Mi rebeldía de adolescente ante lo establecido

La prostitución de mi cuerpo que aún sin entender la realidad e implicaciones excitaba mis sentidos. Era mi rebeldía de adolescente ante lo establecido y definitivamente me hacia ya ser parte de un mundo diferente!!!

Aún recuerdo claramente el paso de esos días antesala a la ?reunión?, la mezcla de excitación y temor, de deseo y duda, la rápida lentitud del tiempo que al pasar se entretelaban sensuales figuras claramente presentes en mis fantasías?

Así llego el miércoles y con él la hora del encuentro en el ya famoso Parque. El coche de Hernán ya estaba esperando, me acerque con cierto nerviosismo y la puerta del conductor se abrió, un joven de unos 25 años, claramente un hermoso homosexual, cabello largo y castaño claro, fino de facciones pero siempre masculino, vestido en camisa y pantalones blancos en fina seda y notablemente holgados. Me recibió con una cálida sonrisa diciendo:

   -Hola, soy Antonio y tú debes de ser Misha, Hernán me ha hablado mucho de ti, que gusto conocerte, al tiempo que me besaba en ambas mejillas. Vamos me dijo, tenemos tanto de que hablar y subí al coche. En el trayecto y después de las consabidas preguntas de formalidad, él, notando un cierto temor envuelto en silencioso nerviosismo, propuso relajarme al llegar con un buen masaje, prometió que seria un esplendido día para disfrutar y gozar ya que las reuniones en la casa de Hernán, siempre eran divertidas. Diferentes?

La plática camino a la casa fue informativa. El estaba ?encargado? de hacerme sentir cómodo y ayudarme en mi ?arreglo? personal siempre pensando en la fiesta, los invitados y lo que de ahí derivara?
?Casualmente? también menciono con una tímida y sugestiva sonrisa, que Hernán estaba muy orgulloso y emocionado de que fuera su acompañante el día de hoy?

Obviamente en todo esto había que leer entre líneas.
Antonio como dije, era abiertamente obvio y femenino, de una belleza que rayaba en lo clásico, como esculpido por Miguel Ángel en fino mármol.

Llegamos a la casa, una hermosa casona antigua de las Lomas, Antonio paró el coche en la rotonda, al frente de la entrada principal y con un alegre ?ya llegamos? bajo del coche.

Al bajar le pregunte donde estaba Hernán porque lo quería saludar, pero el con picaresca sonrisa dijo: -No, no, no?primero tu y yo nos vamos al cuarto de visitas porque tenemos que arreglarnos, ponernos ?bonitos? para la fiesta, ya saldremos después y lo verás, pero no comas ansias, todo a su tiempo mi niño. Todo a su tiempo...

Fuimos al cuarto de visitas que era inmenso, la cama era definitivamente la mas grande que yo había visto en mi vida, los muebles modernos en diseño, eran perfectos y armónicos a la vieja arquitectura, el baño tenía una inmensa tina al centro y los espejos que ocupaban casi dos de las paredes, daban mayor amplitud óptica al ya de por si inmenso cuarto.

Antonio se sentó en la cama y tomándome de las manos me dijo: -Mira bebe, yo se por lo que me ha platicado Hernán, que tu eres especial, no tienes casi ninguna experiencia, así que te voy a explicar paso a paso que haremos aquí tu y yo ok?

-Lo primero que vamos a hacer es relajarte con un buen masaje, darte una buena ducha, y con ello no hablo de un baño, hablo e una ducha interna. De un enema. Sabes lo que es eso? Esto es con el fin de que tus ?partes? es decir tu apretado culito por dentro y fuera, quede perfectamente limpio y así evitar cualquier sorpresa desagradable. Hernán me dijo que temías pudiera suceder esto. Te aseguro que puedes estar tranquilo.

Lo siguiente, será depilarte todo bello corporal, y cuando digo todo, quiere decir todo porque así le gusta a Hernán. Por tus años y con tu constitución, no es algo drástico ya que según veo hay poco bello por quitar y por último, pues ya te vestirás con los regalos que él me dijo te había dado. Los trajiste verdad? Pregunto sabiendo de antemano la respuesta.

Y continuó: -Mira Misha, Hernán es un hombre muy esplendido y bondadoso, solitario, reservado, de ?gustos diferentes?.
Lo único que pide a sus ?amigos? es obediencia y actitud por complacer. A cambio de ello, hay beneficios invaluables?
Yo soy ?amigo? cercano de Hernán desde ya hace un buen tiempo, no soy su amante, pero lo fui. Ahora soy su amigo, socio y persona de toda su confianza, por ello, preparo a jovencitos como tú para entenderlo, no sin antes contestar todo tipo de preguntas que tengan al respecto. Estoy para despejar dudas y guiarte en tú comportamiento a seguir en ciertas ocasiones, que de continuar siendo amigo de Hernán seguro se presentarán, en fin, hacer mas fácil este nuevo mundo que se te abre donde dar y recibir placer es lo importante. Ya nos conoceremos mejor y sabrás de qué te hablo.

No te voy a mentir así que quiero que sepas que tú no eres el único de sus ?amigos? y probablemente nunca lo serás, pero eso ya dependerá de ti. Sin embargo insisto sobre su interés en esta amistad. Yo pocas veces lo he visto tan emocionado en alguien como lo esta ahora contigo. Creo que gran parte de esto se debe a tu inexperiencia y también, aunque suene contradictorio, a tu obvia sensualidad de esa inocencia perversa que identifica en ti prometiendo placeres...
Es un maravilloso amante, complaciente, tierno y cuidadoso. Algunas veces es exigente y hasta digamos agresivo en sus gustos y preferencias, pero jamás te obligará a hacer algo que tú no accedas. Quizás habrá momentos en que te pida favores incluyendo dar placer a alguien más?Algunas veces él presente y activo pero en otras no. Habrá negocios que dependerán de tu actitud. Ahí es donde entro yo a prepararte porque conozco la mayoría de los gustos de sus amigos y clientes. Recuerda Misha; Si tu no quieres, repito, él jamás te obligara, pero te puedo garantizar que de tus ?formas? para complacer, mayor remuneración habrá y esto es, en todos sentidos. Entiendes??? Favor con favor se paga nene...

Pienso que he sido claro en cuanto a lo que de ti se espera, así que te pregunto: Quieres quedarte??? Estas convencido???
?Si, respondí sin dudar.

-Pues bien dijo, manos a la obra.
Ese día aprendí bajo la supervisión de Antonio, el tan necesario pero tedioso aseo y cuidados íntimos de nosotros los homosexuales, el ?arte? de la depilación y preparación, siempre pensando en dejar un poco de vello en las partes estratégicas (como él les llamaba) para que la ?masculinidad? no se pierda por completo ya que a fin de cuentas a un homosexual le gusta estar con hombres.
Experimente con Antonio una maravillosa y sensual intimidad al masajearme. El sexo oral fue con él algo nuevo, nunca experimentado. Curiosamente el nunca permitió que me viniera porque así, al salir a la ?reunión?, mi ?carga sexual? estaría intacta, mi sexo húmedo y el deseo latente?

Antonio se entregó al placer de mi inexperta boca llenándola con su espeso semen y enfatizando tenerlo en mi boca por unos segundos y después tragarlo, a Hernán le encantaría besarme sabiendo de los residuos de nuestro encuentro, pues él así lo había pedido?   
Antonio se convirtió desde aquel momento en una de las personas más queridas e importantes en mi vida. A mis casi 18 años y él a sus 25 se me hacia un hombre maravilloso y lo admiraba al ser abiertamente gay, poseía un profundo conocimiento del ser humano como homosexual, con un sentido común envidiable, una libertad sexual honesta y sin recatos, un agudísimo sentido del humor y una rapidez mental a toda prueba, por todo esto, él seria parte fundamental en mi desarrollo como ?acompañante? y mas aún, basado en sus experiencias, un incomparable mentor en como desarrollar mis atributos y llegar a ser un buen amante.

Al terminarme de vestir y mirarme al espejo note que el cambio físico no había sido tan drástico, era yo, el mismo Miguel pero que ahora abría la puerta a Misha.

Mis ajustados pantalones de cuero negro resaltaban la redondez y firmeza de mis nalgas y al frente, delineaban perfectamente mi sexo en el suave cuero.

Antonio me había prestado una camiseta negra sin mangas, ajustada al cuerpo en fino material semi transparente y unos botines cortos tipo flamencos de tacón semi alto. El pelo suelto llegaba casi a mis hombros?Era una imagen bella que sin dejarme de ver como un adolescente de 17 años, resaltaba esa parte femenina de la cual era consciente y con el tiempo aprendería a explotar?
Salimos al salón que daba a una hermosa terraza y en donde ya se encontraban varios de los invitados. La concurrencia confirmaba parte del tema en la plática sostenida entre Antonio y yo. Los amigos de Hernán eran definitivamente ?diferentes?, casi todos entre 40 y 60 años, hombres pudientes y ricos acompañados de jóvenes entre los 18 y 22 años, algunos obviamente afeminados y otros no. Hernán se acerco a mí besándome en ambas mejillas y susurrando al oído que me veía espectacular, me tomo del brazo y comenzó a presentarme.
Es curioso, hubo un momento que me sentí como mercancía, porque aunque educados, las miradas de estos hombres eran lascivas, cargadas de sexualidad y deseo. Hipócritamente felicitaban a Hernán por su ?buen gusto?, pero aprovechaban para discretamente tocarme las nalgas y otros el paquete tan notorio a través del fino cuero de mis ajustados pantalones.

Jamás me sentí incomodo, y es mas, agradecí lo halagos con un dejo de tímida apertura. Me sabía en control. En cambio los acompañantes fueron mas fríos y ?celosos?, hubo varios en los que note una gran familiaridad con Hernán, lo que me hizo suponer que habían o aún tenían relaciones con el.

Otra cosa que note, es que la mayoría de los acompañantes no eran mexicanos. Había argentinos, colombianos, españoles, dos bellísimos checos, me llamó la atención un negro perfecto, era Brasileño, con un cuerpo delgado y duro. Sus apretados jeans delineaban el suculento tamaño de su miembro. Con él nació mi ?gusto? por los hombres de color?Si puedes con su masculinidad, tienes garantizado un increíble placer...Decía Antonio.

En fin había de todo y para todos y yo no podía ocultar mi asombro al ser parte ya, de todo esto.

Entre los invitados, había un hombre de unos 60 años al cual todos le llamaban el ?inge? y que por el comportamiento de de los demás invitados hacia él, se notaba que era la persona más ?importante? en la reunión, inclusive Hernán lo trataba de forma preferencial?Para las 6 de la tarde, la atmósfera de la reunión se había hecho mucho mas relajada, el alcohol y drogas empezaban a hacer su efecto en muchos de los jóvenes que se insinuaban abiertamente a los hombres mayores con natural desparpajo, aun cuando estos no fueran sus ?parejas? originales. Decidí que si no estaba acompañando a Hernán cuando este me indicaba esperar ya que atendería asuntos importantes, me acerqué haciendo conversación al hermoso brasileño que solo verlo me excitaba?
Antonio se acerco a mí y discretamente me dijo que Hernán le había pedido que me llevara a la biblioteca. Siguiendo a Antonio y pensando que por fin tendría unos momentos solo con él, toco Antonio la puerta y una voz contesto: -Pasa, abrió la puerta y al entrar me encontré con el famoso ?inge?. Antonio me hizo la señal de que pasara quedándose el fuera. El inge me llamo para que me acercara a el y me dijo: -Así que tú eres el nuevo juguetito de Hernán, contestando afirmativamente con timidez.

-Mira, me dijo, Hernán y yo tenemos gustos muy similares, pero él me pidió que este día serias para el y eso lo respeto, pero según se, tu boca está ?fuera del pacto? y eso sí me fue permitido usar, así que quiero saber si realmente tienes madera...

Entonces abriéndose la bragueta y tomándome de los hombros me ?forzó? a hincarme quedando su flácido miembro a la altura de mi boca.
El ?Inge? era un tipo desagradable, feo, gordo y prepotente con un pene corto y grueso el cual introduje en mi boca para sentirlo y hacerme sentir, después, empecé suavemente a juguetear con rápidos movimientos de lengua poniendo especial atención a su cabeza, poco a poco sentí como se endurecía. Entonces poniendo atención a sus enormes testículos, especialmente a la parte de atrás con mi lengua para después ponerlos uno a uno en mi boca. La dureza de su pene me hizo olvidar de su fealdad. El sabor y el olor de su miembro pasó de ser desagradable a intoxicante. Continué ya confiado sintiendo la dureza de su verga hasta llegar a mi garganta ya abierta. Después de unos minutos y escucharlo llamarme perra puta, mamadora fina, niño puto, zorra y no se cuantas otras cosas al tiempo que me tomaba por la cabeza obligándome a tragarme sin empacho su gruesa verga, sentí finalmente esa inconfundible sensación del miembro pulsante, la obvia reacción de un hombre excitado que precede a la consabida eyeculación, y que al llegar, recibí con entrega, gusto y sumisión total?
El Inge estaba ?cargado? y su tibio semen inundo mi boca que chupaba y tragaba su leche tan rápido como esta salía. Con movimientos estertóreos terminó y sentí como entonces empezó a perder rigidez, pero yo continuaba con él en mi boca, sin molestarlo.
Una vez terminado, me tomo por los codos y levantándome me beso y sentenció: -La siguiente vez, te quiero coger como a una puta, es más, te voy a ?vestir? como puta?Y conteste: -Estoy para servir a Hernán y a usted si así me lo ordena. Y dándome la vuelta salí de la biblioteca contoneando mi duro trasero y sintiéndome maravillosamente por haber tenido y mantenido a este hombre bajo mi total control. Era una sensación de absoluto poder?

Antonio me esperaba afuera y dijo: -Misha, Hernán esta muy agradecido y orgulloso de ti por este favor, acabas de ?estar? con uno de los hombres más importantes del país bebé, vente, vamos a divertirnos un rato, y tomándome de la mano salimos a la fiesta.

Ignoraba que lo que acababa de suceder sería el verdadero principio de mi vida como ?acompañante?, que Hernán propiciaba para su beneficio al hacerlo nosotros con hombres poderosos de gustos diferentes? y que fue de gran ayuda para ambos en relaciones de negocios y me llevo a experimentar el ?valor? que mi cuerpo y mis recursos para dar placer me redituarían en viajes, ropa para vestirme finamente y de acuerdo a la ocasión, pero más al gusto de mis acompañantes, los de mis clientes?Sabía que mi vida cambiaria radicalmente.
En ese momento me supe sexo servidor, lo acepté y no me molestaba, por el contrario me excitaba?