Me cogí a la prima de mi esposa
📋 Lecturas: ️10226
⏰ Tiempo estimado de lectura: 4 min.
*Jamás pensé que esa bella mujer mamara bien rico. Me dejó seco de tanto sexo que tuvimos.
Por un accidente automovilístico sufrí lesiones en ambas manos, que tardarían por lo menos 40 días en sanar, situación que vino a dar un giro drástico a mis actividades personales y laborales, pero también en mi vida porque terminé cogiendo con la prima más buenota de mi mujer.
Los días de mi recuperación coincidieron con las vacaciones de mi esposa, que ya estaba por reintegrarse a su empresa y no había la posibilidad de tener permiso porque estaba por coordinar una campaña publicitaria.
Como ya presentaba bastantes avances en mi recuperación, llegamos a la conclusión que me quedaría solo en casa hasta el regreso de mi esposa de su trabajo y me acomodaría a sus horarios para bañarme y mis necesidades fisiológicas, las mismas que ya realizaba solo, aunque se me dificultaba un poco.
Como caída del cielo, el fin de semana llegó Victoria, una de las primas de mi esposa, que se había enterado de mi accidente y por cuestiones de trabajo no había podido visitarnos.
Dijo que estaba en la mejor disposición de apoyarnos. ¡De verdad harías eso por nosotros, gracias prima, no sabes cuánto te lo voy agradecer!, dijo mi adorada esposa.
El lunes a las 7:00 de la mañana llegó Victoria, le habían dado dos semanas de vacaciones. A las 9:00 de la mañana estaba profundamente dormido y entró la prima de mi esposa al cuarto, abrió las ventanas y las cortinas, diciéndome: “flojo, levántate, ya está el desayuno, que se enfría”.
Acostumbro a dormir sin ropa y eso no lo sabía la prima. Al quitarme de un tirón la sábana que me cubría, quedé como Dios me trajo al mundo, estaba adormilado y no atinaba a saber que ocurría. Cuando por fin comprendí lo que había sucedido, vi que Victoria estaba anonadada observando mi pene que estaba completamente erecto.
Balbuceando apenas dijo: “disculpa primo, solo quería despabilarte para que bajes a desayunar porque se enfría”, mientras que yo me sentía rojo como un tomate porque me tomó por sorpresa. Bajé a desayunar y el resto de la mañana transcurrió con normalidad.
Para bañarme me puse bolsas de plástico para protegerme las vendas, afortunadamente ya me habían quitado el yeso. Casi me desmayo cuando Vicky se metió al baño solamente con una blusa de tirantes y un bóxer de mi mujer. Comenzó a enjabonarme y a tallarme, obviamente tuve enorme erección que no pasó desapercibida.
Comenzamos a besarnos, me dijo que desde hacia tiempo había deseado este momento. Me hice el difícil, diciendo que no podía ser porque era prima de mi esposa, en respuesta se puso de rodillas y me empezó a dar una mamada de verga e hizo que me empezaran a temblar las piernas. De no haberse puesto de perrito me habría venido en su boca, la penetré de un solo golpe y gimió.
Durante toda la semana cogimos bien rico en diferentes posiciones y no solo en la cama de matrimonio, también en la cocina y hasta en la cochera.
Victoria está casada con un empresario, tiene un cuerpo hermoso que disfruté cada día, unos senos maravillosos y una vagina cubierta solamente por una estrecha tira de pelos, unas nalgas encantadoras que cubren su culito que lamí infinidad de veces antes de dejárselo lleno de leche. Sus pezones puntiagudos, enmarcados por una aureola color marrón, son su debilidad.
Como todo encanto se terminó la semana y mi prima tuvo que irse, con la promesa que volveremos a estar juntos para coger de lo más rico. Gracias mi bella y hermosa prima, extraño verte chupándome la verga para finalmente tragarte todo mi semen.