Ser hombre maduro y sobre todo hot, tiene sus beneficios

📋 Lecturas: ️6278
⏰ Tiempo estimado de lectura: 08:00 min.

Al llegar a los 50, pensé que mi vida sexual había terminado, ya que no se me hacia fácil relacionarme como siempre lo hacia, especialmente con las mujeres.

Pero como todo maduro que se precie de ser hot, empecé a buscar satisfacción en las zorras de paga, cosa que me proporciono momentos alegres durante un tiempo.

Pero nunca va a ser lo mismo ligarte a una hotwife o a una chica caliente y llevartela al hotel que ir a buscar prostitutas profesionales, para nada.

Asi que mi satisfaccion iba disminuyendo cada vez mas y mi calentura era cada vez mayor.

En una de esas, cuando andaba en busca de compañía sexual, me tope en una esquina oscura a una chica relativamente joven, se veía muy guapa y realmente atractiva enfundada en ese vestidito super ceñido, que le hacia resaltar su sexy y cachonda figura.

Sin mayor preambulo y caliente como estaba, nos arreglamos rapidamente en el costo de su servicio y nos metimos a un hotelito cerca de ahi.

Al llegar a la habitacion, la abrace y empece a besar con lujuria, manoseandola por todos lados, ella hacia lo mismo conmigo, me frotaba el pene sonriendo coqueta a medida que se iba desvistiendo.

Apago la luz dejando solo una lamparita que apenas alumbraba muy tenuemente. Le empece a manosear y a besar sus hermosos senos, ella disfrutaba acariciando mi pene, se agacho hacia a mi y se lo metio a la boca y me lo empezo a chupar de una manera tan rica que la deje hacer.

Para mi era una sensacion un tanto extraña, ya que, a pesar de que me estaba haciendo un gran trabajo, pude notar que no era igual al de las otras chicas, esto era mejor, mucho mejor.

Ella metia mano entre mis nalgas y me acariciaba los huevos y de pasadita el culo, a lo cual yo me estremecia y la dejaba hacer de lo caliente que ya me estaba poniendo.

Me ensalibo el culo y me empezo a dedear muy rico sin dejar de chuparme el pene

Yo suspiraba, me dejaba hacer, y hasta paraba las nalgas para facilitarle el trabajo, algunos hombres, especialmente maduros, saben de lo que hablo.

En un momento dado y sin previo aviso, se acomodo detras de mi y sin mayor preambulo me metio toda su enorme verga por el culo, yo me quede verdaderamente sorprendido, porque en verdad que no me lo esperaba. No es que no lo hubiera hecho antes, y nos es que eso no me gustara, todo lo contrario, mi sorpresa fue de que en verdad pensaba yo que era una chica.

Yo la deje hacer, ya que en cada empujon de su verga me iba excitando mas y mas, en ese momento pense que muy probablemente esa seria una buena alternativa a la falta de sexo que ultimamente andaba padeciendo.

Para mi sorpresa, era tan rico lo que sentia y estaba tan excitado, que sin pensarlo, me empece a mover como una verdadera puta sedienta de verga.

Ella o el o lo que fuera, aparentemente tambien se excito con mi movimiento de caderas, que me tomo fuertemente por la cintura y arremetio contra mi con toda su fuerza y, metiendome toda su enorme verga hasta el fondo del culo, nos venimos tremendamente casi al mismo tiempo.

Sentir como me llenaba todo el culo con su leche hirviendo, me hizo sentir orgullosa, es decir, orgulloso de haberle provocado tal satisfaccion y, por supuesto, ella a mi.

Al salir del hotel senti que ante mi se abria un enorme panorama completamente impensado, ya que me imaginaba que me iba a ser mas facil conseguir lo que queria en brazos de otros hombres.

Y asi fue que inicio una nueva etapa sexual en mi vida

En una ocasion, iba yo distraido caminando por la calle, cuando el sonido del claxon de un auto me hizo voltear, por el reflejo solo pude distinguir una mano que me hacia señas de subirme al coche. Suponiendo que era alguien conocido, me subi al auto.

Me sorprendio ver que se trataba de un desconocido que sonriendo me decia, te llevo, donde vas?

En ese momento todo mi ser se estremecio, un hombre desconocido me ofrecia llevarme, lo que provoco en mi cierta excitacion y, sorprendido de mi mismo, me escuche diciendo…donde tu quieras.

Con una sonrisa de triunfo y satisfaccion, arranco el auto y sin preguntar, me llevo a su departamento.

El era un hombre mayor que yo, como de unos 65 o mas, no sabria decirlo. Pero era muy amable, muy directo y….muy caliente.

En el trayecto me fue acariciando la pierna y de vez en vez me tocaba el pene, que ante esa situacion tan excitante, ya lo tenia super parado.

Al llegar a un semaforo, se acerco ami, me empezo a besar en la boca mientras me manoseaba el pene, yo de tan caliente que estaba me deje hacer.

Al llegar a su departamento, nos desvestimos en un santiamen, nos tumbamos en la cama desnudos y nos empezamos a agarrar el pene, que excitado y caliente me sentia, asi que sin mas, le empece a chupar el pene y el a mi.

Note que su pene en realidad era muy pequeño, pero lo sorprendente es que tenia una cabeza enorme y la verdad, me gustaba lo que yo sentia al estarsela chupando.

No acostamos juntos y el se coloco detras de mi jalandome de las nalgas y repegandome la cabezota de su pene.

Sentir su pene entre las nalgas me calento de sobremanera, asi que sin mas, pare el culo y me le ofreci como una vulgar puta.

Me puse en cuatro, el se monto detras de mi y ensalivandome el culo, me metio toda su enorme cabeza, me empezo a bombear.

Era tan chico su pene que su enorme cabeza estaba atorada en mi culo y sentir como me lo expandia y lo regresaba me puso super excitado, en ese momento me senti realmente como una verdadera puta ofreciendose a su macho.

Como la vez anterior, no me pude resistir y me empece a mover como perra, me senti poseido por la lujuria y en ese momento quiese ser realmente mujer.

Me entregue a el como una zorra y el agradecido me cogio como a una puta hasta que se termino dentro de mi llenandome todo el culo de leche caliente, en ese momento, yo tambien me termine chorreando mis jugod sobre las sabanas. Asi nos quedamos tumbados hasta que nos dormimos y yo con su enorme cabeza atorada en el culo.

Asi fue transcurriendo el tiempo, para mi fortuna, me ofrecian aventon por lo menos una o dos veces por semana, lo que me daba oportunidad de entregarme a esos hombres maduros desconocidos, yo la verdad me sentia mas como una puta que como un hombre, y eso me excitaba.

Me entregue por completo a los hombres, especialmente a los señores maduros, me di cuenta que ellos tienen una manera diferente, muy especial de meterte la verga y eso me provocaba gran satisfaccion y sobre todo excitacion.

Empecé a meterme a los cines porno en busca de hombres, nomas para chuparles la verga y tragarme su leche. Me volví una puta caliente en busca de macho.

Compartir en tu redes !!
MaduroHot
MaduroHot
Relatos: 2