Una sirvienta arrecha para un descarado mujeriego de 50
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Hola, me llamo Rebeca y la historia que les voy a contar sucedió en una pequeña ciudad del interior de mi país.
Yo soy de contextura media y mido 1.60, tengo pechos grandes talla 38 b, aunque me miran los pechos y a mi me molestaba mucho. A la edad de 18 años tuve que ir a trabajar a una casa como sirvienta o criada en donde vivía solo el señor Víctor, la casa no era muy grande pero tenía piscina.
El Señor Víctor era un descarado mujeriego que se había divorciado hace buen tiempo, así que desde que me vio seguro querría encamarse conmigo, pero yo era muy ingenua todavía. El tenía unos 50 años cuando ocurrió esta historia, tenia el pelo entre cano, un bigote también de color negro salpicado con canas; media mas o menos un metro ochenta y tenia una barriga de bebedor de cerveza, pero aun así era atractivo.
Lo primero que hizo cuando llegué a la casa fue saludarme con mucha confianza me abrazó y me besó en la mejilla, muy cerca a mis labios, eso un poco que me asustó, pero de todas maneras tenia que seguir, necesitaba el dinero. Me llevó a conocer toda la casa, que a pesar de pequeña tenia 4 cuartos, uno lo usaba él, y los otros 3 eran según él para amistades que generalmente pasaban la noche en la casa.
Y por último estaba mi cuarto, cuando llegamos hasta mi cuarto grande fue mi sorpresa al ver en la cama ropa de mucama francesa de esas que se ven en las películas: había 2 mini faldas negras amplias, 2 blusas blancas que eran transparentes, medias de nylon negras, portaligas (que en ese momento no sabia para que servían), brasieres negros, calzones negros muy pero muy pequeños delantales blanquitos y en el piso habia 2 pares de zapatos negros de tacones muy altos, entonces me imagine con esa ropa y me moría de vergüenza, no sabia que hacer decirle al señor Víctor que no quería trabajar con esa ropa o seguir con todo esto.
Como tenia mucha vergüenza no pude decirle nada, estaba hecha un hielo sin poder articular palabra alguna. El señor Víctor me dejó sola en el cuarto con la orden que me cambiara ya para ver como me quedaba la ropa. Tuve que quitarme los vaqueros que llevaba puestos y mi calzón grande con florcitas, que parecía gigante con respecto al que debía de usar. Asi que me puse el calzón negro del uniforme, era tan pequeño que se metió entre mis nalgas, y me di cuenta que la parte delantera era de puro encaje semi transparente que dejaba ver la mata de pelos que cuidaban de mi vagina, rápidamente me puse el brasier, las medias, la falda y la blusa, ha también el pequeño delantal blanco, me puse los zapatos y casi me caigo porque eran muy altos, tendría que acostumbrarme.
Era tanta mi vergüenza que no me atrevía a salir, la minifalda no me tapaba nada, llegaba justo hasta donde terminan las medias. Pero faltaba una cosa, el liguero o portaligas, no sabia como usarlo, no sabia para que servía, asi que tuve que ir al cuarto del Señor para decirle que eso no lo necesitaba. Salí con el liguero en la mano y apenas podía caminar bien, llegué hasta la puerta del cuarto y estaba abierto, su cuarto estaba lleno de fotos pornográficas de revistas pero se notaba que algunas habían sido tomadas en esa casa, no le di importancia, yo seguía avergonzada, le informe al Señor que no necesitaba esa prenda y el me dijo:
– Claro que si.
Le explique que no sabia que era y el se rió y me dijo que era para que las medias no se caigan, luego me dijo:
– Acércate, te voy ayudar a ponértelo.
Me quedé helada sin saber que hacer, quería correr y salirme de esa casa pero no podía mis piernas no se movían ni para la puerta ni para la cama en donde él estaba sentado. Se puso serio y me dijo en un tono autoritario:
– Acércate, es una orden.
Tuve que hacerle caso, ya no estaba avergonzada, ahora estaba asustada. Me puse frente de él a unos 30 centímetros, y me volvió a decir:
– Acércate más.
Tuve que hacerle caso y me acerque mas, ahora podía sentir su respiración. Me dijo levántate la falda, que no era apretada, mas bien era suelta, en ese momento no pensé en nada y simplemente lo hice, me miró con unos ojos de pervertido, pero yo no podía hacer nada para impedirlo, y con las manos sosteniendo la falda. Me rodeo con sus manos sosteniendo el liguero y se dió cuenta que los ganchillos eran para atrás asi que me ordeno esta vez que me volteara lo que hice lentamente.
Y yo inevitablemente me estaba mojando. Me engancho el liguero un poco mas arriba que la tanguita que llevaba puesta, ahora tenia que enganchar las 4 ligas con las medias, el sinvergüenza me estaba mirando el trasero y de paso lo acarició y me felicitó por lo redondo y duro que estaba, me avergoncé y moje a la vez, eran muchas cosas que pasaban por mi cabeza pero no podía hacer nada. Me dió la vuelta y con sus manos de un tirón me bajo la tanga hasta por debajo de las medias, otra vez me quedé helada, esto era el colmo, pero otra vez mis piernas no respondían como para salir corriendo o parar esta situación tan morbosa y humillante.
Avergonzada con mi concha peluda
Él hacia como que no me miraba mi mata de pelos negros y solo se dedicó a enganchar el liguero con las medias, yo ya no daba estaba totalmente mojada, asustada, avergonzada. Terminó su labor y me alejo un poco ahí si me admiró todo y dijo que tenia una concha espectacular, le pasó la mano a mis vellos púbicos y me levantó la tanguita, y volvió a admirar su obra y dijo que me quedaba bien, y yo como una estúpida seguia agarrando la falta para que el se deleitara con mi cuerpo. Me dijo luego puedes bajar ya la falda, lo que hice rapidísimo. Luego le pedí permiso para ir a mi cuarto. Llegué y me puse a llorar de vergüenza e impotencia, pero muy dentro de mi, me habia gustado ese atrevimiento, es algo muy difícil de entender se estaba aprovechando de mi y eso me agradaba.
Me puse a hacer los quehaceres por primera vez, sin dejar de pensar en lo sucedido, de verdad que la ropa era muy incomoda para trabajar, especialmente los tacos pero mejor no decía nada, pensé en hacer las cosas lo más rápido para irme a mi cuarto, cuando de un momento a otro salió de su cuarto totalmente desnudo y se me acercó y me dijo que se iba a bañar. Tenia una erección increíble a pesar de su edad, su pene era muy grande y me di la vuelta y el me dijo que me deje de avergonzamientos tontos que el siempre en su casa anda en pelotas y se fue a su baño. Me mojé toda al ver ese espectáculo, la pequeña tanguita estaba chorreando. Pero algo no entendía, porque razón si quería verme usando esas ropas y tenía tal erección porque no se lanzó encima de mí ya que yo quería y no me iba a oponer, creo que estaba tramando algo y luego lo confirmé.
Al salir del baño desnudo y sin ningún recato, solo con una toalla con la cual se secaba las bolas, me dijo que iban a venir unos amigos a jugar poker en la noche y que alistara toda la casa para el evento, yo solo atiné a mover la cabeza, como diciendo entendido, sin poder evitar volver a ver su tremenda tranca con cabeza roja, el se dio cuenta y me la enseñó abiertamente diciendo: ¿Te gusta no?. Yo me di la vuelta y le dije que no, en un tono muy molesto, el solo se rió.
A las 7 de la noche esta lista toda la casa, la mesa del comedor estaba lista para el juego con cartas, fichas, vasos para los tragos, ceniceros. El congelador tenia cervezas y otros licores, el verificaba todo. Luego se fijó en mi y me dijo que la ropa estaba muy bien que veía justo lo que quería pero me faltaba maquillaje. Asi que me dijo que usara todo el maquillaje que estaba en mi cuarto: “Usa todo el maquillaje que puedas, debes de verte como si fueras una mujer de la calle”. Asi que fui a mi cuarto y me dediqué a pintarme la cara como una puta, no me gustaba pero ni modo, ya habia llegado hasta acá, que más me podría pasar.
A las 8 de la noche llegaron en grupo los amigos del Señor Víctor, tocaron el timbre de la casa y fui a abrirles a duras penas ya que aun no me acostumbraba a esos grandes tacones. Eran 7 señores de la misma edad que el señor de la casa ósea entre 45 y 50 años, se les veía muy caballeros y serios, pero no me dejaron de admirar, claro si con esa faldita se me veía todas las piernas y con la blusa semi transparente y el brasiere de media copa casi podían ver mis pezones. Uno de ellos al entrar se sorprendió al verme, me dijo: “Vaya, nuestro amigo Víctor siempre tiene muy buen gusto con sus empleadas”, me tomo de la mano y me la beso. Fue todo un caballero y eso si me halagó e hizo que me sonrojara, le dije sonriendo: “Gracias”. Este señor era todo un caballero comparado a lo vulgar y patán que era el señor Víctor.
Se saludaron con el señor de la casa, hablaron un poco de mí, que estaba buena, que me quedaba bien la vestimenta, que piernas y una serie mas de cosas que yo oía desde la cocina, un poco que me gustaba pero eran un poco vulgares, asi que mejor me dedique a preparar unos tragos para todos. Salí de la cocina con una fuente con vasos de licor. Ya todos estaban jugando al poker sentados alrededor de la mesa, estaba preparada para que me digan una serie de cosas vulgares y tratar de no oírlas, pero nadie ni se fijó que yo estaba ahí, se concentraban en el juego y eso fue genial para mi, no me iban a molestar, les serví los tragos y me fui a la cocina. Hice esto como 4 veces mas hasta las 11 de la noche. Cuando de pronto empezaron a gritar de entusiasmo y a felicitar a uno de ellos, yo no sabia de que se trataba parecía que él habia ganado la partida. Entró a la cocina y me dijo con mucha emoción: “He ganado y tu eres el premio”.
Me quedé helada y horrorizada, en ese juego me estaban jugando a mi, sin que yo lo supiese. Me tomo de la mano y me jaló hasta la sala donde estaban todos, y todos empezaron a hacer bulla, silbar, etc. Yo como siempre avergonzada. Pasamos por ahí y rápidamente me llevó a un cuarto de la casa. Me tiró en la cama y me empezó a manosear todo el cuerpo, mis piernas cubiertas por las medias, encima de la falda, por la blusa, yo le decía que por favor me dejara, empecé a sollozar pero el no me hacia caso, era repugnante era humillante y no podía hacer nada por mas que trataba de hacerlo. Me metió la mano por debajo de la falda hasta llegar hasta mi tanguita, la toco y me dijo que bello calzón tienes y con sus dedos trataba de empujar como queriendo entrar en mi vagina con toda la tanga. Inevitablemente me empecé a mojar pero aun asi sollozaba. Sollozaba de vergüenza y humillación pero a la vez habría las piernas sin pensar para que me pueda tocar mucho mejor.
Con la otra mano me empezó a sobar las tetas encima de la blusa y quiso abrirla pero no pudo, con una mano derecha en mi agujero y la izquierda tratando de sacarme la blusa, le era imposible hacerlo. Me dijo:
– Desabotónate la blusa
– Por favor no, no quiero – le dije yo.
Pero con mis manos empecé hacerlo. Que me estaba pasando, por un lado estaba en una situación humillante, me querían casi coger y por otro sin ningún tapujo le estaba ayudando a que hiciera lo que quiera conmigo. Asi que seguí adelante, me desabotone la blusa y adelante un poco mi torso acercando mis tetas a su cara. Por otro lado ya me habia arrimado la tango a un lado y ya tenia un dedo dentro de la vagina. Ahora si con facilidad me saco las tetas que difícilmente se sostenían dentro del brasier. Tenia los pezones durísimos y el señor se encargó de chuparlos hasta morderlos muy fuerte hasta hacerme gritar de dolor, pero era extrañamente rico.
Me dejo toda tirada, mojada y arrecha
En un instante dejo todo lo que hacia y se paró me dejo toda tirada, mojada y arrecha. Admiró como estaba y me dijo sácate la blusa, yo me senté y empecé a sacarme la blusa y ahí me di cuenta que todos, los 8 viejos estaban mirándome, ya que habían entrado al cuarto, con caras de libidinosos y enfermos, incluso el señor que fue muy caballero al principio. Como estaba mojada seguí haciéndolo, tratando de ser un poco sexy. Luego me dijo que me sacara el brasier, traté pero como estaba muy nerviosa y los seguros estaban por mi espalda, trataba y trataba y no podía, asi que el ganador del juego ordenó a otro que me ayudara: “Jorge, sácale el brasier” y este se me acercó por atrás y me lo saco sin antes pasarme la mano por las tetas y llevándose la prenda. Luego me dijo:
– Sácate la tanga tu sola, queremos verte.
A lo que le hice caso, me levante la falda un poco agarre la tanga por los lados y empecé a sacarla hacia abajo como no podía levantar un pie u otro por tener el tacón muy delgado, me senté en al cama, en ese instante el ganador dijo:
– Esta puta no puede nada, vamos Lucho y Andrés saquéenle la tanga ustedes.
Se acercaron estos señores me echaron en la cama y me levantaron las piernas, metieron la mano por mi falda y jalaron mi tanguita hasta sacarla del todo. Yo trataba de taparme un poco ya que aun tenia un poco de pudor que luego lo perdí del todo. Ahora me habia quedado solo con la falda, las medias y el portaligas.
– Ahora le toca al dueño de casa, Víctor, sácale la falda – dijo el ganador.
El Señor Víctor se me acercó con una sonrisa de oreja a oreja me levanto de la cama y me saco la falda lentamente diciéndome:
– ¿No me vas a decir que este trabajo no te gusta?.
Y yo le dije sin pensar:
– Me encanta
Me quedé solo con el portaligas y las medias negras, frente a viejos desconocidos que me usarían toda la noche, era aterrador pero a la vez muy excitante. El ganador me dijo que me una vuelta para que todos me admiren y asi lo hice, mientras lo hacia todos gritaban y silbaban de emoción. Luego me dijo que me echara en la cama y que abra las piernas para que me vean la concha y lo hice tambien, luego me dijo que me tocara y masturbaba, pero como yo no sabia que significaba eso solo me toque la mate de pelos y se molestaron. Les dije que no sabia que significaba esa palabra, asi que el ganador me dijo:
– Asi que esta puta de mierda nunca se ha metido un dedo en la concha, en castigo vas a desvestirnos a todos tu solita… vamos muévete.
Lo dijo muy enfadado asi que lo hice. Me acerque al que estaba mas cerca y le saque la camisa botón por botón, luego el polo que llevaba dentro. Acto seguido trataba de desabrocharle la correa del pantalón y no podía, todos se reían de mi y me empezaron a decir lo mismo que el ganador:
– Vamos puta!, rápido, que esperas, nunca has desvestido a un hombre?, perra mentirosa, te vamos a follar todos, vas a tomar toda nuestra leche.
Con esas palabras otra vez me empecé a mojar, asi que tome mas fuerza y le desabroché la correa para luego abrirle el zipper y bajarle el pantalón, lo hice y ante mis ojos estaba un viejo panzón con unos boxer casi hasta la rodilla, que los bajé sin perder mas tiempo. Ahora veía un pene enorme mucho más grande que el del Señor Víctor pero más delgado y flácido. Luego me agarró del hombro el que estaba a su costado y me dijo:
– Ahora me toca a mí.
Le saque la ropa y tenia una verga mas corta pero ancha. Y asi lo hice con los 8 viejos. Ante mi estaban 8 personas que se agarraban la pinga listos para que me tiraran y yo feliz. El ganador ya no le ordenaba a ninguno de ellos sino me ordenaba a mi y yo sin reclamar cumplía todo lo que me pedía. Esta vez me dijo:
– Chúpasela a todos.
Me arrodille cerca del que tenia la verga más corta para que pudiera entrar en mi boca más fácil, y le empecé a besar el pene desde la punta poco a poco fui bajando hasta llegar hasta sus huevos cubiertos por vellos canosos. Me agarró de la cabeza y de un tirón hizo que me ponga en la boca todo ese pene. Empecé a succionar, chupar lamer con muchas ganas, luego de un rato lo saque y abrí los ojos, estaba rodeada de 3 tíos mas, es decir debía chuparles la verga de 4 en 4.
Asi lo hice tenia uno en cada mano y en mi boca trataba de ponerme 2 penes a la vez, pero como no podía chupaba uno y luego al otro. Hasta que uno empezó a venirse en mi boca y yo lo aparte y me cayó en toda la cara y cabello, era la primera vez que tenia tan cerca semen de un hombre asi que decidí probarlo, pase ese pene por mi lengua para saborear los restos de semen que quedaba en ese palo y me encantó, asi que el siguiente que se venia lo recibí en mi boca y lo empecé a masajear hasta quitarle la ultima gota de leche, de igual manera hice con los otros dos, acabaron en mi boca y me tome hasta la ultima gota. Fue maravilloso, pero cuando me iba a poner a descansar un poco en el suelo me di cuenta que aun faltaba 4 vejetes mas, asi que yo mismo me acerque a ellos como gata en celo y en cuatro patas.
En este grupo habia un viejo que tenia la verga más grande eran como de 22 centímetros de carne dura, empecé otra vez, 2 en mis manos y alternando en mi boca las otras dos, los sobaba los succionaba y los lamía con todas mis ganas hasta que uno a uno empezaron a venirse pero a la vez, ósea uno se vaciaba en mi boca y los otros en mi cara, cuando terminaron yo empecé a recoger cada gota de leche que estaba en mi cara y tetas para no desaprovechar ni un poco de ese maravilloso liquido.
Me empezaron a cabalgar en forma rápida y brutal, luego dos mas se pusieron delante de mí y yo ya sabia de que se trataba deseaban que les chupara la verga y asi lo hice, luego dos mas se acercaron por los costados y acercaron mis manos a sus palos, es decir tenia uno en la vagina, otro por mi culo, dos en mi boca y dos en mis manos, tenia para mi solita 6 vergas maravillosas que me hacían doler y gozar al mismo tiempo. Empezaron a eyacular primero uno que estaba en mi boca, luego el de mi ano acabo fuera dejándome toda embarrada, lo dejo todo mi culo abierto y fue reemplazado por otro que me introdujo de una manera más fácil ya que era más delgado y mi culo estaba lubricado, luego el de una mano paso a mi boca y el de mi vagina acabo dentro de mí, sintiendo su leche caliente dentro de mi. Yo acabé en ese instante con 3 orgasmos consecutivos, fue genial.
Luego de estar satisfecho quiso salir de mi y no pudo ya que yo estaba encima y encima de mí estaba uno de sus compañeros, asi que el que estaba en mi culo me jalo y sé hecho en la cama sin sacar su pene de mi culito, asi que habíamos cambiando de posición, ahora el que estaba debajo de mí me penetraba por mi culo y mi vagina estaba libre y fue usada por uno que tenia en la mano, me penetró bruscamente y a pesar que estaba lubricada me hizo doler mucho, pero aun asi yo ya estaba totalmente excitada y era encantador sentir dolor y placer al mismo tiempo, otra vez me vine y sentía como los jugos de mi vagina lubricaban mas mi agujero. Asi estuvimos cabalgando por un buen tiempo hasta que otra vez empezaron a vaciarse por todas las partes de mi cuerpo fue espectacular tenia leche en mi boca, manos, culo y vagina, además de mi espalda, pechos y barriga. Y yo estaba satisfecha ya que otra vez habia tenido 3 orgasmos seguidos.
Luego de esto los viejos si estaban cansados y poco a poco se vistieron diciendo lo bueno que la habían pasado. Felicitaban al ganador y al dueño de casa, por la fiesta tan entretenida que habían tenido conmigo. Yo estaba torada en la cama con todos mis agujeros adoloridos y con una sensación de placer, satisfacción, humillación y vergüenza, todo junto.
Me quede ahí hasta que todos se fueron, luego me fui al baño, me bañe y me fui a dormir, luego entró don Víctor sin tocar, se acercó y me dijo que era una criada maravillosa y me felicitaba por atender tan bien a sus invitados y luego me dio un beso en la boca, antes de irse agregó: “creo que tu, mis amigos y mis amigas que pronto vas a conocer la vamos a pasar de maravilla, serás mi esclava del sexo”. Y asi terminó mi primer día en ese trabajo tan interesante.
By: Rebeca