nasal, me dijo que le pusiera a otra pero ya no quise porque se me sube mucho la presión, y mejor preferí un "churro" de marihuana, y ya entrando en confianza me la soltó.

_Sí vato, tus hermanitas están preciosas, y al grano, si le llego a la que dices que es divorciada ¿te enojas?
_¡Chale! ¿Cómo crees? Si le llegas valedor, y te acepta, eso es cosa de ella y no mía mi buen.
_Entonces no hay tos.
_¡Nombre! Valedor.

Entre mis hermanas y mi madre habían quedado que me visitarían una a una cada semana, la casada que vivía en Puebla iría a visitarme cualquier día de la semana que pudiera pues tenía un niño de 5 años de edad, la divorciada que vivía en Tehuacán cerca de mis padres iría cada 15 ó 20 días, y mi madre con mi hermana menor también irían a verme cada 15 ó 20 días.

La primera vez que fue mi hermana la mayor (divorciada) sola, el Padrino aun de estar con su amante en su compañía ocuparon nuestra mesita (de cemento); nos presentamos mutuamente con las mujeres y luego de platicar un poco y guasear y sincerarse y hablar francamente: "mi hermana y el Padrino" fueron por unas aguas a la otra orilla de la explanada pero ya no regresaron pues se metieron a "la casita.

La casita esta levantada con etacas, palos y cobijas y la hace cada uno de los internos que quiera estar ahí dentro con su visita; y el Padrino con mi hermana fueron muy rápido y ya estaban adentro cogiendo.

_Se fueron a la casita _me avisó la sinaloense cerrándome uno de sus ojos castaños, a la vez que insinuante se arregló el cabello atándoselo con una cinta de gamuza, ella traía pantalón de mezclilla y top y estaba re buena, pero dudé en seguirle el juego por temor al Padrino_. Y también me dijo que te acompañara a donde quisieras.
_¿A donde yo quiera? _todavía dudando.
_Sí, si quieres también vamos a la casita _otra vez guiñándome el ojo.

Siendo así, también con toda confianza nos tomamos de la mano y nos fuimos a "mi casita": "y ahí nos desnudamos poco a poco hasta que ya en pelotas empezamos hacer de las nuestras, y aunque era más esbelta que mi hermana tenía de todo en su lugar, y le gustaba chiquitear y mamar en grande pues hasta se trago mis cremas.

Y así cada vez que llegaba mi hermana la mayor, intercambiábamos; además que me regalaba medias cargas de coca (6 grapas), una carga de mariguana (12 palomas) y una tira de pastillas (rivotril). Y como no le pongo mucho a las drogas hasta vendía las grapas.

Mi segunda hermana cuando llegaba nos íbamos directo a la casita, también a coger y a mamar y no lo pasábamos del uno, recordando nuestras travesuras de adolescentes que ahora podíamos revivivir.

Mi hermanita la de 19 años, repito que estaba lindísima y bien cuerote, por lo que se me metió la idea de cogerla por delante y por atrás pues según sabía que era virgen: "una vez que llegó sola pues mi madre últimamente ya casi no podía visitarme, me hice el enfermo, que me dolía la cabeza y que estaba muy deprimido y otras cosas más, y mi hermanita me abrazaba y besaba la mejilla y me animana, para esto le dije que fuéramos a la casita para recostarme un poco, y ya dentro me recosté en sus muslos, percibiendo de inmediato el aroma extasiante de su cálido sexo, me acarició el pelo y la frente y me decía palabras dulces, por lo que en un momento adecuado acequé mis labios a los suyos recibiendo su favorable respuesta, y vinieron las caricias despiadadas y las lamidas y los chupetones y la cogida, y aunque ya no era virgen por la vagina, si lo era por el recto, que luego de tremendo calentamiento bien ensalivadon su ojete y mi miembro se lo pude ensartar poco a poquito pero todos mis 17 centímetros hasta retacharle mis bolas en sus carnosas nalgas tan hermosas.

Así me pasó poco más de 3 años que se me hicieron cortos, mi hermana la mayor siguió como la segunda amante del Padrino, yo seguí recibiendo mis dotaciones de droga y cogiéndo con la amante del Padrino; y no se diga con mi segunda hermana y la menor que aun después que salí libre me las he seguido enculando porque taqmbién ellas me lo piden a gritos.