La asistenta

Mi cuarto se encuentra en la parte de arriba de la casa, no tiene puerta porque es la bohardilla. Tenía 19 años recién cumplidos. Estaba en mi cuarto completamente desnudo haciéndome una paja, yo pensaba que no había nadie en casa, y no presté atención a la escalera. De pronto, vi que Charo estaba mirándome con una sonrisa en la cara, yo me levanté sobresaltado, con muchísima vergüenza y me quede paralizado.

Ella me dijo que no me preocupara, que no pasaba nada y que podía seguir masturbándome. Yo no contesté nada. Ella me repitió que podía seguir masturbándome, que no me preocupara, con una voz tranquilizadora. No sé por qué pero empecé a masturbarme delante suyo, la situación era extraña, pero morbosa. Mientras yo me tocaba, Charo se metió la mano en el pantalón, me dijo: "Te importa...", yo respondí que no, y ahí estábamos los dos masturbándonos.

El ambiente se fue calentando poco a poco, y Charo se fue acercando a mí lentamente, yo estaba muy nervioso, pero la excitación del momento superaba cualquier cosa. Cuando estábamos casi pegados, ella me dijo que nos sentáramos en la cama, y con la sutileza de una madre, me cogió la polla y empezó a masturbarla. Me puse brutísimo, y mi pene aumento de tamaño y de dureza, estaba muy caliente pero no me atrevía a tocar a mi asistenta.

Charo era una mujer de 44 años, con dos hijos y con cuerpo de madre. Me dijo que la tocara, que no pasaba nada, y yo que era bastante novato y estaba más nervioso de lo normal, me lance a darle un beso bastante ridículo. En vista de mi falta de experiencia, se levantó y se quitó los pantalones y las bragas, quedándose con una camiseta como única prenda.

Empecé a tocarle la vagina, y sentía como le gustaba. Me entraron unas ganas tremendas de tocarle las tetas, así que me lancé a por ellas. Le quité la camiseta, pero el sujetador lo tuvo que hacer ella, dejando ver unos senos medianos con las aureolas más grandes y oscuras que jamás he visto y un bonito pezón. Las toqué y chupé a placer, aquellas tetas de madre me excitaban muchísimo.

De pronto Charo se levantó, y me dijo que me metiera dentro de ella, yo asustado le dije que no, que no quería meterla, que era virgen y me dijo: "No pasa nada... no te preocupes que no vamos a hacer nada" y se volvió a sentar.

Al rato, me dijo: "Levántate" y así lo hice, y poniéndome delante suyo, empezó a chupar mi pene (era la primera vez que me hacían una mamada, y tengo que decir que me encantó), me excite tanto, que tarde segundos en correrme, aunque justo antes avisé y ella saco la polla de su boca y me masturbo con fuerza contra su cuerpo. El semen salió disparado, manchando todo. Yo me quede completamente derrotado, sin fuerzas y con un tremendo sentimiento de vergüenza y miedo, pero la tranquilidad de Charo, me relajaba algo.

Me pidió que me quedara de pie mientras ella se masturbaba, yo no tenía muchas ganas de estar desnudo delante de ella, pero la situación me superaba completamente, y así lo hice hasta que ella se corrió. Me dijo que me tumbara en la cama con ella, y con una desgana importante, lo hice. La verdad que me sentí muy bien cuando me abrazó, con lo que respondí con un beso, igual de torpe que el anterior.

Nos levantamos de la cama y Charo fue al baño a preparar la ducha. Nos vestimos y nos dimos un abrazo, Charo me dijo: "No pasa nada, tranquilo... Esto no lo podemos contar a nadie" yo asentí y antes de irse me dió un beso.

Podéis imaginar lo maravilloso, pero extraño que fue aquella situación. Nunca mas volvió a pasar nada.