Ah! Lujuria III escena II relatos de sexo

Autor: Lahechicera | 16-Mar

Amor Filial

Seguimos en el tiempo presente; decidí particionar el texto por dos motivos: facilitar una futura y eventual publicación y, la más importante, las imágenes tan cercanas en el tiempo me excitan terriblemente y, bueno, ustedes imaginarán lo que tuve que ir a hacer ¿cierto?. Ahora estoy un poco más calma.

Ahh, lujuria ! [PARTE III - ESCENA 2, MADRE MÍA !!] Yo estoy segura que ustedes ya están imaginando el resto, como si fuera una de esas películas con final anunciado. De todas formas, a mí me está dando gusto relatarlo y, además, tal vez, no deberían confiar tanto en vuestra imaginación porque los hechos, en un principio desarrollados dentro de lo que yo misma podía imaginar, luego me superaron totalmente. Voy. Me moví prestamente: tomé un trapillo, lo humedecí y regresé, arrodillándome junto a Alberto que en su torpeza trataba de limpiar el desastre con sus manos, agravando en vez de aliviar las consecuencias en su short. Obviamente, frotar el bañador fue también frotar su tallo, que empezó a reaccionar. Entre risas generalizadas le dije "deja ya, no seas cochino" pero su miembro siguió creciendo, haciendo evidente la carpa. La mancha, en vez de extenderse se agrandaba. Ay, princesa, sigue, sigue así, mira que buen método para ligar, dijo, retirando el cuerpo más hacia atrás y rodeándome suavemente la nuca con una de sus manos. Hija, moja más el trapo (dijo má), tráeme otro (dije yo), mira, mira que aún no has limpiado bien (Alberto), calentón ingobernable, quédate quieto, ¿ quieres ? (dije yo). Diana, ven, enséñale a tu hija cómo se limpia el café. Mamá se arrodilló al otro lado, frente a mí, y se acopló a la tarea. Uyuyuuyy, qué paja celestial me están haciendo, dijo Alberto. Sigan, sigan, por favor, no me van a dejar así, madrecillas ! Avergonzada, me retiré un momento hacia atrás. Vi el subido rubor en las mejillas de mamá. Vi el brillito de la lujuria en sus pupilas, su sudor en la frente. Qué manitas, Diana, qué manitas, incitó Alberto. Por unos momentos, mamá retrocedió. Vamos, chumi, vamos. La mano que estaba en mi nuca presionó; la otra mano, libre aún, fue directamente al elástico del bañador, para levantarlo, para abrirlo, para bajarlo apenas unos centímetros, ofreciendo ante nuestros ojos el capullo carmesí que corona su tallo, agigantado y húmedo. Tómalo, un momento, invitó. En ese instante perdí la noción de vergüenza; introduje mi mano bajo el bañador, alcancé la base del rollo y lo apreté con firmeza, poniendo casi todo al descubierto. Alcé la cara y clavé mis ojos en los de Tali, que me miró a mí y luego miró a má; yo también giré la vista buscando los mismos ojos que buscaba Alberto y los encontré, fijos, en el sexo expuesto de mi amante. Invita a tu madre, susurró Alberto con un jadeo; hazlo, mamá, obedecí sin conciencia, y sin poder dar crédito a mis ojos, vi la mano de mamá desplazarse y tomar el tallo apenas más debajo que yo y comenzar muy apenitas y con timidez un pequeñísimo sube baja. Permaneciendo aún al lado de ellos, los dejé solos. Retiré mi mano y con inexperiencia, mamá entreabrió los labios descendiendo el rostro y besó el capullo apenas se lo sugirió mi amante, para luego hacerlo cada vez con más y más decisión y frenesí. Dejé de existir para ellos pero aún así, hipnotizada, allí quedé, de rodillas aunque un poco más alejada ahora, viendo cómo mamá dejaba de lado inhibiciones. De mi parte no pude contenerme ya más, comencé a masturbarme, sabiendo (pensando, creyendo, tal como yo conocía la capacidad de contención de mi amante) que aquello iba a ir para muy largo. No fue así. Para mi completo asombro y antes de una cuenta hasta diez mamá tosió, levantó la cara con desesperación, intentó expulsar lo que ya evidentemente ya había recibido en su boca mientras que, al quedar libre, del falo de Alberto surgían goterones de semen que se elevaban y volvían a caer, tiñendo de blanco el tronco y resbalando y empapando la mano de mamá, mientras Tali resoplaba con evidente signo de extrema satisfacción. Ay hija, qué hice, qué hice, gimió mamá al instante siguiente, mientras todavía Alberto entregaba su leche. Algo genial, genial, má, (casi) grité, llegando a un climax inefable, al mismo tiempo que llevé mi mano al sexo de Alberto, recogí con ella parte del semen, la llevé a mi boca, me froté el rostro, la llevé al rostro de mamá y, abrazándome a ella, le hundí mis dedos en su boca, mientras que mi entrepierna se chorreaba y (luego nos mostró) la entrepierna de mamá también se encharcaba indecentemente. El posterior café bien negro y doble terminó de normalizar nuestras pulsaciones; mamá todavía se agarraba la cabeza, aún sorprendida pero eufórica de alegría por lo que se había animado a hacer, y por primera vez según nos confesó, confirmando mis sospechas. Yo también estaba feliz y así se lo dije una y otra vez. Y Alberto, bueno, Alberto era el amo y señor nuestro. En un momento Tali fue al toilette dejándonos solas y mamá aprovechó: qué trampa que me hiciste, ¿eh?, y le tuve que jurar y rejurar que no había sido así, al menos de mi parte, aunque le tuve que reconocer que, tal vez, la trampa había sido urdida por el susodicho. Cuando volvió Alberto fue mamá. Cuando mamá salga del baño me voy a duchar y cambiar así después nos vamos, así que Tali, portate bien, mirá que los voy a dejar solitos, ojo con lo que hacés ¿eh?, le dije entre besos. Cambio de planes, princesa, me contestó con un guiño en los ojos: con alguna excusa inteligente, dame dos horas con ella ¿ sí ?. Cómo, cómo ? qué estás pensando ? tirarte a mi madre ?. Por qué no ? me contestó sin dejar de besuquearme. No era que íbamos a salir ?. Dale, salimos otro día. Le iba a contestar que no, que eso era ir demasiado rápido, pero en ese momento reapareció mamá y no me atreví a seguir la conversación. No iban a salir ustedes dos ? preguntó ma. Sí, si, en un ratito Diana, se apresuró a contestar Alberto, pero justo le estaba diciendo a Silvi que quería llevar algunas cositas de vianda que todavía no compré y estabamos viendo cuál de los dos estaba en mejor condición de salir a hacer esas compras, remató Alberto con una sonrisa. Puedo ir yo, que estoy más vestida que ustedes, terció madre. No, no mami, voy yo, no te preocupes, porque de paso tengo una listita de farmacia que completar, dije, terminando mi café y haciendo mutis por el foro. Cinco minutos después, con jean y remera, me despedí con un hasta luego, mientras Alberto y Diana conversaban animadamente en el comedor diario de no sé que actor de cine que era un bombón. No te olvides las cerezas para el postre, gritó Alberto cuando yo ya estaba abriendo la puerta.

Relatos relacionados

[Orgías] Si hay una noche que para una mujer es inolvidable, esa es la noche de su boda. Pero en mi caso fue y es inolvidable por muchas razones. Ya de novios, mi esposo me había sugerido en varias ocasiones la posibilidad de tener sexo con otras personas, pero a mí, si bien me excitaba la idea, no me tenía muy convencida. Dos semanas antes de nuestra boda, por causas variadas, no había tenido sexo, por lo que yo ya venía bastante caliente, factor en parte desencadenante para lo que luego sucedió. Para esa noche muy especial me preparé en forma muy especial.
09-Nov
25925
Hola soy de Mexico, casado de 28 años y quiero compartir una fantasia que tengo y que espero que a todas las mujeres casadas les guste y la disfruten... Primero tendran que imaginarse que es media noche y que duermen profundamente en su cama, junto a su marido. Me encantaria llegar a media noche a tu casa entrar sin hacer el mas minimo ruido y caminar por todos los cuartos buscandote hasta encontrarte, revisar una habitacion y solo encontrar a tus hijos dormidos, seguir caminando por tu casa buscandote, llegar...
03-May
16569
Desde hace mucho tiempo, cuando yo era un adolescente, siempre quise un tatuaje, me alegro de que no llega a hacer porque mi cuerpo ya está, naturalmente, muy hermosa, mi piel super suave y perfecta, sin ninguna mancha o una señal, pero para cumplirla me decidí a hacer un en mi pie, una hermosa delicada, una mariposas ... Yo estaba en un estudio en la ciudad cercana, eligió mi tatuaje, y también tenía la opción de elegir entre dos tatuadores, por supuesto eligió el sabroso con el brazo tatuado y...
01-Apr
36228
[Heterosexual] Antes de empezar con mi relato, me describo; tengo 25 años, vivo en México soy delgado, peso 70kg, mido 1.75m, ojos verdes, cabello castaño claro, tez blanca, acostumbro correr por las mañanas desde hace varios años por lo que siempre me han dicho las partes que más resaltan de mi cuerpo son mis piernas y mi trasero por tantas horas de sudor en la caminadora.
04-Feb
27988
Me ha costado un poco de dinero pero ha valido la pena. Como les he contado compré un motel con el dinero de mi jubilación en Pemex y aunque pensaba que no era una buena inversión, no solo ha funcionado sino que equipé un pequeño espacio entre las dos mejores habitaciones para poder ver a mi gusto lo que hacen en la cama las parejitas que llegan a coger. Los precios no son muy altos y esto hizo que el lugar se volviera popular sin caer...
26-Apr
511177
Hoy a mis 55 años me he atrevido a recordar y escribir los traumas que dejan las falsas creencias y mitos creados por la imaginación e ignorancia de adolecentes fantasiosos, haciendo que todo lo que sale de sus bocas parezca realidad, creando historias que para un niño se convierten en lastres que perturban y destruyen el crecimiento interior. Solo tenía diez años cuando aprendiendo a nadar en un charco de un arroyuelo en las afueras de mi pueblo, algo así como un balneario público donde nos encontrábamos una gran cantidad de...
07-Nov
57176
Voy a relatar mi aventura con mi ex novio como sabran m djo su cel ya sabado x noche andube inquieta roberto m lo noto m djo preparate horita biene victor x ti no dava credito alo me decia le dije estas bromeando cuando eso tocaron puerta yo no esperaba a nadie kndo habrio la puerta escuche a victor saludar subi escaleras presurosa ala recamara como andava solamente en toalla lo pasarón ala sala subio roberto a apurarme no sabia k hacer m controlo con un beso m dijo t...
18-Sep
29771
El cura y yo.        Hará ahora unos tres años que mi mujer y yo dejamos de vivir juntos. Llevábamos casados cuarenta y cinco años y un día, cuando regresé de jugar a la petanca con mis amigos, encontré una nota en la que me explicaba que se iba a casa de nuestra hija pequeña y que no volvería. Todo un detalle, teniendo en cuenta lo enfadada que estaba conmigo desde hacía tres meses. Y todo por culpa de aquel maldito cura.        Se llamaba Julián y era el párroco de la iglesia de...
14-Oct
49277
SOY TERRY TENGO 26 AÑOS, Y ESTO ME SUCEDIO EL 15 DE DICIEMBRE DEL 2008, ME ENCONTRE CON UN NIÑO QUE HABIA CONOCIDO CUANDO EL TENIA 15 AÑOSM, Y YO LO MOLESTABA PORQUE ME GUSTABA MUCHO ERA DELGADO 170 ESTATURA ,MORENITO Y TENIA UN SUPERCOLAESE DIA ME LO ENCONTRE Y ME DIJO QUE CUANDO LO IBA A INVITAR A MI CASA,,,YO LE ...
11-Sep
111246