Relatos Eroticos de hijo (Pagina 11)

[Amor Filial] Mi nombre es Begoña y vivo en una ciudad del norte de España, cuyo nombre prefiero no decir para mantener el anonimato de mi relato. Tengo 48 años y mi físico entra dentro del standard que puede considerarse normal para una mujer de mi edad: 1,68 m. de altura, pechos más bien voluminosos, anchas caderas, culo apretado, ojos verdes y cabello castaño. Estoy casada con Carlos, de 52 años, y tenemos una hija, Cristina, de 24 años, y un hijo, Borja, de 18 años. Pertenecemos a la clase media gracias al esfuerzo de mi marido, quien se pasa casi todo el día trabajando, demasiado tiempo para mi gusto. Es, como le digo muchas veces, un verdadero adicto al trabajo. Tanto es así que sus obligaciones maritales las tiene bastante olvidadas por lo que muchos días tengo que autosatisfacerme a escondidas, cuando estoy sola en casa, para compensar esa falta de atención de mi esposo.
15-Feb
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[Intercambios] Somos un matrimonio normal con 9 años de casados. Yo tengo 37 y Maria es chiquita, de 33 años y con muy buen cuerpo y unas lolas arregladitas por el cirujano luego de amamantar 3 hijos, por lo que le han quedado grandes pero muy naturales.
16-Jan
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[Amor Filial] Hola a todos, mi nombre es Montse y cuento con 43 años, estoy divorciada y soy asidua visitante de esta página de relatos y gracias a una persona muy especial, que escribió su historia, hoy puedo yo misma escribir la mía. Tengo que agradecer a Rachel y a su hijo Eduardo la ayuda que me han brindado, ya que gracias a una intensa correspondencia que he mantenido con ellos he podido ver cumplida mi más íntima y secreta fantasía. Todo empezó cuando leí la historia en la que una madre mantiene relaciones sexuales con su hijo, esta mujer dejaba su dirección de e-mail para que pudiéramos ponernos en contacto con ella, así pues yo lo hice. Le conté la verdad y nada mas que la verdad, algo que les pasa a muchas mujeres, que mi hijo me excita y que no me disgustaría en absoluto mantener sexo con él, es mas, lo deseaba y no dejaba de masturbarme pensando en él. He llegado al extremo de espiarlo, mi hijo tiene un pene bastante grande, le mide cerca de 19 cm y de un grosor importante, y eso a ninguna madre se le pasa por alto. Soy una mujer alta y que se sabe cuidar, nuestra condición económica no esta nada mal, vivo con mi hijo Jorge de 23 años y con mi hija Patricia de 18 años. Todo comenzó por culpa o gracias a Internet, he leído casi todos los relatos de incesto que ha publicado esta página y la idea de poder llevarme a mi hijo a la cama cada día era más obsesiva, pero no se me ocurría ningún plan verdaderamente eficaz para llevarlo a mi terreno, en otras palabras que no me atrevía a dar ese paso adelante, quería darlo pero también quería tener toda la seguridad de triunfar y de que me saliese bien, así que escribí a Rachel para que me aconsejara con ello, y me contó algo que he llevado a la práctica y ha dado todo el buen resultado que yo misma hubiese querido.
12-Jan
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[Amor Filial] He leído asiduamente los estupendos relatos de incesto y me agradaría compartir con los lectores una experiencia fascinante que he tenido y tengo con mi madre. Vivimos en Buenos Aires, tengo 22 años, soltero, único hijo, y mi madre, de 50, una mujer muy sexy que quedó viuda hace menos de un año. La atracción sexual de mi madre sobre mí comenzó desde hace 3 años y mi excitación provocada por ella se calmaba con frecuentes, por no decir diarias, masturbaciones. Cualquier lugar y motivo me impulsaba a pajearme, especialmente cuando a través de un vidrio esmerilado veía su silueta bañándose. Otras veces me masturbaba inconteniblemente al verla pasear en ropa interior (especialmente en verano) por la casa, aún en presencia mía, pues mi madre fue muy liberal en ese sentido.
11-Jan
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