Mejores amigas
Mi amistad con Lucila se había iniciado en los pasillos de la facultad de medicina, carrera que ninguna de las dos terminaría pero que daría origen a la historia que leerán a continuación
No teníamos mucho más de veinte cuando nos conocimos y ambas veníamos por herencia de familias de médicos de renombre y no solo tendríamos eso en común, sino también el hecho de darnos cuenta que estábamos ahí por esa herencia y no porque fuese algo que naciera de nuestras entrañas
Éramos muy apegadas la una a la otra, íntimas, transparentes y sin secretos la apoyé cuando decidió pasarse a una carrera de jardinería, y ella a mi cuando fui por una de diseño interior, y el apoyo no solo sería una a una, sino también frente a nuestras familias, al verse defraudadas por carreras que jamás se concretarían
Nos llevábamos muy bien, teníamos pocos contrapuntos y éramos mutuamente confidentes, sabíamos de gustos, de chicos, de esos novios pasajeros que normalmente van pasando en algún momento de la vida
Compartíamos salidas, algún parque, algún shopping, algún boliche donde hacíamos nuestras locuras
Éramos muy de una con la otra, tal vez demasiado, tal vez esa hermana de la vida que se hacía más familia que la propia familia
Habíamos empezado a trabajar, cada uno en lo suyo, nuestros primeros días con ingresos propios y un terminar de despegarse de los lazos paternos
Todo empezaría esa tarde de primavera cuando los rayos de sol empiezan a hacerse notar sobre la piel
Ese sábado, como solíamos hacer nos encontramos en una plaza enorme que nos quedaba de paso, siempre lo hacíamos, a sentarnos en el césped para compartir chimentos, tomar unos mates y pasar un rato ameno
Así podíamos ver a chiquillos correteando detrás de alguna pelota, otros disfrutando de su bicicletas, algunos adolescentes corriendo en derredor para estar en forma, otros estudiando bajo el sol y algunos mas osados que intercambiaban besos de amores florecientes. También parejas ya más grandes, algunos con hijos, quienes ya tenían coches y reposeras
Ángel y Marcos eran solo un par de tantos más que esa tarde estarían disfrutando del día, y con alguna tonta excusa vinieron a nuestro lado, a decir alguna pavada y a pedir convidados unos mates
Ángel había acaparado toda mi atención, de tez más oscura que la media, bastante proporcionado en medidas, tirando a delgado, de cabellos morenos y rasgos marcados, sus labios parecían dibujados a manos y sus grandes ojos negros parecían quemar con el mirar profundo
Me llamaría la atención su voz ronca y calma, su forma de hablar, su sonrisa marcada y sus dientes perlados, perfectos como las teclas de un piano
Tal vez mi única crítica en ese primer encuentro, sería su nariz un poco exagerada en tamaño, pero era solo un defecto entre tantas virtudes
Ellos se acomodaron y al intercambiar palabras, para mi desgracia algo quedaría en claro en ese mismo momento, como suele suceder, los varones al ir al abordaje, ya habían hecho sus cálculos y sus elecciones, Ángel había elegido a Lucila, y Marcos a mi, y así empezarían las cosas, solo que Marcos, no llamaba la atención
Solo por ser condescendiente con mi amiga seguiría con el juego esa tarde, donde Marcos tendría solo ojos para mi, Angel para mi amiga, y los míos, los míos solo estaban con quien no me había elegido, porque podía sentir en cada palabra de ese apuesto morocho esa electricidad que recorría cada poro de mi piel, y aunque fuera inconsciente y hasta tratara de reprimirlo, podía sentirme regalada con ese chico
Quedaríamos en una cita a futuro próximo y cuando Lucila y yo quedamos a solas y hablamos de la situación, le dije francamente que Marcos no era de mi agrado, pero que me gustaba mucho Angel, más de lo que pudiera imaginar.
Lucila me dijo que entendía lo que me pasaba pero que ‘le hiciera el aguante’, que a ella le interesaba Angel y que las cosas se habían dado así, que, si hubieran resultado al revés, ella seguramente me daría su apoyo en toda la situación
Con el correr de los días, las semanas y los meses, la relación entre ellos pareció tener futuro, mientras que la mía con Marcos jamás siquiera había comenzado, nunca me había gustado, nunca me gustaría
En los primeros compases de la historia, Lucila era muy abierta conmigo, me contaba cada detalle de su chico, como la cogía, como le hacía el amor, como hacían esto y como hacían lo otro, y además confesarme que su chico venía muy bien entre las piernas, demasiado bien, cosas que me provocaban contrapuntos, sufrir en silencio, excitarme en silencio, desesperanzarme poco a poco, y hasta masturbarme en mi habitación, imaginando más de una vez que yo estaba en su lugar
Era un tonta, Ángel se me había colado demasiado profundo, y en un mundo poblado de hombres bonitos, yo solo tenía ojos para uno, el que me había ignorado esa tarde en el parque
Con el correr de los días, Lucila fue cerrando esa puerta íntima de confesiones entre chicas, Ángel no era un chico más, pasajero, las cosas parecían ir en serio y tal vez fueran mis ojos, mi respiración, o lo que fuera, pero adiviné que mi amiga sospechaba que me moría en secreto por su chico
Pasaría algo previsible, que decidieran mudarse bajo un mismo techo, y me resignaría a ser solo ‘la amiga de’
A futuro, ya no serían ella, o él, siempre serían ellos, y trataba sin éxito de alejarme de la situación, pasarían algunos chicos por mi cama, con más o menos fortuna, pero yo no podía salir de ese metejón, de ese amor platónico que me había nacido por el hombre de mi amiga
Lo peor para mi era saber que ahora si, Lucila era consciente, y un poco nuestra relación de amigas había empezado a enfriarse, a estar distante, tensionada, aunque yo pretendiera que todo estaba bien
Y llegaría ese día en el cual pondrían fecha para un compromiso formal, una cena en un lindo bodegón de la zona que ellos habían reservado para esa noche especial, para todos los familiares y mejores amigos donde obviamente estaría invitada
Recuerdo ponerme para esa noche un vestidito negro, normalito, de finos breteles, lo suficientemente ajustado como para hacerme ver sexi y al mismo tiempo lo suficiente suelto como para disimular mis defectos, era muy cortito, lo que me permitía lucir mis lindas piernas, además, tenía unos encantos entre brillos y transparencias estratégicamente distribuidas, me había acomodado mis negros cabellos de lado y me había tirado encima todas las alhajas y todo el perfume, también me estrenaba un conjunto de sostén armado con una less diminuta y transparente, negro, haciendo juego con el vestido
Tal vez el único contrapunto fueran los zapatos tacos altos que me rompían los pies, acostumbrada a andar todo el día en zapatillas esto parecía una cruel tortura
Me vi al espejo antes de salir y me vi bonita, mis tristes ojos negros vieron la ilusión de imaginarse por última vez que tal vez, Ángel reparara en mi, pero solo era invitada de ocasión
La cena estaría divertida, me había tocado en suerte una mesa con todos los amigos y amigas íntimos de ellos, chicos de mi edad, hablando cosas de nuestra edad, aunque todos mis suspiros contenidos estaban dirigidos a la mesa contigua, donde ellos eran centro de atención juntos a sus familiares más cercanos
Angelito estaba radiante, espigado, llamativo, con esos cabellos prolijamente acomodados, con una camisa blanca impoluta, adherida a su cuerpo, con un jean costoso, muy lindo, dejándole notar una chuequera natural de sus piernas, y también estaba ella, mi mejor amiga, preciosa, con su tez blanca y sus cabellos entre rubios y castaños recogidos, también lucía un vestido negro que le sentaba muy bien y fui feliz por ella, por Lucila
Al terminar, los mayores se retiraron, y los más jóvenes fuimos a un boliche tranquilo de la zona, para prolongar la velada, era un lugar ameno, nos sentamos en derredor a una mesa y pedimos unos tragos
Empezamos a hablar de todo un poco, entre risas y buena onda, y conforme pasaban las horas también pasaban lo tragos y a mi amiga se le calentó el pico, empezó a beber y a mezclar y se empezó a ver ridícula
A las cinco de la mañana ya casi no quedaba nadie, incluso varios de los chicos se habían ido, y Lucila estaba fuera de control, decía estupideces, se reía a carcajadas y solo hacía el ridículo
Cuando dimos la fiesta por terminada, nos dimos cuenta que Ángel no podría solo con la ebria, varios nos ofrecimos a acompañarlos hasta el departamento pero sería Lucila quien diría con un acento típico de borrachera
No… Que venga Nancy… Ella es mi amiga… Es mi hermana…
Fuimos hasta el auto de los chicos, Ángel me pidió que yo manejara, el también estaba pasado de copas, así que ambos se metieron en las plazas traseras, yo me acomodé adelante, dejado los zapatos tacos altos de lado, acomodando el asiento a mi medida, y ahí partimos, escuchando como música el parloteo inconexo de mi amiga
Recuerdo acompañarlos por el ascensor, descalza, con los zapatos entre mis dedos, mientras Ángel cargaba a la ebria, quien ya parecía estar un poco mejor, al menos ya no hablaba estupideces
Al llegar, daría mi ayuda como terminada, pero Ángel insistió en que me quedara un rato mas, mientras el preparaba café negro para espabilarnos y un poco volver a la normalidad a Lucila
Mientras él preparaba ese rico café miraba por el amplio ventanal que daba al naciente donde los primeros rayos de luz de nuevo día que comenzaba empezaban a colarse en el ambiente
Sería mi amiga quien empezaría un juego prohibido, como si de repente hubiera recuperado la cordura vino a mi lado frente a frente me dijo mirándome a los ojos
Gracias amiga! Sos la mejor!
Se acercó más y me abrazó por la cintura, muy apretada y empezó a bailar de lado a lado una canción que solo existía en su cabeza, y volvió a decir
Sos muy linda sabes?
Yo solo me dejaba llevar pero me sentía incómoda puesto que Ángel solo era espectador, ella en un movimiento certero metió las manos por debajo de mi vestido levantándolo lo suficiente para que mi culo quedara expuesto, para decir
Ahhh!!! Pero que culo!!! Y que tanga que tenes putita rica!
Sentí vergüenza por un lado, pero también la excitación puesto que Ángel me veía como mujer, el tomó a Lucila por su antebrazo y le dijo
Basta Lucila, estás avergonzando a tu amiga! compórtate!
Pero ella retrucó
Vamos… Si siempre te gustó su culo, no me vengas con boludeces…
Un incómodo y tenso silencio se produciría en el ambiente, Lucila volvió a tomar la iniciativa y me plantó un eterno beso en la boca, metiendo su lengua muy profundo, y solo no supe que hacer, la situación me tomaba por sorpresa, las manos de mi amiga fueron nuevamente bajo el vestido para acariciarme los glúteos y solo sentí mojarme con toda la situación, entonces atrajo a su prometido y sin soltarme empezó a besarlo, estábamos los tres muy cerca y sentí una de las manos de Ángel posarse en mi cintura, sería cuando Lucila buscaría forzar que nuestros labios se juntaran
Sería mi primer beso con ese hombre, ese beso tan esperado, que parecía imposible, descalza me paré en puntas de pies y me deshice en su boca, sentí estremecerse cada célula de mi cuerpo y traté que ese momento fuera eterno, temblaba en sus brazos
A un lado, veía con el rabillo de mi ojo como Lucila dejaba caer su vestido al piso y se sacaba su ropa interior, para venir desnuda a mis espaldas, ella me abrazó por detrás y sentí sus pechos calientes en mi espalda desnuda, como empezaba a besar mis hombros en forma muy rica y no solo eso, también sentía la pija dura de Ángel refregarse en mi bajo vientre, había quedado al medio de un empardado
Luego me giraron, ahora sentía esa verga que añoraba pegada a mi culo, y estaba frente a frente con mi amiga, y nuestras miradas se cruzaban en deseo, y volvimos a besarnos lentamente, llevé mis manos a sus tetas y ella solo deslizó los breteles para dejar caer el vestido al piso, para que ahora nuestros pezones se rozaran mutuamente y no me pregunten porqué lo hacía, porque ni yo misma podría explicarlo, solo sentí sus dedos colarse bajo el frente de mi tanga para acariciarme muy profundo al punto de hacerme jadear demasiado
Angelito se había retirado del juego, se había desnudado y se había recostado, pude ver por primera su sexo tal cual era, grande, bonito, y me mordí los labios en deseo contenido
Lucila me tomó de la mano y me llevó a donde él estaba, una a cada lado para ser más precisa, arrodilladas, ella le pasó la punta de la lengua de abajo hacia arriba y yo hice lo mismo al otro lado, con nuestras miradas clavadas mutuamente en los ojos de la otra, tan cerca que hasta podía sentir su aliento, y me derretía en todo ese juego, una vez y otra vez
Cada tanto, nuestras bocas se encontraban y nuestros labios se fundían en besos llenos de pecados, me estremecía la situación impensada que vivía con mi amiga, y solo me mojaba mucho con todo lo que sucedía
Lucila parecía haber perdido de repente toda la borrachera, y era quien llevaba el control del juego, hizo que saliera de donde estaba para al fin sentarme sobre la verga de su novio, no podía creerlo! Me lo servía en bandeja!
Tomé la pija de Ángel y me dejé caer suevamente sobre ella, entró poquito a poco hasta comérmela toda en medio de un rico suspiro, él me tomaba por las caderas con sus grandes manos para hacerme llegar bien profundo, a tope, y empecé a moverme con cadencia
Ella, entonces fue directo a sentarse sobre su rostro, me dio risa porque ella se movía con lujuria y parecía asfixiar al pobre de su chico
Ella tomó mis manos y las puso sobre sus tetas, y luego puso las suyas sobre las mías para acariciarnos mutuamente, mientras no dejaba de quemarme con la mirada
Y solo no pude retener mi orgasmo, es que todo era tan perverso, me sentía tan puta, tan lesbiana, tan retorcida…
Y por si no fuera suficiente, sentí glorioso hacerlo llegar a él también, sentí su verga tensa y sus manos apretar mis caderas, y solo me seguí moviendo mientras le decía
Quiero tu leche! Dame tu leche!!!
Caí de lado extenuada, estaba toda transpirada, inconexa…
Lucila fue entre mis piernas y empezó a comerme la conchita a besos, es que no dejaba de escupir leche y todo eso era muy porno, era el semen de su chico, pero estaba en mi sexo! De donde había sacado mi amiga ese lado oculto de mujer a mujer?
Pero Ángel no perdía el tiempo y vino directo a metérmela en la boca, estaba riquísima porque aun tenía impregnados sus jugos y solo me encendí nuevamente
En segundos se puso dura como piedra y por primera vez tomaría un rol activo en el juego, desplazando a su novia
Vení… – me dijo apartándome de donde estaba – ponete en cuatro, te la quiero dar por el culo…
Y acá confieso que por ahí era virgen hasta ese momento, no era algo que me agradara, pero Ángel, yo solo no podía decirle que no, así que solo lo hice en esa oportunidad para complacerlo, mientras Lucila se acomodó a un lado, sobre un sillón amplio de dos plazas, como espectadora de lo que vendría
El primero me dio una eterna y hermosa chupada de culo, como nadie me lo había hecho nunca, y fue relajante y hermoso, y solo me deje llevar
Me dolió cierto, pero mi placer era darle placer y lo dejé acabar donde quisiera hacerlo
Cuando terminamos, me besó en la boca muy rico, muy romántico y me deshice en esos minutos, porque sabía que todo se terminaba
Lucila volvería a sorprendernos, ella dormía plácidamente desparramada sobre el sillón, incluso roncaba tranquilamente
Nosotros nos miramos y no pudimos evitar sonreírnos por la loca situación, pasé al baño a higienizarme, y cuando salí él ofreció a llevarme a casa, pero le agradecí, el sol ya estaba alto y su lugar era al lado de su chica
Tomé un taxi, y en el viaje me quedé sola con mis pensamientos, y quise morirme, que diablos había hecho? Como lo había permitido? como podría desandar lo andado? Si había intimado con mi amor prohibido, si era el hombre de mi mejor amiga, y mi amiga… como mirarnos y hablar de ese momento lésbico, nuestros besos, nuestros sexos desnudos ahora estarían presentes por siempre, y en cada cruce de miradas, los fantasmas de todo lo que habíamos hecho, estarían siempre rondando en el ambiente
Un par de días después, para mi sorpresa, sería Ángel quien me escribiría y me pediría reunirnos por lo que había sucedido, tenía tanta pena que ni siquiera quería contestarle, pero él insistió una y otra vez, y bueno, no era cualquiera, era Ángel
Nos encontramos en un bar perdido, un poco a escondidas, tenía mucha vergüenza por lo que sucedería, ni siquiera podía imaginar poder mirarlo a los ojos, por que yo no era una putita cualquiera, y lo que había permitido que sucediera era solo por el amor inconfesable que sentía por él
Para mi sorpresa, él tampoco estaría cómodo, para él también todo habían sido jugadas del destino y pude relajarme con su sonrisa
Hablamos, y noté en sus palabras que él por primera vez podía ver todo con mayor claridad, él había descubierto mi secreto y al fin habían caído mis corazas…
Esa tarde, desde ese bar terminaríamos de la forma más inesperada en un motel haciendo el amor, y si, tal vez me volvería a equivocar
Seguirían meses en los que viviría entre el cielo y el infierno, la relación de pareja entre ellos había entrado en una inexplicable pausa para Lucila, claro, ella ignoraba que yo era la causa, puesto que el sexo entre su prometido y su mejor amiga se hicieron habituales
Y era todo una mierda, porque me entregaba por completo a Ángel, no podía evitarlo, y solo le pedía que no me rompiera el corazón, porque en cada encuentro nos jurábamos un adiós, por lo que le estábamos haciendo a Lucila, pero siempre habría por delante un nuevo encuentro
Llegaría el día en que las cosas darían un nuevo vuelco, Ángel se había enamorado de mi, locuras del destino
Me vi en la difícil situación, el camino se bifurcaba y solo podía tomar una decisión, volver a llorar en silencio por el hombre del que me había enamorado, dejar que ellos siguieran su camino de pareja y regalarles por siempre una falsa sonrisa, ó, luchar por ese amor platónico a capa y espada, quedarme con la mejor porción, aunque ello implicara ganarme el odio eterno de mi alma gemela, porque eso era Lucila, y cualquiera de las dos opciones traería consecuencias
Obviamente tomé un camino, y me reservaré el derecho a comentar cual fue, y lo que sucedió, dejo el final abierto, para que ustedes saquen su propias conclusiones, o tomen el camino que crean que era lógico haber tomado
Si te gustó esta historia puedes escribirme con título MEJORES AMIGAS a [email protected]
¿Te gustó este relato? descubre más relatos para adultos en nuestra página principal.