Saliendo de la oficina

Estaba saliendo de la oficina un poco tarde y aun la secretaria de uno de los socios estaba trabajando. Siempre hemos insistido que los empleados deben de cumplir con su horario y que no es justo que trabajen fuera de el. Una cosa es que uno trabaje cuando quiera, por que es el jefe, y otra que ellos trabajen cuando no deben. El asunto es que eran más de las 8 de la noche y esa muchacha estaba aun preparando material para un viaje que tenia que hacer mi socio al otro día. Me le acerque, le salude y le pregunte si necesitaba ayuda, en seguida me respondió que no, que ya estaba todo listo, yo en realidad estaba listo para irme, pero le dije que si necesitaba algo me llamara a la oficina, me dirigí a la cocina y serví un para de refrescos. Me acerque a su escritorio otra vez y le puse la bebida cerca, ella lo tomo en seguida y con una sonrisa me dio las gracias. Me senté y le dije:

- Si ya estas terminando yo me voy a quedar aquí para acompañarte a la puerta cuando salgas.

Ella me dijo

- No señor, no se moleste que aun me falta mucho.

En seguida le dije que me había dicho que ya terminaba y que me permitiera ayudarla. Llame a una fuente de soda que estaba abajo del edificio y nos subieron unos sándwiches y nos pusimos a trabajar. La verdad no había conversado mucho con ella en el trabajo por que no tenía que ver con mi área. Pero en una hora, que fue el tiempo que estuvimos trabajando, nos conocimos muy bien. Se llama Stephania, tiene 26 años, divorciada, un hijo, viene de Maracaibo y esta estudiando abogacía. Todo un personaje. Muy madura y centrada. Blanca leche, ojos entre marrones y miel, labios finos, pelo muy largo liso color castaño, pocas tetas pero un buen culo. Se viste muy ejecutiva, de por si, podría pasar como uno de los socios. Comimos mientras arreglábamos las carpetas y si no fuera por mi, Stephani hubiera salido a media noche.

La pasamos muy bien. Cuando terminamos me pregunto si yo no seguiría trabajando y le dije que cuando me acerque a ella en realidad iba de salida pero no sentí bien dejarla sola y por eso me quede. Me dijo que yo también le había mentido y que estábamos a mano. Le dije que una mentira blanca no hace mal a nadie, sobre todo si era para ayudar, le pregunte como andaba de hambre y le pedí que no me mintiera por que me sentiría muy molesto con ella.

- La verdad es que cuando me trajo los sándwiches estaba que me moría del hambre, ya me siento mejor, pero aun tengo un poquito.

- No faltaba mas, vamos a comer y te llevo a tu casa.

Creo que la idea le gusto por que casi dio un brinquito de la silla y me dijo que si. Cuando se paro y la detalle bien, me di cuenta que nunca la había visto con detenimiento, una mujer espectacular, llena de curvas y con un sexapeel único. Bajamos al estacionamiento y salimos a un café restaurante y comimos algo ligero por la hora, ella no para de hablar y cada vez entrábamos más en confianza.

Me hablo de su ex - esposo y de por que se divorciaron. Resulta que el tipo había sido el novio de toda su vida y ella nuca conoció otro hombre, a la final resulto ser un machista que quería tenerla sometida y que lo único que quería era que tuviera hijos y se quedara en casa, cosa que no pudo frente a una mujer llena de tantas metas. Duraron casados cuatro años y listo. Me cuenta que quizás fue lo mejor que hizo en su vida fue dejarse de el por que de ahí vio un mundo nuevo, salio, disfruto, viajo y conoció a varios hombres y se dio cuenta de que le había faltado disfrutar antes de casarse;

- Que fue lo que te falto disfrutar antes de casarte?

- Tu sabes, salir tener novios, eso, tu sabes de que hablo.

Ya mi mente estaba en funcionamiento y mis hormonas estaban activándose.

- No se a que te refieres Stephani, de verdad.

- Al sexo, a eso me refiero.

- Aaaaa, ok, a eso y que tal te fue?

- Había mucha diferencia con el que conociste con tu esposo?

- Si, mucho, conocí muchas variedades, ups, disculpa, que vergüenza hablarte de eso.

- No tranquila, estamos hablando con sinceridad y eso es un aspecto importante en la vida que hay que considerar como un objetivo a cumplir, no crees?.

- Si, estoy de acuerdo.

- Y cuéntame, que tanta diferencia hubo?

- Bueno, no se como explicarte…

- Tranquila, quieres que te hable de mi vida sexual para que te sientas mas cómoda?

- Si cuéntame por favor y te prometo que sigo yo.

- Bueno, al principio mi relación con mi esposa era muy fogosa pero normal, estábamos llenos de emoción pero eso fue pasando con el tiempo, el amor continuaba pero el sexo se volvía rutinario, ya habían pasado cuatro años estando juntos y de repente redescubrimos el sexo. Primero introdujimos unos juguetes y eso avivo la llama, luego hicimos algunas cosas locas como hacerlo en la sala con la ventana abierta para que nos vieran, luego conocimos a una amiga por Internet e hicimos sexo por la cámara, luego a esa amiga la conocimos personalmente y tuvimos sexo con ella y después con su novio también y así hemos conocido poco a poco de muchas maneras de disfrutar del sexo. – Uaaao, quien te ve y quien no te conoce, la verdad es que siempre me pareciste un hombre muy serio y hasta gruñón, siempre le comente a Carmen (mi secretaria) que como te soportaba y ella me dijo que quizás tu eras el mejor jefe de la oficina. Bueno deja que te cuente un poco. Después que me divorcie me sentía un poco frustrada y me a pegue mucho a un amigo el cual se convirtió en mi confidente, poco a poco no solo fue mi confidente sino que también mi primer buen amante. El era un poco mayor que yo, el tenia 30 y yo 22. Era súper romántico, una vez trajo una botella de champagne a la cama y en vez de servirla me la baño en sima y me empezó a lamer, luego que lamía mojaba otra parte de mi cuerpo con mas champagne, y cuando quedaba poca ya en la botella me empezó a lamer la cuca y me metió el pico de la botella dejando entrar el resto de champagne que quedaba en ella y al sacar la botella bebió el liquido que salía de dentro de mi. Ya aquí en verdad ya yo no sabia que hacer, ella me estaba contando eso tan explicito y no sabia como disimula lo parado de mi huevo, pero mi cara de interés le dio pie a seguir hablando. Una vez el mismo me amarro a la cama y puso miel y mermelada en un plato hondo y con una brocha limpia empezó a pintarme los senos luego la barriga y después la cuca, empezó a lamerme las tetas y me desamarro, se monto encima mío y a frotarse conmigo a llenarse de todo lo que me había llenado y así estuvimos horas besándonos, lamiéndonos. Ay disculpe que sea yo la que siempre hablo, lo que pasa es que me e sentido muy cómoda con usted.

- No te preocupes para nada, yo es disfrutado mucho tus relatos, de verdad.

- Sabes, de tanto hablar de ellos me siento hasta húmeda.

- Si a eso vamos Stephani, no te imaginas como me siento yo.

Y sin ser muy reservada, se rodó en su silla un poco y puso su mano en mi pantalón y me toco el huevo, se rió y me dijo que estaba segura que por la cara que tenia desde hace rato que estaba con muchas ganas de cogerla. Ya que ella era tan directa le dije que si y que nos fuéramos a otro lugar por que tenia muchas ganas de darle una buena cogida para que tuviera otra experiencia sexual para contar.

Pedimos la cuenta y nos fuimos para su apartamento. Un apartamento tipo estudio muy acogedor. Una cama grande y llena de edredón, almohadas, muy acolchada. Yo no dude nada y la agarre por los hombros y me la lleve a la cama y sin si quiera percibirlo me dio media vuelta y me hizo que me acostara boca arriba y me desabotono el pantalón y o bajo con una pericia que creo no haber visto nunca.

Cuando se dio cuenta de mi calentura empezó a morderme el huevo y a besarlo por encima del interior. Casi le lo comía todo hasta que sin bajarme el interior lo hizo a un lado y lo saco metiéndolo seguidamente en su boca, ahí me di cuenta lo grande que tenia la boca cuando se lo metió todo de una vez, sentía sus labios pegados a la base del huevo y con el huevo totalmente adentro lo succionaba, que increíble. Se lo saco y se trago mis bolas mientras agarraba el huevo con fuerza con su mano izquierda, se las tragaba, las chupaba y luego las halaba hasta que se salieran de su boca, era doloroso pero verla hacerlo era un placer descomunal.

Era desenfrenada se empezó a desvestir mientras estaba arrodillada por encima mió. Se quito todo muy aprisa, me tire la corbata y me quite la camisa y ella término de bajarme el interior. Se monto en mi huevo que estaba a explorar y se lo metió poco a poco al principio pero luego que entro dos veces empezó a meterlo y a sacarlo con mucha furia mientras con la mano derecha se daba con la punta de sus dedos en el clítoris. Si yo pensé que estaba excitado ella estaba el doble. Se arqueo hacia atrás y puso sus manos en mis rodillas mientras se levantaba casi sacándose el huevo completamente y metiéndoselo otra vez dejándose caer. Se inclino un poco hacia mi y dejo que mi huevo se saliera y lo tomo con cu mano pasando el brazo por detrás de su cuerpo y lo puso esta vez en su culo, cuando sentí que estaba entre sus nalgas empecé a ser menos pasivo y la tome por las cadera y asenté un movimiento seco y le metí la cabecita de un solo golpe en el culo que hizo que tragara una bocanada de aire, puso sus manos en mis hombros y se sujeto con fuerza por que se dio cuenta que lo que venia era recio.

Así le di con toda el alma por el culo mientras estallaba de placer gimiendo y gritando que le diera más, que no parara, solo pedía mas, mas, mas. Enseguida empezó a gritar no pude soportar mas y acabe pero sin para de darle hasta que ya sentí el huevo un poco flácido y no pude seguir, pero ella me decía que no parara hasta que le dije que ya había acabado, se levanto y se echo en la cama boca a arriba a pajearse con una fuerza que nunca había visto, estaba sorprendió, era una ninfomanía, brutal, esa mujer parecía que tenia años que deseaba ser cogida. Así estuvo poco más de 10 minutos hasta que paro y casi sin poder hablar ni respirar, me miro, se acerco y me abrazo.

- Disculpa, es que desde que te vi en la oficina siempre te tuve muchas ganas y el que al final pudiera traerte a mi cama mee éxito tanto que aun siento ganas de seguir.

Confeso que hace mucho tiempo tenía ganas de cogerme y que tenía muchas fantasías conmigo pero por la distancia que se guarda en la oficina nunca quiso poner en riesgo su trabajo. Descansamos un poco, fue a la cocina y se apareció con un tarro de mermelada y así seguimos un rato más.