LA CAPTURA.

Pandilla de diez chicos adolescentes. Lugar, una gran ciudad. Cuál? no importa. Todos, dueños de la más despampanante hermosura y virilidad, que venían además preparando de manera concienzudamente perversa, para cometer aquel acto de zafado impudor el cual consistía en atrapar a una muchacha que atraparían, y, a ésa, violarla hasta hartarse en medio de la más lujuriosa acción depravada en la cual descargarían sus ardientes ganas alimentadas además, por una preparación física que a esos efectos venían en ese sentido trabajando, para así llegar como potros sementales y descargar en la víctima que capturarían, todo el ardor acumulado en ese tiempo que así venían como dijimos, muy concienzudamente trabajando.
Habían ellos incluso escrito prolijamente todo ese plan al cual le habían puesto como título...\"La captura\". Allá en la guarida que tenían como refugio día tras día iban ellos afinando detalles para esa acción, y aquella hoja en la cual tenían el plan trazado, era por todos como religiosamente estudiada y aderezada con nuevos aportes que engrosaban aún más, aquel carácter tan perverso como lujurioso, de lo que con tanta pasión venían todos estudiando.
Ya, tenían ellos designada, a la víctima a capturar: Una hermosísima muchacha que trabajaba con sus tías en una clínica veterinaria, y que todos los sábados, al dejar su trabajo a últimas horas de la tarde, salía de alí donde además vivía, para ir hasta el baile atravesando para ello, aquel boscoso parque cercano tomando un interior sendero como atajo, que la acercaba hasta un lugar donde tomaba el transporte público, que la llevaba hasta el centro donde la discoteca a la que concurría, se hallaba.
Sí: todo, aquellos chicos, ya lo tenían muy bien estudiado.
-\"La vamos a rellenar de pija y leche, por cuanto agujero tenga!!!\" Eran, sus comentarios más suaves; además, irían a llevarla en un camión que tendrían ya pronto, a un sitio en donde la tendrían cautiva cierto tiempo, obligándola a hacer cuánto a ellos se les antojase, filmándola y fotografiándola, para todo ese material, subirlo luego, a internet. Todo, en el plan y en el papel escrito, así ya estaba.
Por fin el esperado día para ellos había llegado, y aquel sábado al atardecer, ya estaban todos, los diez, prontos en un estratégico lugar de aquel solitario y boscoso parque, apostados para perpetrar lo tan estudiado por todos. Sí: el día de \"La captura\"...había llegado!
Ya anochece...María, la hermosa muchacha en cuestión, se apresta como de costumbre, a partir; una de sus tías, le recuerda una tarea que le había solicitado realizar al marcharse:
-\"María, por favor no olvides cuando te marches, llevar esa bolsa plástica y depositarla en el contenedor de residuos allí a la entrada del parque...\"
-\"Bien, tía, así lo haré...\" Responde la hermosa muchacha que, tomando aquella bolsa plástica, se marcha rumbo al camino acostumbrado de los sábados. Su escultural figura y deslumbrante hermosura sensual, parecía impregnar el camino de maravillosa eroticidad encantadora....desde un lugar del parque y ya apostados en donde el camino visualmente dominaban, las voces de los diez chicos, se oyeron exclamando encendidos y ansiosos, aquellas palabras de...\"allá viene!!!allá viene!!!\" Y todos, de repente, comienzan a desnudarse completamente desnudos, y a proceder a uno de los tantos pasos que aquel perverso plan, también tenía: inyectarse todos, con un erotizante que aún más les multiplicaría la ya potentísima vitalidad sexual que habían todos aderezadamente trabajado, manteniendo una prolongadísima abstinencia de toda práctica sexual que les restase el potente estado de llegar a esa instancia, plenos de la más foribunda fuerza bestial que les permitiese desempeñarse como verdaderos bestias del sexo. Simultáneamente, pues, los diez...se inyectan!
La muchacha, llegando al lugar donde el contenedor de residuos se hallaba, arroja allí aquella bolsa, y continúa su andar hacia el interior del parque, por aquel sendero.
-\"Ya llega...ya llega..! prontos todos para saltarle encima y atraparla!!!\" Exclaman, ansiosos y tensos, aquellos hermosos y muy viriles adolescentes que en sus vergas inmensas ya de por sí, ahora exhibían unas erecciones propias de asnos más que de humanos..!
María...llegaba al lugar! Como una turba foribunda salen los diez muchachos de entre unos tupidos matorrales, y saltando sobre ella, la atrapan comenzando María a gritar con desespero sumo.
-\"¿Y ESOS GRITOS???\" Exclaman unas muchachas que en un número de quince, venían ocasionalmente cruzando por un transversal camino conduciendo una inmensa camioneta en la cual juntas, iban siempre los sábados de marcha. El virage que dan al volante para tomar por el sendero del parque hace que los reflectores iluminen la datesca escena de los diez muchachos desnudos atrapando a María, y azoradas y encendidas en indignación, casi a coro exclaman:
-\"¡Una violación!!!\" Con valiente decisión una de ellas agrega gritando una directiva que todas de inmediato aprueban, y es la voz que se oye cuando ésta exclama:
-¡Prontas todas agarren los pomos de gas paralizante, y vallamos en auxilio de la chica y reduzcamos a los violadores!!!\"
Entusiasmados en la tarea de la captura, los diez varones de la pandilla no advierten la velóz llegada de aquella camioneta que violentamente frente a ellos frena, bajando con sorpresiva velocidad total aquellas muchachas que con decisión más que rápida saltan sobre ellos, esparciendo sobre sus rostros aquella vaporización que al instante los enceguece y les atrofia todo movimiento de brazos y piernas, quedando los diez completamente paralizados entre todas ellas y María que a los gritos exclamaba lo que les había oído decir:
-\"Iban a secuestrarme llevándome en ése camión que está allí, miren, allí!!!\"
La decisión del conjunto de muchachas no podía ser más velóz:
-\"Pronto, chicas...rápido: a maniatarlos a todos antes de que el efecto paralizante se desvanezca, y a cargarlos a todos en ese mismo camión, y a llevárnoslo nosotras a ellos!!!\"
La rapidéz y eficacia en el actuar de aquellas mujeres no podía ser más eficiente, y con velocidad asombrosa maniataban a aquellos diez chicos quitándose las medias de sus piernas, sostenes, y todo cuanto sirviese para dejarlos a los diez en tiempo récord, completamente atados y además, desnudos como yá ellos estaban. Con accionar decidido y velóz comienzan a cargarlos encima del propio camión que ellos ahí tenían, y ahora, rápidamente distribuyéndose todas de manera tal que unas irían en el camión y la restante conduciría detrás la camioneta en la que andaban, todas e incluída María, ahora partían de allí...levándose ellas, capturados a los muchachos!!!
En la partida, las carcajadas femeninas eran un desparejo coro de estridente mofa triunfal. Camión y camioneta...salían a los bocinazos de aquel parque.Los muchachos, ahora enmudecidos por el efecto de aquella droga que ellos mismos se habían inyectado algún minuto antes, no podían siquiera articular palabra, y sólo guturalismos de sus gargantas salían.
-\"Están tan calientes, que son como unos animales que ni siquiera hablan...escúchenlos!!!\" Exclamaban burlonas y triunfantes, las muchachas captoras, ya, en marcha saliendo del parque.
De pronto, una de las muchachas que descubre sobre el asiento, aquella hoja...la hoja...donde el plan...estaba por ellos escrito!!!Comienza a leerlo, y su grito es total.
-\"¡CHICAS...ESCUCHEN ÉSTO!!!ESCUCHEN!!!\" Y la muchacha, comienza a leer en alta y clarísima voz, todo aquél lujurioso plan. Los gritos de indignación y asombro, inundaban el interior de aquel camión donde ellas iban, y ellos también. Entonces, María exclama con fuerza y sonora risa que se insinúa ya prometedoramente portadora de cierta sorpresa desconocida, aquella petición que así dice:
-\"¡Chicas, por favor retornemos hasta el comienzo del sendero que penetra al parque, que allí hay algo que nos va a servir de muuuuucho para lo que vamos a hacerles!!!\"
Todas no entienden de qué puede aquéllo tratarse. pero todas, a la vez, comprenden que aquéllo que decía María, tendría una fortísima razón para volver hacia donde ella decía. Entonces, ponen marcha nuevamente hacia el parque, y ordenando María detenerse allí frente al contenedor de residuos, baja rápidamente y a las risas, volviendo a quitar aquella bolsa que allí había ella misma arrojado, para volver al camión a las carcajadas, donde todas las demás no entendían absolutamente nada. Ahora, otra vez, retomaban la marcha hasta donde ellas, a llevárselos procedían: una finca abandonada que ellas poseían, y donde allí, comenzaría para ellos, el cautiverio más lujurioso y caliente que jamás novela ni película alguna, así hubiera imaginado.
-\"¿Se puede saber qué misteriosa cosa contiene esa bolsa que viniste a buscar sacándola de la basura???\" Le preguntan desconcertadas las muchachas, a María que demoraba en responderles por el ataque de risas que padecía...sólo abría la misma desatando los nudos del nilon que contenía abundantes cajas de medicamentos, mas jeringuillas y agujas. María miraba todo aquéllo y los miraba simultáneamente a los chicos, y sus risas le impedían poder hablar. Las demás chicas, ansiosas y tensas, esperaban una explicación.
Por fin, aunque con dificultad por las permanentes risas, María comienza a hablar explicando aquéllo...
Mientras tanto, allá en la veterinaria, las tías de María, las doctoras, comentaban hablando entre ellas:
-\"Sí, le dí a María que llevase a tirar esa partida de estimulantes sexuales para potros sementales, pues vino con una potencia demasiado exagerada, y los pobres animales quedaban que no tenían calma copulando y copulando de contínuo con cuánta yegua hubiese..!\"
-\"Ahhhh, qué horrible...sí, yo pude ver cómo quedaban esos potros...les multiplica exageradamente la excitación, además de aumentarles también exageradamente el caudal de sémen en los testículos..! pobres animales!!!\"
Allá en la marcha, adentro del camión, María había por fin podido terminar la explicación del poirqué de aquella bolsa. Un estridente coro de femeninas carcajadas, continuamente iba escuchándose, mientras en lo alto, todas las mujeres chocaban sus manos en triunfal festejo sornástico ante todos ellos. Ya, las muchachas comenzaban a sacar de sus respectivas cajas aquellas ampollas, las jeringuillas y agujas...ya preparaban todo, y reían y reían mientras mofándose los miraban con sornásticas morisquetas...ellos, sin poder hablar pero deseperados y en completa indefensión y desnudéz, comenzaban a ser por ellas....implacablemente inyectados!!! Así, pues, había concluído aquel plan de ellos que tenía como título: \"LA CAPTURA\". Fin.