LAS CONFIDENCIAS DE MI PACIENTE Y SU MUJER

LAS CONFIDENCIAS DE MI PACIENTE Y SU MUJER

Por GALENO ARDIENTE

Hola queridos amigos de esta pagina tan cachonda. Me siento muy bien de poder contarles mis pobres experiencias en cuanto al sexo ya que aun siendo médico, las damas siguen siendo un misterio absoluto que cuando comenzamos a descubrirlo nos depara sorpresas muy excitantes. Hace unos tres meses atendí a una pareja. El de poco mas de 40 años y ella con 35 estaba hermosa, con un cuerpo estupendo, unos senos atrayentes y sobre todo, unas nalgas como a mi me gustan, bien paraditas y firmes. Parecían sanos, esa es la verdad, pero resulta que el hombre sufría de impotencia o disfunción eréctil y de cada diez veces que intentaban coger si acaso dos podía el metérsela y además, apenas entraba en la panocha de su mujer y terminaba? y lógicamente estaban mal y ella se sentía frustrada aunque aparentaba animar a su marido. Lo exploré a solas y me contó que hasta hacia unos 4 años todo estaba bien pero en esa época había comenzando una relación extraconyugal con una empleada de su negocio y aunque su mujer nunca se enteró, según el, la muchacha ?algo? le debía haber hecho para que ya no se le parara. Lo escuché con mucha seriedad dado que si algo nos inquieta a los hombres es no poder coger como debe ser, pero resulta que al explorarlo me encontré con un tipo de apariencia sana salvo por el hecho de que tenia en el culo una verrugas que nosotros llamamos condilomas o crestas.

No es frecuente esto, salvo en hombres homosexuales, así que con discreción le pregunté sobre esto y para mi sorpresa me dijo que si, que aunque no era frecuente, si tenia amigos Gay y en algunas ocasiones, ya bebido, había tenido sexo con algunos de ellos, dejándose penetrar por el culo. Le dije que lo que tenía era grave y que debía hacerle pruebas del VIH y de otras cosas y que lo manejaríamos con discreción. Para mi sorpresa me dijo que su esposa lo sabia y que por ello es que de plano hacia casi un año que no se dejaba coger. Se abrazaban, se besaban, etc. Pero a la hora de intentar coger la señora de plano se le abría y le dije que tal vez fuera mejor en cuanto a la salud de ella pero de todos modos debíamos averiguar hasta donde era el daño y el tipo aceptó, y mientras mi asistente le tomaba una muestra de sangre salí a ver a su mujer? pero ya con otros ojos, lo confieso, porque una mujer que tiene casi un año sin coger es, casi, un regalo al paladar y a la verga. Apenas entre al consultorio la mujer me miró, sonrió con amargura y me dijo:

-¿Cómo lo ve, doctor? ¿Verdad que esas cosas le salieron en el culo por sus puterias? Perdóneme doctor, pero es que me da pena esto? mire, yo soy una mujer normal, y de plano me pone enferma saber que mi marido prefiere una verga a? esto ?dijo, señalándose el pubis por encima de su falda- no me explico esto, doctor, cuando nos conocimos el parecía normal pero hace un año o poco mas una amiga me dijo y yo al principio no le creí, pero al final lo comprobé y, sinceramente, solo estamos juntos por el qué dirán pero de que me toque, de plano ya no se me antoja? bueno, si se me antoja el sexo? soy humana doctor, pero de plano me da asco saber que mi marido se revuelca con otro hombre y que se deja coger por el culo? yo estoy sana doctor, me acabo de hacer dos exámenes del VIH y estoy sana pero créamelo, doctor, ¡Estoy desesperada! Vine con usted porque una amiga me lo recomendó, doctor? y es que de plano se lo voy a decir, doctor, ¡tengo muchas, muchas ganas de coger, y a eso vine doctor, quiero que usted me haga el amor como se lo hizo a mi amiga Fulanita-dijo, y mentalmente recordé a otra linda mujer cuyo marido sufría de falta de erección pero este si por la diabetes y no por maricón, y la señora continuó- ya se lo dije doctor, tiene casi once meses que no tengo relaciones y estoy desesperada.

-Es usted? eres una mujer muy hermosa ?le dije, ya tuteándola, y ella sonrió mientras su rostro se ponía rojo no se si de pena o de excitación, y continué ? y para mi es un placer el solo verte pero? no sé si tu esposo se enoje o te haga algún problema, mi amor ?le dije, y me acerqué para tocarle su hermosa mejilla. Ella se levantó de la silla y, sonriendo, me dijo:

-Mira, el esta consciente de mis necesidades y sabe que soy una mujer muy caliente? siempre se lo demostré en la cama y por eso mas coraje me da el saber que mi marido es puto cuando yo soy una mujer normal y deseosa de vivir? créeme que si le digo ahorita que regrese que quiero que me cojas el va a decir que si por que de alguna forma el me ama a su manera y yo a el? si me coges créeme que solo será sexo pero no amor, o sea un amor tal y como lo sentía por mi marido, créemelo de verdad.

-?Hay que ver para creer? ?me dije mentalmente y sonreí haciéndola ponerse de pie frente a mi. No fue más que un simple tirón de su cuello hacia mi para que nos besáramos con verdadero placer. Nuestras lenguas se entrelazaron y la tome de la cintura para repegarla a mi cuerpo y sintiera la dureza de mi verga contra su vientre y ella se dejó hacer, moviendo su vientre en forma circular contra mi verga, y de solo imaginármela desnuda casi eyaculo pero en eso oí los suaves toquidos de mi asistente en la puerta, así que nos separamos y ella, toda modosita, se sentó como si nada hubiera estado haciendo conmigo. Mi erección se disimulaba con mi bata y cuando abrí la puerta, mi asistente, que me conoce bien, miró hacia mi entrepierna y sonrió con malicia, sabedora de que algo había pasado entre la señora y yo. La miré serio y ella entendió la seña así que se puso roja y solo me dijo que ya había tomado la muestra del paciente y que este se estaba vistiendo.

El esposo regresó al consultorio y se sentó al lado de su mujer que lo miró de reojo. Hablé con seriedad sobre lo que debíamos hacer y ella entonces, adelantándose, dijo:

-Carlos, ya le conté al doctor lo de tu? problema. Y le dije que ya tiene meses que tu y yo nada de nada pero que tengo mis necesidades, papacito, y que si te lo cuento es porque también te amo como lo que eres pero quiero pedirte que me dejes hacerlo con otro hombre, ya tengo muchas ganas, y se que me amas papacito? ¿Me dejas coger con el doctor, mi amor?... ¡No, el no me lo ha pedido, mi amor, sino que he sido yo la que tuve la idea y por eso es que te pido permiso delante de el, mi amor, y que el doctor me haga el amor por lo menos hasta que tu estés sano y lo podamos intentar!

-Mire doctor ?me dijo el esposo mirándome con cierta expectación- por mi parte no hay problema, y todos, los tres, somos adultos y sabemos lo que hacemos. Yo tengo mi problema, es verdad y sinceramente comencé a dejarme hacer cosas por estar tomado porque nunca lo he hecho en juicio, y aunque se que no es un pretexto, la verdad es que temo estar enfermo de gravedad? si ustedes lo deciden hacer no tengo problema ni se los voy a dar? solo te pido a ti que no seas indiscreta? hazlo pero con discreción, por nuestros hijos, mi amor ?le dijo amoroso a su mujer que tenia lagrimas en los ojos y yo me estaba sintiendo absurdamente emocionado por el gesto amoroso de ambos? aun cuando yo iba a ser el beneficiado de todos modos.

Lógicamente, y ya con el permiso del esposo, nos despedimos de beso y quedamos de vernos al día siguiente en el estacionamiento de un centro comercial en Acayucan. Nos fuimos a un motelito a la orilla de la carretera rumbo a Oluta, y créanme ustedes que es algo mucho muy especial cogerse a una mujer y que el esposo no solo lo sepa sino que lo apruebe y hasta la anime y le de permiso para hacerlo. Se que hay hombres que disfrutan de saber que su mujer coge con otros hombres y hasta que les gusta batir el atolito que el otro deja en el ponche de su mujer pero este caso es realmente especial, y más cuando ella ya tenia casi un año sin coger, así que se dejó hacer de todo; Hicimos el sexo oral, varios 69 en distintas posiciones y desde luego la de perrito y aunque sinceramente no pensaba hacerlo esa primera vez, ella misma me insistió en que quería sentirla por la cola así que le puse un poco de crema en el ano y se la fui metiendo despacito, desde luego con condón y ella gozaba de verdad con la penetración anal a la que se notaba que estaba acostumbrada.

Se la meto por el culo porque temí que al final ella se arrepintiera y no volviéramos a coger pero no fue así, ya que antes de ,os ocho días volvimos a vernos y de plano la señora le encantaba coger, y entendí que era verdad eso de que ella era cachondisima y que se dejaba hacer de todo en la cama, pero también ella lo hacia, ya que es una dama con gran inventiva a la hora de coger. Lo estuvimos haciendo por espacio de seis meses a razón de dos veces a la semana, y créanlo o no, cada cogida con esta dama era una sorpresa autentica.

Lo mismo me dejó venirme en su linda boca que en su hermoso culo; Con los senos me hizo varias rusas y luego se tragaba m leche, y le encantaba que le echara el semen en el cabello y la cara porque afirmaba que era bueno para el cabello y para el cutis. Y la razón por la que dejamos de coger fue que ella, ya caliente, me dijo que deseaba meterme un dildo en el culo. Yo no me presté a ello y ella, cándidamente, me dijo:

-Me encantaría que te dejaras, mi amor? así se lo hacia a mi marido y el lo disfrutaba mucho y se venia mucho mas abundantemente, y no creo que eso haya influido para que el se volviera maricón, o al menos eso creo yo.

-Pues no, tal vez no haya influido, es verdad -le contesté- pero prefiero no probar, mi amor.