Algo muy personal

Hoy me encuentro excitante, me encuentro capaz de llevarme al mundo por delante porque presiento que me vas a hacer el amor, por tanto, me levanto de mi propia cama, donde tantas noches Hoy me encuentro excitante, me encuentro capaz de llevarme al mundo por delante porque presiento que me vas a hacer el amor, por tanto, me levanto de mi propia cama, donde tantas noches pensándote he fantaseado con mi propio cuerpo, imaginando que estabas en cada rincón de el, con tu boca, tu lengua, tus dedos, como alas de mariposa jugueteando en mis hombros, mi cuello, vagando sin rumbo por mi espalda una y otra vez, que se yo!, en mi cabeza he imaginado mientras acariciaba mi propio cuerpo, como seria esa primera vez, y he dado rienda suelta a esa mujer salvaje en la que me convierto por las noches, cuando cansada de tanto deseo y tanta soledad, me provoco un orgasmo incontenible, luego de acariciarme el clítoris una y otra vez, vagando por mi cola, que se abre y cierra como una boquita desesperada a cada espasmo, susurro tu nombre y una ola de fuego me invade toda de la cabeza a los pies.

Pero no es lo mismo, que me queda luego de desahogarme a solas? un vació más grande que el que ya tengo, acaricio agotada la almohada, me abrazo a ella, y me pregunto: Hasta cuando seguiré asi? de abstinencia no me voy a morir, nadie lo ha hecho que yo sepa, pero de desasosiego, de rabia, de angustia y de deseo no podré morir, pero si consumirme poco a poco.

Por eso, esta noche haré el amor como nunca, por tanto es que imagino para ti, este encuentro tan anhelado, que para mi encierra mucho, desde placer, hasta locura, desde miles de caricias y mimos que tuve y ya no tengo hace mucho tiempo, hasta orgasmos sin destino ni dueño, pero esta noche los tendrán...

Entro al baño, me quito lo poco que llevo encima, una bikini color azul muy ajustada a mis caderas, y muy pequeña por delante, que se aprieta sobre los labios de mi concha, marcando una especie de ruta, dejando entrever por los costados mi vello pubico, no abundante, y de color negro.

Me enfrento al espejo y me observo, entrecerrando los ojos e imaginándote tras de mi, al pensarte, mis pezones se hierguen como pidiendo a gritos tus caricias, no importa de donde provengan y con que las hagas, pero si fueran con tus manos, imagino la palma de tus manos posadas sobre cada pezón, acariciando suavemente, hasta ponerlos como peras maduras, y luego tus dedos, tironeando suavemente de ellos, fuerte, fuerte como sabes que me gusta mmmm!.Si fuera con tus labios, tus dientes tu lengua, me imagino, semi apoyada en tu pecho algo de costado, y te observo a través del espejo como hundís tu boca primero en mi pecho izquierdo, mientras el derecho es acariciado por la palma de tu mano (como te conté antes), veo tu lengua erguida, rosada, dura, asomar por entre tus dientes, me miras a través del espejo, pero casi no te veo, porque haces que tiemblen mis piernas, aferré tu cabeza y la apreté mas contra mi pecho, mientras entrecierro los ojos y de mi propia boca escapan gemidos de placer, pidiéndote "más, más, asi, asi!", mientras estoy imaginando esta escena, siento que mi concha esta como hinchada, mi clítoris acuoso, y sin proponérmelo, bajo mi bikini, al piso, levanto una pierna mientras me acaricio la concha, entreabro los labios y meto un dedo, que lo observo húmedo, transparente, lo llevo a mis labios, estoy por llevar a cabo una de mis fantasías, jamás lo hice antes, pero es mi oportunidad de decirme; Esta vez lo hice..., chupo mi dedo, estoy enfrentándome con mis propios aromas, mis propios sentidos de mujer, y lo que descubro no me disgusta, ahora se lo que pasa por la boca de un hombre cuando chupa con tanto esmero una concha de mujer, sin provocarle repulsa, no es desagradable, al contrario es cálido. Sigo acariciándome el clítoris, y lo froto una y otra vez, adelante atrás, no es grande, al contrario, pero es "sabio", se deja encontrar fácilmente, y se hace notar. Lo froto cada vez más rápido, sigo observando al espejo imaginándote allí conmigo, y de pronto dejando escapar un grito casi agónico, estallo, asi como estoy parada en el baño, en un orgasmo que me deja temblando y que corre por mi entrepierna como un rió sin caudal.

Quedo como aletargada, pensativa, y me digo: Ves Sylvia? otra vez sola, pero esta noche no será asi, vas a tener a quien ofrendarle tu entrega, alguien espera por vos. Abro la ducha, dejo que el agua caliente muy caliente caiga en mi cuerpo, hasta dejarme la piel enrojecida, como si tu barba apenas creciente hubiera rozado una y otra vez todo mi cuerpo, cosa que por otra parte me excita y mucho. Enjabono cada rincón de mi cuerpo, con deleite, placer, me extiendo en la higiene con sumo placer, pensándote todo el tiempo. Al finalizar, cierro la ducha, y me coloco la bata de baño, restregándola por todo mi cuerpo, me dirijo al dormitorio, abro el placard, y comienzo a elegir que me pondré para ti. Busco entre mi ropa interior, y encuentro ese conjunto tan intimo que compre dias antes preparándome para esta historia contigo. Lo compre color blanco, no demasiado provocativo, Sylvia no te olvides que tienes 45 años, no sois una pendex, me dije cuando elegía que comprar, por tanto solo es de fino encaje, con volados delante, en la bikini y el sostén, transparente este ultimo que acaricia mis pezones y los enseña indisimuladamente. Coloco sobre esto, una blusa blanca de seda, y una falda negra que marca mi cola bastante insinuadoramente. Me siento en la cama para colocarme las medias de nylon negras, que se ajustan a mis piernas como una segunda piel, y enfundo mis pies en sandalias negras.

Me observo al espejo, me estoy sintiendo segura, medianamente atractiva, y mis ojos lo dicen todo, tengo fuego en la mirada un brillo especial de excitación que no se ira solo, necesita calor de tus brazos, y tu cuerpo, tu respiración agitada en mi cuello, y tu pene duro apoyado en mis nalgas. Coloco una fina cadenita de oro en mi cuello, mi reloj pulsera, mis anillos, y comienzo a arreglar mi cabello, después de ello, me maquillo, al terminar un leve rubor en las mejillas, un suave color a mis labios, doy la ultima repasada a mi cabello, coloco finas gotitas de perfume en el lóbulo de mis orejas, en la base de mi cuello, entre mis pechos, en las muñecas, en mi entrepierna, y ya estoy lista para mi cita inpostergable. Siento sonar el teléfono, atiendo y sois vos, me decís cálidamente: Sylvia te estoy esperando abajo, estas pronto? Como fingir que aun no lo estoy, si me estoy preparando para vos, desde hace mucho tiempo? Si, contesto casi con timidez, ahora no me salen muchas palabras y quisiera estar bien consciente para decirte todo lo que llevo dentro, como torrente, espero poder hacerlo y no quedar como tonta. Veo que hay un coche parado frente a casa, pediste un taxi y bajas me abrís la puerta, subo y siento el roce de tu mano en mi cintura, mientras me decís Que linda que estas mi amor! Te propusiste volverme loco?.

Cuando vamos rumbo a donde vos indicaste, (yo no lo se), levanto mi mirada, y siento la tuya observándome, mientras acaricias mi pierna, la que roza la tuya, y me besas en la mejilla. Apoyo mi cabeza en tu hombro, no atino a decir nada, que boba me puse de golpe!!!!!!!. El taxi entra a algo asi como un motel, yo no veo nada, no observo nada, siento en la oscuridad del coche que me pongo nerviosa, sonrojada como la pendex que no quiero ser, pero respiro hondo, y noto que mi corazón se acelera como si se me fuera a escapar del pecho. El taxi se aleja y quedamos frente a una habitación (la cual subimos por una pequeña escalera), por supuesto yo delante, y vos estirando tu mano, para tocarme la cola, la cintura, y no te das cuenta que a cada roce me estoy humedeciendo como loca, no me ves la cara, pero debes de intuir que me estoy mojando de a poquito,

Frente a la puerta de la habitación, extiendes el brazo, enciendes la luz, y lo primero que veo es la cama, con un acolchado de tenues colores, espejos por todas partes, a los costados de la cama, arriba en el techo, en la cabecera, a los pies.. Mi Dios, me voy a ver de todas las formas posibles!!!!!!!!, no puedo ver nada mas, me giras en tus brazos y me besas como loco, tu lengua tantas veces deseada traza arabescos en mi boca, me chupas la lengua, me muerdes los labios, los dibujas con tu propia lengua, mientras mis brazos giran en torno a tu cuello, apretando mis tetas que ya no pueden mas de duras, no necesite de mucho para calentarme, subiendo por esa escalera, por favor! Tanto se me nota?. No creo que puedas observar con cuanto esmero me prepare para vos, porque tus manos como febriles van buscando los botones de mi blusa, desabotonándola botón por botón, mientras a cada trozo de mi piel que vas viendo, lo acaricias con un beso y una tocadita de lengua, dejándome un rastro casi invisible de saliva en el, Me dejo hacer, como muñeca, desmadejada, y me digo: Hoy estoy dispuesta a que haga de mi lo que quiera, tengo que vivir esta noche a pleno!.

Liberas mi blusa, y quedo en sostén, poco dura en mi cuerpo, pasas tus manos por detrás de mi espalda, siempre en silencio, pero entre medio de la música suave de la habitación, tu respiración entrecortada y la mía se van entremezclando, desabrochas, y cae al suelo, mis pezones parecen apuntarte como diciéndote:

- Acá no tienes, y ahora que?.

De tu boca escapa un: Sylvia que caliente estas!. Alcanzo a contestarte: No puedo mas, quiero ser tuya a como te imagines, hacedme lo que quieras, gózame pero te juro que no te voy a defraudar, yo quiero hacerte tan feliz como presiento me vas a hacer a mi, no te vas a arrepentir, ya vas a ver! Te deseo y no puedo más. Alcanzo a los botones de tu camisa, tambien los desabotono uno a uno como hiciste conmigo, y te beso cada milímetro de piel, tu pecho, con vello como me gusta, y me gusta en verdad, es acariciado con mi lengua, y la paso por tus tetillas (o pezones?), aun no tengo claro términos masculinos..., siento que al igual que los míos, se hierguen, intuyo que esa caricia te gusta tanto como a mi, deposito un beso suave en el hueco de tu cuello, y te quito la camisa que va a hacer compañía a mi blusa y mi sostén a la alfombra.

Vuelves a besarme en la boca, mientras tus manos acarician mis pezones, tal como te pensé frente al espejo en mi baño, con la palma los pasas una y otra vez, arriba y abajo, rozando con tus dedos la puntita y tironeando hacia adelante, mi respiración comienza a agitarse, mis manos ya no saben donde posarse si en mi cuerpo o en el tuyo, por eso, estiro mis manos y voy a la bragueta de tu pantalón, la bajo y meto mi mano derecha a través de ella, rozo tu slip, sigo, sigo, viajo, busco, no necesito vagar demasiado, ahí esta, duro y lubricado, asi como estoy con la falda aun puesta y el resto de mi vestimenta, me arrodillo en la alfombra, no te dejo quitar los pantalones, y te saco el pene fuera, comienzo a acariciarlo, mientras tu mano acaricia a su vez mi pelo, mi cuello, mis hombros, mis tetas, no se donde están ya, estoy como enfebrecida y muy muy mojada!, poso la punta de mi lengua sobre la cabeza de tu pene, que esta dura, no necesito llevarla a la boca con mis manos, esta tan dura que solita me busca y lo busco, pongo mis labios en forma de o y va entrando toda, toda.

Chupo, y comienzo a acariciarte los huevitos, están duros tambien, parece que van a estallar, mi mano esta inquieta no se por donde ir, jamás te pregunte cuales eran tus limites, yo se que casi no los tengo, aunque no viví lo que tal vez me hubiera gustado producto de alguna fantasía, vista en video o en Internet, no dejo de reconocer que algo de lo que vi, me gustaría experimentarlo, pero no se como ni cuando, ni si me animare realmente alguna vez si se presenta la oportunidad. Vago por tu culito, que esta duro, de tu cintura hacia abajo tu dureza me excita y me domina. Siento el peso de tu mano en mi cabeza empujando para que tu pene penetre mas y más en mi boca, sigo chupando chup chup chup, mi saliva se confunde con tu juguito lubricado, no se cual es cual, pero no importa demasiado.

De repente me quitas de allí, e intuyo que si sigo te vas a acabar rápidamente en mi boca, y no podré satisfacer ni un poquito mi deseo desbocado en esta primera parte. Me empujas contra la cama, y caigo sentada, allí venís a mi sobre la alfombra, arrodillado frente a mí, bajas mi falda, y comienzas a bajarme las medias de nylon, mientras tus manos acarician mi entrepierna junto con el bikini, haciendo que su roce me excite mucho mas, mi respiración sube y sube decibeles, y surge el primer;

- Aaaahhhh sssiii, aaaahhhh amor!

Sigues hasta mis pies, me quitas las medias y vas en busca del bikini que en dos segundos ya no esta en mi cuerpo (que lastima! ni la viste!!, y tanto que me prodigue en buscar algo que te excitara!), tu mano vaga acariciante por mi entrepierna, sin llegar a tocar mi concha, me estas matando, no quiero pedirte asi de golpe tócame, me da algo de vergüenza, a esta altura?, si claro que me da, a veces me da pudor, y no sé porque!, de repente alargas la mano, no me habia fijado que sobre la mesa de noche habia una botella de algo que parecía champagne en un cubo, ahora la veo, y pienso brindaremos?. No que va, la descorchas fácilmente, y abriéndome casi sin previo aviso las piernas, dejas caer un chorrito helado que me provoca un espasmo, sobre el clítoris, chorrea hasta mi culo y me estas matando, ya intuyo lo que vas a hacer y me muero doblemente de placer!. Elevas bien mi cuerpo y metes tu lengua en mi concha, sube y baja por el clítoris, lames el champagne desde mi clítoris a mi cola, y me muero, gimo, me muevo como una perra en celo, jamás imagine que podía llegar a suceder esto, pero estoy gozando como una verdadera puta, tanto es asi que te digo sin pensar, y sin meditar lo que estoy diciendo: Más papi, más chupame, cómeme la concha, asi, asi, más lengua, más, y aprieto tu cabeza en mi entrepierna, obligándote a que casi te ahogues entre mis labios, acompaso mis movimientos de cadera a tu lengua, chupas y chupas, lames, rozas mi clítoris, una y otra vez, y tu dedo (ya ni se de cual mano!), el dedo medio, viaja por mis nalgas, rumbo a mi culo, que esta abriéndose como boquita, tal cual paso en casa a solas frente al espejo.

Metes la punta de tu dedo en mi culo, y lo vas torneando una y otra vez, despacito, no siento casi dolor, estoy muy caliente y excitada y siento que entra y sale primero suave, y despacito y luego más rápido, y me gusta, siento que me cojes con la lengua y el dedo por los dos lados, y mi pelvis acompaña esa "doble penetración", empujando una y otra vez, entre estertores y gemidos: Aaaahhhh assiiiii, más, más adentro tu lengua, más adentro tu dedo, mmmmmm, me mataaaassss papi!!!!. De pronto paras y me quedo expectante y caliente, a medio camino, me pregunto y ahora que?.

Me incorporas sobre la cama, apoyada mi cabeza en el acolchado sin almohada, que la colocas bajo mi culo, veo que de alguna parte sacas dos pañuelos de fina seda negra, te miro sin comprender, y te arrodillas frente a mi, tu pene cerca de mi boca, abierto de piernas sobre mi cuerpo, me vuelves loca, te tomo el pene y lo paso por mis labios, mi lengua traza círculos y chupo de tu rajita (espero se llame asi), meto la punta de la lengua y chupo, lamo, absorbo y siento tu pene duro, casi estallar en mi boca, taladrando mi garganta entre gemidos calientes que parten de la tuya, puta, sois mi puta, asi te quiero Sylvia, entregada, caliente, y toda mía, cuanto más me dices asi, más me enloquezco, pero me siento atada, ataste mis muñecas en forma conjunta a la cabecera de la cama, y me dices: Te acuerdas de una fantasía que me comentaste alguna vez?, atada a la cama sin movimiento, casi una violación? Ahora lo vas a vivir!.

Y comienzas a besarme toda, lamer cada rincón de mi cuerpo, empiezas por mi frente, mis ojos cerrados, mis mejillas, chupas el lóbulo de mis orejas, los mordisqueas, besas mi cuello mis hombros, mientras tus manos me toquetean toda, cada milímetro de mi piel es acariciado con tus uñas, la palma de tus manos, tus dedos como alas de mariposa repiquetean en mi cuerpo, y me hacen vibrar.

Bajas a mi concha, que es un lago inconmensurable, que moja mi culo, y llega al acolchado, y metes tu lengua, me chupas como loco, abrís con tus dedos los labios, despejas los pelos de mi concha y te metes casi literalmente de cabeza, mi cuerpo se arquea, subes la música para que mis gemidos no se oigan de otras habitaciones, porque no puedo acallarlos: Aaaahhh me muerdo, asi, asi, maaasss, maaasss papito me estas matando!, y sigues, levantas mi culo de sobre la almohada y metes la puntita de tu dedo, como lo hiciste hoy, cuando estaba sentada (con el champagne), tampoco vi que al costado de la botella, habías dejado algo asi como un envoltorio, de el sacas 2 objetos alargados que no logro definir que son tan caliente como me encuentro, giras el cuerpo, y por sobre el mío, tomas algo, que sustituye tu boca, la cual me producía escalofríos y calores abrasadores todo a la vez, veo que tomas uno y lo vas introduciendo, despacito, me haces saltar, pero no lo rechazo, de costado te observo a través del espejo que bordea el costado de la cama, y percibo que es un consolador o vibrador, no se, es grande, rosado y muy grueso, me creerías si te digo que jamás use uno?, y mi concha tan mojada que se lo devora todo, mis gritos agónicos y mis manos que se abren y cierran impotentes, me dicen que estoy disfrutando como loca, que me estoy muriendo de placer, tantas veces deseado, tomas el otro, similar, y te miro con ojos enfebrecidos, me miras y me dices: No es el dedo, es el otro, lo soportas? Siiii, siiii te digo haz de mi lo que quieras, te lo suplico!.

Y sin meditarlo demasiado, metes el otro objeto, que ya vi que era un consolador, en mi culo, casi de un tirón, ahora si que me dolió, pero me gusto, me siento masoquista, pero disfrutando a full. Tu lengua acaricia mi clítoris, me lo muerde, lo chupa, y mueves los dos consoladores, en mi concha y en mi culo, y siento que casi me estoy orinando, no te puedo tocar, no puedo tocarme, es un suplicio, un tormento pero adorable!, y estallo en un orgasmo brutal, ríos de leche de mi concha bañan tu boca, tu cara, el acolchado, la almohada, es tan fuerte tan fuerte mi estallido que apenas te da tiempo para quitar la boca, cuando siento que me estoy orinando del goce. Te acuestas a mi lado, me acaricias la frente y el cuello mientras desatas mis manos, que caen como muertas sobre mi cuerpo. Parece que me hubiera arrollado un tren. Te gusto? Me preguntas?.

Apenas si puedo abrir los ojos, pero lo hago con un esfuerzo y te digo: No se noto? y comencé a reír mientras acariciaba tu pecho. Deja que me reponga, que me toca a mi y ya vas a ver cuando yo te pregunte, Te gusto?, y vuelvo a cerrar los ojos, mientras enciendes un cigarrillo, lo pasas a mis labios y quedamos en silencio, con la sola compañía de la música que proviene de algún lugar entre los espejos, (en los cuales ni tuve tiempo de observarme!).

Terminamos de fumar, y me lanzo de la cama rumbo al baño, allí me higienizo a fondo, y pienso ahora me toca a mí, tengo que hacerlo disfrutar y quiero que me coja hasta el cansancio, sentir su pene dentro mío es mi mayor victoria. Regreso, estas de costado en la cama, como adormecido, pero ahora la violenta seré yo. Nunca me dijiste que tuvieras fantasías de estar atado, pero mi morbo se soltó, y te quiero ver a vos tan indefenso como yo lo estuve, por tanto, como no estas atento a mis movimientos, me lanzo sobre vos, tomo los dichosos pañuelos de seda negra, y hago lo que vos conmigo, te ato las manos pero separadamente a la cabecera de la cama, pero tambien con algo mío, mi ropa interior (que para algo ha de servir, si no la apreciaste como yo esperaba), ato tus tobillos con las piernas abiertas a la piecera, con el sostén un tobillo, con la bikini el otro, te tengo a mi merced. Me miras con sonrisa cómplice e incierta, y te preguntas: Y ahora que va a hacer, más consoladores? No hay!, pero no, no son consoladores, es una pluma que yo tenia en mi cartera, es una indefensa y triste plumita que va a servir para tormento y goce de mi morbo asomada.

Me subo encima de ti, mi concha fresca nuevamente, se apoya sobre tu pene dormidito, te aletargaste y me sirve. Empiezo a hamacarme sobre el, abro mis nalgas y las acomodo sobre tus huevos, en un calce perfecto, no peso demasiado, me bancas bien, mmmmmm!. Y con esa triste e indefensa plumita, comienzo a recorrerte el cuello, mientras beso al igual que hiciste conmigo, tu frente, tus ojos cerrados como los míos, paso mi lengua dentro de tu oreja izquierda, la meto y la muevo de un lado al otro, mientras mi otra mano acaricia tu tetilla (pezón??), Derecho, apoyando la palma de mi mano sobre el, y sintiéndolo durito, no se porque pero rápidamente siento que estoy sentada sobre algo durito... ya no esta dormidito, como hace unos segundo atrás, y al observar la reacción de tu cuerpo a mi inocente, contacto, veo que tus pies se estiran, los dedos de tus pies parecen cuerdas de violín de tan tensas como las observo.

Una sonrisa perversa de satisfacción me esta invadiendo, y no te miento si te digo que me estoy calentando al igual que vos!. La plumita indefensa, vaga por los lugares que mi cuerpo va dejando libre, por tanto me coloco a un costado y con ella, acaricio tu pene que parece el asta de una bandera, mirándome con su único ojito como pidiendo más y mássssssss. De tu boca salen sonidos ahogados, estas sufriendo o estas gozando? Esa es mi pregunta, y vos contestas: Aaaahhhh, Sylvia, desatameeee, te quiero tocar, te quiero coger!.

- Ah no, querido aun no es tiempo, quiero ver como tu pene esta a punto de estallas y yo se donde me lo voy a meter, yo ahora soy la dominante, y vos mi esclavo.

Mi pluma sigue su camino, llega a tus huevos, te empujo las nalgas y pasa por el canal de tu culito, acaricia esa ·"costurita" que te va de los huevos a la cola, y sube y baja, te tensas sobre la cama, tus manos parece que van a reventar con los pañuelos, porque te me pones como loco, como que me asusta un poco. Por tanto me dices: Suéltame Sylvia, déjame cojerte, no me aguanto más, voy a acabar y es leche desperdiciada mi amor!.

Frente a esta, ya se me acabaría la diversión, por tanto apresuradamente te desato y me tiras violentamente sobre la cama, boca abajo, abrís mi culo y acaricias mi agujerito, esta más dócil porque quiere sentirse penetrado, pero tengo miedo, estas como loco me lo vas a romper! te digo. Quédate tranquila amor vas a ver que te va a gustar! me contestas, echas un chorrito frió de champagne en la cola, y punteas con el pene, yo hago un movimiento de retroceso instintivo, pero vos avanzas según como yo retrocedo, no me das tregua, siento como que me arrepiento, te digo: No asi no me duele, Aaaayyyy, despacito por favor, despacito un poquitito y para, otro poquitito y para, no seas malo papi!!!

No me haces caso, mi culo te obsesiona hace tiempo, por tanto, haces oídos sordos, y mientras por un lado, metes el dedo medio entra y sale, haciendo que mi culo se acople a el, lo vas intercambiando con punteos de tu pene, uno y otro alternadamente, siento que me esta gustando a pesar del dolor y el miedo a sufrir, y ya no me resisto tanto, llevo mis brazos hacia atrás y te pido: agarrame las manos, quiero sentirme protegida!, y entonces apresas mis manos con las tuyas, no sin antes, abrirme mas las nalgas, y la metes de un golpe, cosa que me hace gritar de agonía!. Aaaahhh Aaaayyyy, solo es un segundo, te quedas quieto dentro de mí como te pedí, te digo: Por favor deja que se amolde, yo te digo cuando bombeas! y asi esperas, cada tanto te mueves algo, pero yo te detengo; No no espera, siiiiii, siento las gotas de tu transpiración bajar por mi espalda, y al solo contacto con mi cuerpo es como un estallido de calentura, te digo: ahora papi metela hasta el fondo!, y vos asi lo haces, me la entierras hasta los huevos, los siento agitarse contra mi culo, ni un milímetro de tu pene quedo fuera de mi, y yo misma comienzo a moverme una y otra vez, siento que te estoy cogiendo yo a vos con mi culo, incitándote a clavármela una y otra vez, y vas entrando, saliendo, entrando, saliendo, una y otra vez, mientras tus manos bajan a mi concha y frotan mi clítoris, mis manos se oprimen contra las tuyas, y me estas masturbando vos y yo al mismo tiempo, mientras me siento recontra cojida por el culo, una y otra vez, hasta que me dices; avísame cuando te vayas a correr, te miro de costado, saco mi lengua y me la chupas, nos besamos y cuando notas que mi cuerpo comienza a temblar, incontrolablemente, el tuyo acude a mi llamado totalmente, nos transformamos en un alud de leche, tuya y mía mezcladas, gemidos apretados respiraciones entrecortadas, latidos del corazón como bombas y estallamos al unísono.

Mis gemidos y los tuyos se prolongan por largo tiempo, mis ojos y los tuyos se entrecruzan en el espejo de la cabecera de la cama, y me veo cogida bestialmente, bañada en leche pero satisfecha. Fue todo tal cual imagine, y estoy feliz por ello.

Descansamos, fumamos otro cigarrillo, nos duchamos juntos, simplemente acariciándonos el cuerpo el uno al otro, sin penetración ninguna, lo suficientemente agotados como para disfrutar de este momento juntos bajo la lluvia, me besaste con amor, con pasión, con deseo satisfecho, yo lo hice a mi vez, y te dije algo cuando comenzamos a vestirnos: Yo no se si existirá otro encuentro, quizás debamos dejarlo librado al azar, pero de algo estoy segura, que no me defraudaste para nada, y siento que yo tampoco a vos, demoro en llegar mi momento pleno de felicidad, pero lo disfrute como mujer alguna lo haya soñado, si no se repite será un buen recuerdo, que no me abandonara jamás, eso te lo aseguro.

Te quiere.

Sylvia (19 de Marzo de 2001)