Una carta para ella

Autor: Anónimo | 14-Mar

Lesbianas
Ayer tuve un buen sueño, contigo por supuesto. Quiero contártelo. Espero seguir soñando así. Yo, como de costumbre, estaba sentada en el escritorio de mi oficina. Papeles por todas partes, algo de música, el teléfono sonando, gente pasando por afuera, entrecortada por la persiana que da independencia a mi sala de trabajo. Te vi pasar varias veces. Seguía tus pasos, miraba tus caderas, miraba el movimiento del cabello. Pese a que llevamos varios meses de compañeras, nunca había reparado en el color de tu cabello, rojizo. Pero hoy, especialmente hoy, ese color provocaba en mi un sonido distinto, parecía que podía sentir el roce de tu cabello, el movimiento de tus caderas, el calor de tu sonrisa; simpática, alegre, humilde y hoy, particularmente hoy, provocativa.

Me desconcerté por unos momentos, mi boca más abierta de lo normal, mis brazos más relajados y mis piernas más cómodas que nunca. La sensación de relajo y libertad me invadía por primera vez en el trabajo. Mi propia oficina era escenario de un momento de bienestar, placer y ensoñación. Sin embargo, no eran mis brazos, ni mi boca ni mis piernas. Eran tus caderas, era tu cabello y era tu voz que me tenían así, atontada, relajada, atrevidamente desconcentrada de los papeles. Varias veces pasaste frente a mi ventana, algunas me saludaste con simpatía. La misma simpatía de siempre, pero yo la recibía distinta, más cálida, más cómplice. Hasta pensé que te habías percatado de cómo miraba tus caderas, de cómo soñaba con tu cabello sobre mi rostro, de la fantasía de tu voz gritando suaves quejidos. Una locura. Pero fue una vergüenza lo que sentí cuando me sorprendiste así, tú entrando a mi oficina yo pensando secretamente en ti.

Me pasaste unos papeles, revísalos; sí con gusto. Gracias. De nada. ¿Te los dejo en tu oficina? No es problema, hasta la tarde.

El almuerzo fue extraño, las dos separadas, yo unida a ti en mi deseo. Pensaba en los papeles, en terminarlos a tiempo, en revisar el bendito trabajo que me pedías; quise dejar el postre para el final del día, partí eficiente a mi oficina. Nada de café conversado ni tabaco con las otras secretarias. Esta tarde estaría dedicada a ti, al trabajo que me pediste.

No era nada fácil, cálculos, cartas por hacer, algunos reportes. No alcanzaría, lamentablemente te irías pensando en mi lentitud, yo en sus caderas y en su disimulada cara de frustración. Para evitar algo peor, te llamé. No estabas. Pensé en el busca personas, muy impersonal, pensé. Dejé un mensaje sobre tu cartera en tu oficina, simple, corto, eficaz: "Trabajo difícil, me quedaré hasta terminar", me quedé con la secreta esperanza de recibir respuesta, algo así como "tráelo el lunes", "no te preocupes". Pero eres muy estricta como para ello. Me aboqué a tu trabajo.

Comenzó a pasar gente, con carteras, con sonrisas. Hora de salir. Y tú ni respondías mi mensaje. Con tanta pasión que escribí cada letra, con tanto deseo que esperaba una respuesta que me contestaste. Una suave vibración en mis caderas me avisaba que alguien me buscaba. Eras tú. Era tu respuesta. "No te preocupes, yo me quedaré trabajando hasta tarde", decía la pantallita del buscapersonas. Un alivio. Un sueño, una tranquilidad. Trabajaría hasta tarde, pero contigo. A varias oficinas de distancia, pero contigo.

Ya tarde, pasaste por mi oficina. ¿Café? Sí, gracias. ¿Conversamos un cigarro? Claro, toma uno de los míos. Sólo el pensar que unos de mis cigarros estaría besando tus labios me producía mucho gusto. Nos sentamos. ¿Cómo está tu esposo? Le pregunté mientras no escuchaba su respuesta. Una excusa para que me hablara, pues están mis ojos los pendientes de ti. Tu boca se movía con sensualidad, gesticulabas con energía con las manos, expresabas rabia, a veces ternura. Esos bruscos movimientos hacían que tus dos preciosos pechos se movieran a ritmo de sentimientos y gestos, tal vez recuerdos, tal vez deseos. Cruzabas y abrías las piernas, mostrando agilidad y erotismo.

Tus piernas, abrazadas con pantalones de cuero negro, ajustados. Mis piernas, vestidas con medias rojas y falda gris. Mis senos, mirándote, escuchándote, gozando las vibraciones de tu voz, estremecida yo entera por tu presencia. Reparas en ellas, en mis medias. Lindas, dices. Y me pides que me pare. Yo modelaba para ti, me movía. Incluso subí un poco mi faldita para que las pudieras ver completamente. Te acercaste, me pediste un favor. Accedí. Querías ponerte mi ropa, yo la tuya. Un juego de niñas, de niñas grandes. Accedí. Con nerviosismo, cerré la persiana de mi oficina. Así, brusca, repentina. Tan repentina como mi deseo por ti y por tus caderas. Así fueron tus palabras. Osadas, como nuestra presencia en mi oficina. Lúdico, como las palabras que hace rato poníamos entre nuestros deseos y nuestras insinuaciones. Tanto tiempo, tanta espera, tanta aventura por esperar, nos tomaba ahora a ambas por ineludible sorpresa.

Desabrochaste tu pantalón. Tus caderas quedaban a la vista de mis ojos y ellos a la vista de los tuyos. Te deseaba más que nunca. Me mirabas fijo mientras tus manos movían los pantalones hacia abajo, moviendo las caderas de lado a lado. Blancos, blancos hermosos te cubrían, te mostraban más bella que el cielo, más alcanzable que las estrellas. En todo su esplendor: tu cadera, excitante. Sólo queríamos cambiar las ropas y estaba yo deseando cambiarme en ti, montarme en ti, gemir en ti, regalarme a ti, alcanzarte, tocarte, fundirte. Te acercaste a mí, yo intranquila pero pasmada. Ardiente pero quieta, toda tiesa. Me tomaste por la cintura y me desarmé. Quedé para ti, entregada, confiada, relajada. Quedé mujer.

Mi falda no fue problema, cubría ahora mis pies. Mis medias rojas te abrían sus secretos. Suavemente metiste tus tibias manos bajo ella, para sacarlas con suavidad. Desnudarme mientras tus manos rozaban mis piernas y tus ojos miraban a los míos. Las dos, casi desnudas, casi amantes, casi compañeras, casi madres, casi esposas. Eres linda, dije, en un esfuerzo de valentía. Tus temor me excita, dijiste mientras sacabas los botones de mi blusa. Uno mío, uno tuyo y ambas en ropa interior y besándonos las manos, abrazándonos. Sintiendo cómo nuestros senos también tenían su juego. Nuestras caderas se juntaban en un coito imposible, de vacío, de paños y dedos.

Mis manos por tu espalda, las tuyas en la mía y las dos mirando nuestros senos, levantados, deseosos, atentos. Tú besaste primero, mientras mis ojos se elevaban al cielo. Pero fue el sabor de tus senos el que me hizo volar. Dulce y potente como lo que hacíamos. Exótico y lésbico.

No fue mi mano la que esta vez me desnudó. No fueron mis dedos los que exploraron en mis solitarios secretos. No fueron mis labios los que mis dedos tocaban, no eran mis orgasmos lo que mis dedos profundizaban. Pero eran nuestros quejidos, fundidos en el calor del encuentro y desnudez lo que nos juntaba, como amantes, como novatas. Mi boca sembrando en tus caderas, tus labios besándome, comiéndome en la complicidad del encuentro de tus labios y mis senos. Todo ardía, potente, vertiginoso dentro de nuestras piernas.

El juego se pospuso, no compartíamos la ropa sino la desnudez, cuánto más excitante, cuánto más por explorar.

El juego se pospuso. A cambio, sentadas, acostadas, montadas. A cambio, tu orgasmo regaba mis labios. Los tuyos el mío. Juntas y el trabajo sin terminar. El trabajo por fin esperando, pospuesto por la mujer y la mujer. Por este primer encuentro, cóncavo, estéril.

Relatos relacionados

Hola, cuando uno es chico acostumbra jugar a los novios de muy pequeño. Con mi prima lo haciamos de chicos pero recuerdo una ocasión en especial. Cierto dia nuestros papas nos dejaron solos en la casa de ella, ella se puso a leer una revista se decía que estaba aburrida, asi que de pronto me dijo ¿masaje? asi me decia cuando queria cojer. Yo por supuesto le dije que si y ella empezó a sobar mi pene parandolo poco a poco yo tenia 16 y ella 15 y medio años....
09-Feb
23189
HOLA ME LLAMO CARLOS Y TENGO 19 AÑOS ESTO QUE LES VOY A CONTAR ME SUCEDIO ASE UN MES,TODO EMPESO CUANDO FUI A MI CONSULTA CON MI DOCTORA PARA QUE ME REVISARA ,PARA ESTO MI DOCTORA ME FASINAVA PORQUE SE LLAMAVA LETICIA Y TIENE 25 AÑOS, ENTONSES COMO LE ESTAVA DICIENDO ME FASINAVA , ENTONCES YEGUE AL CONSULTORIO Y YO ERA EL ULTIMO PACIENTE ENTONSES ME RECIBIO Y ME EMPESO A CHECAR LUEGO ME DI CUENTA DE QUE TRAIA UNA MINIFALDA NEGRA Y UNA CAMISA MUUUUYESCOTADA Y UNAS MEDIAS QUE...
17-May
35260
Competencia. Bianca había entrado en plena adolescencia con sus quince años y ya se desarrollaba como una hermosa mujer, me había pasado en altura, unos quince centímetros, tan esbelta, tan rubia, tan hermosa, tan joven? me recordaba demasiado a su padre, tenía su misma estampa y su mismo ímpetu. no tenía mucho que ver conmigo físicamente a pesar de haberla parido, es que soy tirando a petisa y de curvas más marcadas, más pechos, más caderas, piernas macizas y cortas. había convivido con su padre algunos años, terminamos la relación cuando...
14-Nov
19473
Ahi tenia ami completa disposición ami mamá mercedes y ya le habia hecho el amor tres veces y aun no quedabamos satisfechos y la 4 vez se puso de lado y levante su pierna y se lo meti en la panocha por atras mientras la tomaba de sus pechos y mi mamá gemia y cerraba los ojosal recibir las estocadas de su propio hijo. pronto comenzo a decir groserias, asi cabron asi meteme todo tu pitote soy tu puta soy tu mujer ronpeme la pachocha peluda...
30-Nov
58881
Antes de nada voy a describirme: soy Roberto, tengo 21 años y estudio Matemáticas en la Universidad, mido 1?78 y peso unos 75kg; me gusta el deporte y reconozco que no tengo mal cuerpo, por lo demás no hay nada que destacar. Bueno, ya les relato mi experiencia. El verano pasado, unos amigos de mis padres estaban muy preocupados por su único hijo, Carlos, tiene 15 años y en los exámenes de junio había obtenido muy malos resultados; no le querían apuntar a una academia porque preferían un profesor particular y...
25-Jul
37608
Mi confesión estaba hecha,me miró alucinado y ahora lo comprendo,quizas estaba hablando demasiado. - ¿Oye,por que no me alcanzas la esponja que está alli detras? - me preguntó con aparente inocencia. Menuda caradura que tuvo,me hizo levantarme y inclinarme hacia delante,dejando mi culo en pompa al borde de la bañera,lo que le permitió ver mi culito desnudo y mi chochito.Encima yo no llegaba y estuve unos cuantos segundos en esa posicion tratando de alcanzar la maldita esponjita. Me volví y se la alcancé.Sus ojos todavia hacian chiribitas. - Pues negros hay muchos,no es una...
15-May
38895
Hace como 4 años fue mi novio Hugo a un club de playa, bello pero muy retirado. Es un lugar paradisíaco, con cabañas muy exóticas, como selvas, y nos provocó en la noche salir a caminar a la orilla de la playa. Luego, empecé a portarme mal. Me bajaba el top del conjunto y abría sensualmente mi pareo. Allí estaban prohibidas las escenas amorosas en público y cada media hora pasaba un guardia haciendo un recorrido. El detalle le agregó más suspenso y, por ende, excitación. Al cabo de un...
08-Jun
31885
Hola otra vez somos los hermanos sofy y jonh hoy queremos compartir con vosotros mi primera experiencia como puta de lujo o scort como ya saveis por anteriores relatos que a publicado mi hermano jonh a mi me encanta putear y zorrear tanto con mi hermanito como cualquier tío que me cruce pues en esta ocacion estaba pasando unos días con mi hermano jonh en su casa en almeria y un día a la salida de una tienda nos encontramos con una amiga de mi hermano a...
22-Nov
22945
Les contare una historia real ya hace mas de 5 años. Maria, mi amante, de 43 años de 1,65 buenas gomas ..buen cuerpo para haber tenido 2 hijos. Amantes por mucho tiempo y siempre que nos encontrabamos la pasabamos de 10..muy buen sexo. Ella tenia una caracyteristica...le gustaba demasiado chuparme la pija...era feliz haciendolo y aveces solo se conformaba con eso...lo hacia de una manera muy particular que se la veia como disfrutaba...gozaba...y acababa juston en el momento que yo terminaba en su boca...era tremendo ver ese momento llenando su...
20-Dec
35966