La Sirvienta Inocente 2 Perdiendo mi Virginidad

La Sirvienta Inocente
Perdiendo mi Virginidad
Por Lupita V.C.
Tipo: Historia Larga

Hola nuevamente Amig@s, espero que estén listos para la segunda parte de mi primera vez, a los que no hayan leído la primera parte les recomiendo que lo hagan para que sigan mejor la historia, los que si la leyeron, preparen las servilletas porque esto los hará escupir lechita a lo bestia.
En un breve resumen, les contaba que Don Roberto después de seducirnos mutuamente me había llevado a su cama, me había quitado la ropa, me enseñó a jalársela, chupársela y a comerme toda su lechita? también me dio mi primer orgasmo con una espectacular mamada y el uso de su lengua en mi panochita, sí, me vine completita en su cara y nos encantó a los dos, la primera parte termina con la venida de los dos y quedamos tumbados en la cama.

Quedamos acostados en la cama en la posición de 69, nos quedamos agarrando aire, un momento de silencio y aproveche para ver bien la verga de Don Roberto, estaba perdiendo tamaño en ese momento, comenzaba a doblarse y apuntar hacia un lado, yo acerque mi mano y la acaricie suavemente, Don Roberto dio un respingo y yo quite mi mano pidiendo perdón, -- no tienes que ofrecer tus disculpas por tomar algo que ya te pertenece -- dijo mientras tomaba mi mano y la ponía sobre su verga nuevamente, mi sonrisa no podía ser más grande, yo sabía que la mitad de lo que Don Roberto decía era ?puro cuento? como decimos en mi pueblo y también sabía que él no me pediría ser su esposa o aun que sea su novia, pero la verdad lo decía de una manera que me enamoraba, siempre dándome mi lugar, siempre atento y siempre con comentarios como ese? así es que nos quedamos abrazados un rato más en la cama, yo jugando con su verga ahora ya toda floja y el con mis tetitas que seguían igual de sensibles. Yo no me podía quitar de la cabeza cuando pasaría el verdadero sexo, cuando me la metería, estaba ansiosa por que pasara ya, ya quería sentir esa verga dentro de mí, clavándome una y otra vez, mis deseos me estaban poniendo más excitada a cada momento y Don Roberto no me había dicho cuanto tiempo tenía que pasar para que la tuviera dura nuevamente?
- Que te parece si nos damos un baño mi niña? ? me pregunto interrumpiendo mis pensamientos
- Bañarnos juntos? , sí, me encantaría y me rodé hacia un lado, iba a ponerme los calzoncitos (que seguían empapados) y mejor no lo hice. En eso él se levantó desnudo y me dijo que lo esperara, fue a la sala y cerro la cortina, después a la cocina e hizo lo mismo, después llego y me dijo ? Listo, todas las cortinas están abajo, nadie puede ver hacia adentro, así es que nos podemos quedar desnudos todo el tiempo, de hecho quisiera pedirte que así fuera, me encanta tu cuerpo y me enloquece verte desnudita para mí ? me decía mientras me abrazaba y jugueteaba con mis nalguitas, como decirle que no a semejante petición tan deliciosa?... simplemente lo bese, estaba segura que haría lo que él me pidiera, gracias a mi buena suerte que me toco un hombre educado y paciente, pero sobre todo uno que realmente me cogiera como si fuera el ultimo vaso de agua en el desierto? con sed y hambre de mí..
- Vente, y me agarro de la mano para llevarme al baño, abrió las llaves y me pregunto cómo me gustaba el agua, cuando quedo a temperatura, nos metimos y nos mojamos bajo la lluvia que salía del techo directamente, en el techo había muchos agujeritos y por algunos de ellos salía la lluvia, entonces el presiono un botón en la pared y más agujeritos comenzaron a soltar su lluvia, era increíble, los dos cabíamos perfectamente bien bajo la lluvia que caía, nunca la había visto funcionar y obvio puse mi cara de WOOOWWW jeje, el me abrazo y yo le regrese el abrazo, mi cabeza quedaba a la altura de su pecho, estaba bien chiquita pero a el parecía gustarle, me acariciaba y me besaba en todo momento, tomo un poco de shampoo y comenzó a lavarme el cabello, suavemente me daba masaje en la cabeza mientras limpiaba mi cabello, me tomo por los hombros y me voltio delicadamente, después me jalo hacia él y mis nalguitas tocaron finalmente su cuerpo, quedaron muy debajo de su verga pero él se movía y se agachaba para que su verga quedara entre mis nalguitas, yo me paraba de puntitas para acercarme un poquito y como estuve a punto de resbalar el me tomo mis brazos y los subió para que me apoyara en la pared, como si fuera un cateo de policía, el continuaba lavando mi cabello pero sin despegarme su verga de entre mis nalguitas y yo sentía delicioso como iba creciendo y poniéndose dura, con sus manos enjabonadas, comenzó a acariciar mi espalda y mi cintura, cuando pasaba por mi cintura el me agarraba fuerte y me daba un jalón mientras él me daba un empujón con su verga, no la metía, solo la tenía en mi culito, entre mis nalguitas, masturbándolo con ellas, me agarro de la cintura una vez más y yo ya estaba lista para sentir toda su verga pero en vez de eso, subió sus manos jabonosas hasta mis tetitas y comenzó a jugar con mis pezones, inmediatamente se pusieron duritos, yo no deje de dar empujones hacia atrás, cuando podía me paraba de puntitas y regresaba a mi posición varias veces simulando que mis nalguitas eran una mano gigante agarrando su verga.
- Ven, vamos a enjuagar ese cabello -- me puso bajo la lluvia nuevamente y me siguió dando masaje en la cabeza para quitar todo el jabón, como ya no estaba apoyada contra la pared, me hice para atrás un poco para sentir el cuerpo de Don Roberto, el tomo el jabón de tocador y me siguió acariciando con el enjabonándome toda, cuando sus dedos tocaron mi rajita, no me volvió a soltar hasta que me vine otra vez, riquísimo!!!, el me masturbaba mientras yo lo masturbaba a él con mis nalgas, cuando me vine fue en medio de muchos gemidos y ?más más?, me temblaban las rodillas y apenas me podía mantener en pie pero Don Roberto me sostenía, terminamos de bañarnos en medio de besos y caricias y después de secarnos nos acostamos en su cama otra vez, cuando salimos del baño, Don Roberto traía unos tarritos y cremas que no sabía para que eran, después me dijo que eran cremas aromáticas, aceites para el cuerpo y lubricantes para que yo sintiera más placer -- MAS???? Pensé yo, o sea que todavía se puede sentir MAS?? ?
- Bueno, apenas hemos empezado, te falta conocer muchísimo más pequeña ? me dijo
- qué hora es, pregunte, -- Las 11.30 -- me contesto, -- hemos estado así más de 3 horas
- No me digas que te tienes que ir Lupita?
- Nooo, como cree, además hoy iba a quedarme a dormir con una amiga porque iríamos a una fiesta por su casa
- Ibas a quedarte? Irían a una fiesta? O sea que ya no vas a ir a la fiesta y ya no te quedaras con tu amiga??
- es que la fiesta está mucho mejor aquí, y si usted quiere, le puedo hablar a mi amiga y decirle que mienta si llaman de mi casa y me quedo aquí con usted, bueno si usted quiere
- Claro que quiero mi niña linda, y es mejor aún porque así tendremos más tiempo para enseñarte más cosas
- Siii, quiero aprender todo lo que usted me quiera enseñar? así es que me acosté en la cama y el a un lado, me volteo boca abajo y agarro un tarro de los que traía, -- te voy a dar un masaje con aceites mi niña ? así es que me comenzó a untar aceite por toda mi espalda y piernas, dejo el tarro a un lado y se sentó sobre mi pero sin apoyarse mucho, sus nalgas contra mis nalgas, me dio masaje por el cuello, brazos y espalda, fue bajando más y más, de mi cintura salto hasta mis pies y yo pensé QUEEE?? Y mis nalguitas???.. pero obvio no le dije nada, lo deje que siguiera y la verdad es que era muy bueno, bueno, todavía lo es a sus 75 años, de mis pies fue subiendo lentamente, yo estaba Super relajada, continuo con mis chamorros y luego mis muslos, tomo un poco más de aceite y por fin llego a mis nalguitas, en cuanto las toco mi piel se puso de gallina y por inercia las puse duritas, a lo que me gane el comentario de ?que nalguitas más ricas tienes, me encanta que estén bien duritas?, y dicho esto se agacho para besármelas, yo las pare un poquito cuando sentí su beso, me masajeaba todas mis nalguitas con las manos mientras metía su cara en mi rajita, el me jalo mi culito hacia arriba así es que quede como de perrito pero con la cabeza apoyada en la cama, me chupaba mi panochita y mi culito o si no, me chupaba mi panochita y con su dedo me acariciaba mi culito, eso a mí me gustaba mucho y le pedía que metiera la puntita de su dedo para saber que se sentía, la primera vez fue extraño y no me dolió nada, pero yo sabía que su verga era mucho más gruesa y larga que un dedito, me acostumbre rápido a ese dedeo y me comenzó a gustar cada vez más, las chupadas de Don Roberto a mi panochita eran brutales y deliciosas, me jalaba, me metía la lengua en mi panochita y en mi culito, me daba nalgaditas que me gustaban mucho y lo que más me gustaba era que mientras me chupaba toda, me pedía que me viniera otra vez en su boca!!!, ese me ponía a mil por hora, la primera vez que se comió mis juguitos fue Super cachondo y como yo no quería defraudarlo, pase mi brazo hacia atrás y le agarre la cabeza jalándola más y más hacia mi panochita, hasta que explote otra vez en medio de gritos ahogados y gemidos sin control, igual que la primera vez Don Roberto se encantó chupándome todo y comiéndose mis juguitos, me agarro de las caderas y me usaba de trapo, parecía que quisiera limpiarse su cara entera con mi panochita y con mi culito, pero más se embarraba, toda mi cosita paso por toda su cara, cuando se quitó, sentí un placer gigantesco el haber sentido toda su cara en mi cosita y así me quede un ratito, respirando entrecortadamente y deseando no querer irme nunca de tan magnifico parque de diversiones personal. Don Roberto se tumbó a un lado y yo sobre de él, esta vez viéndonos las caras, su verga no se había bajado en ningún momento, la seguía teniendo parada y dura, la agarre con mi mano y comencé a jalársela mientras lo besaba, su besos me sabían a mis juguitos y me pidió que le limpiara la cara con mis besos, así es que sin soltar su verga, empecé a darle besitos en los cachetes, pero luego sacaba mi lengua y lo lamia un poco, más besitos y más lamidas, su verga dura dura, mi lengua recorriendo su frente, ya no solo besando, chupando toda su cara, comiéndose todos mis juguitos.
El tomo otro tarro y me volteo boca arriba, puso un poco de aceite en sus manos y continuo dándome masaje, esta vez por el frente? sus manos me acariciaban todo y toda, chupaba mis pezones, mordía suavemente mi cuello, lamia mi ombliguito, me pasaba su lengua por mi rajita, masajeaba mis piernas y por ultimo llego a mis pies, el los tomo en su mano y comenzó a darles besito, después se metió el dedo gordo de mi pie en su boca y comenzó a chuparlo como cuando yo le chupaba la verga, usando mucho su lengua, la pasaba entre mis dedos y luego chupaba más, yo jamás en mi vida había sentido algo tan cachondo? Él estaba arrodillado entre mis piernas, su verga bien parada y ya apuntando hacia mi rajita, me di cuenta inmediatamente de que él se estaba preparando para cogerme y comencé a jadear de emoción, por fin tendría esa delicia dentro de mí, mi panochita estaba toda hinchada y sensible, por un segundo me entro miedo al recordar que sentiría un dolor en mi primera metida e instintivamente cerré las piernas un poco, Don Roberto (gracias por su infinita forma de ?leerme?) se ha de haber dado cuenta, porque regreso a acostarse un poco sobre mí un poco de lado, me beso y me dijo ? no te preocupes mi niña, no te pongas nerviosa, lo haremos primero en una posición en la que tu controles la primera entrada va? ?
- Es que me dijeron que dolería en la primera vez
- Seguramente eso te lo dijeron algunas amigas tuyas que tuvieron la mala suerte de que les tocara un jovencito sin experiencia y sin técnicas, pero tu estas en mis manos ahorita nena, te enseñare una manera muy simple con la cual no te dolerá casi nada y ese pequeño dolor que llegues a sentir, solo durara 1 o 2 segundos? ya lo veras
- Sus palabras me tranquilizaban mucho, el se acomodó a un lado de mí, boca arriba y tomo otra crema, me pidió que me sentara a horcajadas sobre el (como a caballo), unto un poco de lubricante en su verga y en mi panochita y me tomo de la cintura, me vio a los ojos y me dijo ? bien, lo que harás será tomar mi verga en tus manos y ponerla en tu panochita mi niña, cuando tengas la puntita adentro, comenzaras a bajarte tu solita para que se vaya metiendo poco a poco, si sientes que te comienza a doler un poquito, la sacas un poquito y la vuelves a meter, y cada vez que la saques la meterás un poquito más cuando te bajes, a lo mejor y sientes que topa con algo, ese será tu himen o lo que se conoce como ?Virginidad?, es muy suavecito y se rompe con facilidad, después de romper esa telita no volverás a sentir ningún dolor y es probable que ni siquiera esa telita te duela cuando se rompa
- Él me explicaba todo paso a paso, pero lo hacía mientras me masajeaba mi rajita, siempre fue y ha seguido siendo un deleite sentir los dedos de mi viejito en mi panochita, así es que yo seguía jalándosela y el dedeándome antes de sentarme sobre su verga, yo ya estaba más que empapada en mi rajita, sentía como se mezclaban los aceites y mis juguitos, finalmente me decidí y me senté sobre su verga, acomodándomela en mi panochita, seguí sus instrucciones y me fui metiendo poco a poco, el solo hecho de sentir que me la estaba metiendo, aunque sea un poquito, me puso a jadear muchísimo, sentir por fin la verga de Don Roberto en la entrada de mi panochita me estaba volviendo locaaa !!! Don Roberto me acariciaba mis tetitas y yo seguía empujando cada vez más y más, no me estaba doliendo casi nada, solo sentía como iba entrando y separando mis labios cada vez más, entonces sentí que algo dentro de mí se rompía y lance un pequeño grito de placer, no me estaba doliendo nada en lo absoluto, al contrario, mi panochita succiono esa deliciosa verga hasta el fondo y yo me arquee de placer lanzando más grititos y gemidos, Don Roberto como todo un experto, me tomo de las caderas y me subía y bajaba rítmicamente para que se metiera toda en mi panochita, en pocos segundos ya tenía olvidado completamente de que sentiría algún dolor, me di cuenta que había pasado lo peor y como dijo Don Roberto, solo quedaba el placer? y Don Roberto era y sigue siendo un maestro para dar placer, me agarraba de mis nalguitas y las empujaba hacia abajo para meterla toda, luego las empujaba hacia arriba para sacarla justo hasta la cabecita para luego repetir esto una y otra vez, me chupaba mis tetita, me dedeaba mi culito, me manoseaba toda, y yo seguía y seguía comiéndome esa verga con mi panochita más y más, jadeaba muchísimo y el también, en un momento me agarro por la cintura y me acostó sobre él, sin sacarla, sin perder el ritmo, me abrazo por la cintura, yo pegada a su cuerpo, besándolo desesperadamente, me inmovilizo con su abrazo y comenzó a meterla y sacarla un poco más rápido, se movía riquísimo, lo hacía con un ritmo que iba acelerando poco a poco, unos pocos minutos así y él ya tenía una velocidad increíble, la metía tan duro y rápido que mis ojos se pusieron en blanco del placer tan enorme que me estaba haciendo sentir, yo le decía al oído ?más mas, no pare mi viejito hermoso, no te detengas papi, métala más mas maaaaassss !!!!! explote sobre su verga como no lo había hecho hasta ese momento, la verga, el estómago y todo el pecho de Don Roberto estaban completamente mojados con los chorros que salían de mi rajita, la cama estaba empapada pero Don Roberto no se detenía, yo estaba ya gritando y moviéndome frenéticamente de placer pero Don Roberto no se detenía en la embestida que me estaba dando, clavándome toda su verga hasta que sus huevos chocaban con mis nalguita, una y otra y otra vez? en menos tiempo del que me toma escribir esto queridos lectores, Don Roberto me llevo a un segundo orgasmo más largo y placentero que el anterior, yo gritaba de emoción y placer y le seguía besando la cara, los labios, ya no de una forma romántica y delicada, yo estaba sin control de lo que hacía y solo seguía mis instintos, me atreví a lamer su cara como si fuera una paleta, también el cuello y morder sus orejas, le pellizcaba sus tetillas todo esto mientras él seguía metiéndomela, sin parar, pensé que no se detendría nunca pero de repente paro por un segundo, agarramos aire los dos, jadeábamos intensamente, yo sudaba mucho y él estaba empapado en una mezcla de sudor y mis propios juguitos, me deje caer sobre el totalmente exhausta -- Es lo más maravilloso que he sentido nunca Don Roberto -- Le dije con el poco aliento que me quedaba -- Pero usted no me dio su lechita, porque?
- Porque no hemos terminado mi niña, o ya te cansaste?
- Si, un poco, pero ahorita agarro aire y me repongo jeje
- No hay prisa nena.. Tenemos todavía mucho tiempo, que tal si pido una pizza y vemos una película, -- así que comimos, nos bañamos nuevamente y nos volvimos a meter a la cama, después de comer nos quedamos dormidos un par de horas hasta que comenzó a anochecer, cuando desperté, Don Roberto estaba todavía dormido junto a mi lado, lo estudie un momento, era realmente muy guapo, y la verdad los años se le veían estupendos, no tenía piel flácida por el ejercicio, sus músculos no eran grandes pero estaban bien definidos pero lo más hermoso de Don Roberto era su forma de tratarme? Sabía que estaba influenciada por todo lo que había pasado, pero para ser sincera me encantaba la idea de quedarme con aquel hombre, ser suya, seguir sintiéndome ?su niña? y salir con él y enamorarme, no me importaba lo que la gente dijera, yo lo quería para siempre..
- Cuando despertó, me volteo a ver y me sonrió, ha de haber visto mi cara de ?duda? y mi sonrisa de ?quiero estar aquí mucho tiempo? porque tomo mi cara entre sus manos y se acercó para besarme? Amig@s, hare un breve paréntesis aquí para explicar lo que para mí fue ese beso y todos los besos futuros? recuerden que yo solo tenía 16 años y casi nada de experiencia, por lo que los besos de Don Roberto fueron mis primeros besos y yo no tenía punto de comparación, pero se los digo ahora que tengo mucha más experiencia y he besado muchos más labios? Jamás en toda mi vida hasta el día de hoy, alguien me ha besado como Don Roberto lo hacía, y hablo de todos los años que hemos estado juntos, hoy en la mañana antes de salir de casa el me beso como todas las mañanas, y créanme amig@s, sus besos son igual de candentes hoy a sus 75 años y a mí me siguen volviendo locaaa.
- Bueno, perdón por el paréntesis, como les decía, el vio mis dudas y después de besarme apasionadamente, me dijo -- Entiendo tus miedos, se te nota que tienes dudas con todo esto que está pasando pero te aseguro que mañana que llegues a tu casa (recuerden que todavía me quedaba toda la noche con el), llegaras con la seguridad de que yo (Don Roberto) no me apartare de tu lado si tu no lo quieres y me hare a un lado si así lo decides?
- No quiero que se aleje, de eso estoy segura? pero yo con 16 y usted con 45, creo que a mucha gente no le gustara, en especial a mi familia
- Lo sé, pero en este universo si existe un problema, TIENE que haber una solución, si no, no existiría el problema? así es que solo tenemos que pensar en esa solución y ponerla en marcha
- No sé como
- No te preocupes, yo si - Me dijo con su encantadora sonrisa ? no deberías de preocuparte por ahora? lo único que necesitamos por ahora es que no se entere nadie, si alguien se entera, yo podría salir muy dañado, pero eso no significa que siempre seria así, ya iremos viendo cómo, pero te aseguro que encontraremos la forma que nos guste a los 2
- Usted me trata muy bien Don Roberto, me escucha y me hace reír mucho y bueeenoo? lo que me está enseñando me encantaaaaa !!!!!, y me gustaría que volviera a pasar si usted quiere
- Claro que quiero mi niña, por cierto, te quería preguntar? hace un rato, cuando estábamos jugando, me llamaste ?mi viejito? y ?papi?? y la verdad me gustó mucho que me dijeras papi? te gustaría decirme así cuando estemos solos??
- Si papi, a mí también me gusto y me salió sin querer decirle así pero también me gusto
- Me abrazo y comenzó a besarme nuevamente, me acariciaba todo mi cuerpo, me volteaba, pellizcaba y mordía por todos lados, metía sus dedos en mi panochita, me acariciaba mi culito, me mordía mis tetitas, me ponía boca abajo, boca arriba, hincada, parada, y en cada posición él jugaba con alguna parte de mi cuerpecito, cuando me tenía de perrito, me comenzó a chupar mi culito mientras me dedeaba mi panochita, obvio yo ya estaba más que lista para volver a hacerlo pero la verga de papi no se paraba todavía -- quieres que te la chupe papi?, quieres que te la ponga dura con mi lengüita? ? sin moverme de mi posición de perrito, él se pasó al frente para que su verga quedara frente a mí, su verga no estaba del todo flácida, ya había empezado a despertar cuando la metí en mi boquita, se la chupe unos cuantos minutos y esa delicia despertó por completo, la metía en mi boca y la sacaba sin limpiar mi propia saliva para luego jalársela un poquito y así repetía el proceso varias veces, me encantaba que él me agarrara de la cabeza y me empujara suavemente hacia abajo, cada vez más y más profundo hasta que su verga ya llegaba a mi garganta, al principio daba arqueadas de asco, creo que por que tocaba mi campanilla, pero después ya no sentí asco y el empujo un poco más, llegue a tener toda su verga dentro de mi boca y hasta me garganta, cada vez me gustaba más? Mientras yo se la mamaba, el me dedeaba mi rajita para mantenerla bien mojadita, luego me metía el dedo en mi culito y yo soltaba un gemido de placer, él se separó un poco y saco un aparato y una crema de su cómoda que tenía a un lado, le embarro un poco de lubricante al aparato y me puso un poco más en mi culito (recuerden que todavía era virgen de mi culito), yo volví a tomar su verga en mis manos y continúe chupándosela, tenía curiosidad por saber que haría con aquel aparato pero no le pregunte, la verdad es que no me importaba, estaba segura que lo que hiciera Don Roberto con aquello, seria para que yo gozara más, así es que lo deje hacerme lo que él quería. No habíamos cambiado de posición todavía, así es que yo seguía de perrito, el al frente de mí, y el dichoso aparato resulto ser un vibrador de forma extraña, no era como una verga o como los que yo había visto en películas, este era de forma cónica, comenzando con una punta redondeada y chica para luego ensancharse mas hasta el tamaño de una verga un poco más gruesa que la de mi viejito.
- Comenzó por pasarme el vibrador por mis tetitas, lo había prendido así es que me dio cosquillas pero me gusto, lo pasaba por mis nalguitas y me embarraba toda con el lubricante que le había puesto, luego lo comenzó a pasar por mi culito, lo dejaba ahí un ratito sin meterlo, pera ese momento, yo ya me imaginaba que me metería el vibrador por mi culito y me puse un poco nerviosa, cuando lo empezó a meter, por instinto me hice hacia adelante, pero él me explico que eso era un ?entrenador? de culitos nuevos jeje, eso me causo gracia y talvez por el nervio no pude parar de reír por unos cuantos segundo, el también reía conmigo y cuando nos calmamos, volteo y me dijo ? tranquila mi niña, haremos esto igual que cuando te la metí en tu rajita, a tu velocidad y cuando ya te sientas preparada, no te preocupes y confía en mí, esto te va a gustar más de lo que crees
- Le puso un poco más de lubricante al vibrador y me lo puso nuevamente en mi culito, lo comenzó a meter poquito a poquito, con el modo vibrador encendido, mi culito estaba de fiesta, se sentía Super rico, y como ya Don Roberto me había metido el dedo, no fue muy difícil relajarme, lo metía un poco y lo sacaba nuevamente, hasta que ya todo mi culito por dentro y por fuera estaba Super lubricado, el siguió metiéndolo poco a poco, a mí me dolía un poquito pero nada que no se pudiera soportar, para mi sorpresa, el dejo el vibrador dentro de mi culito y él se levantó pidiéndome que me pusiera así como estaba pero con la cabeza apoyada en la cama, como cuando me chupo mi culito por primera vez? con el vibrador en mi culito, Papi comenzó a chuparme y dedearme mi panochita, con el lubricante se sentía mucho mejor, sus manos resbalaban por todas mis nalgas, y cuando pasaba sus dedos por mi clítoris yo pegaba unos gemidos largos, ya no me importaba si los vecinos escuchaban, hasta era un tanto excitante, saber que ellos estuvieran escuchando me ponía bien cachonda, imaginarme a algún vecino que estuviera masturbándose por todo lo que se escuchaba? ya no me importaba, yo gemía, gritaba y hasta llegue a gritar a todo pulmón ?MAAAASSS? ?MAAASSS? mientras tomaba su cabello y lo jalaba hacia mi panochita -- chúpame más papi, así así -- le decía -- Mete tu lengüita en mi panochita papi, asiii.. Te gusta papi?? Te gusta chuparme todaaa?? Quiero venirme en tu boca otra vez papi, me dejas?? -- Le decía todo lo que yo ya me había dado cuenta le encantaba a Don Roberto, para ese momento, yo ya sabía que a Don Roberto le gustaba mucho la idea de estar con una menor de edad, eso lo excitaba muchísimo, hacía que se le pusiera la verga bien dura, así es que no perdí tiempo y comencé a decirle cada vez que podía cosas como -- Papi, te gusta chupar esa panochita de 16 añitos?? Te gusta cogerte a tu niñita papi?? Él se prendía con estos comentarios y me respondía igual de cachondo preguntándome lo mismo pero usando la palabra ?papi? -- Te gusta la verga de papi mi niña? Quieres hacer feliz a papi? Te gusta que papi te esté enseñando a culear mi niña -- Me encantaaa papiiii.. maaassss dame tu lengüita así asiiii? -- le decía yo
Papi no me había sacado el vibrador de mi culito en todo este tiempo, el seguía chupándome y tocándome toda y yo ya ni lo sentía como algo raro, se me había olvidado hasta que él lo tomo y comenzó nuevamente a sacarlo y meterlo suavecito, era delicioso, ya no me dolía nada, él lo saco despacio y lo metió una vez más, creo que estaba comprobando si ya mi culito estaba bien abierto, él estaba de rodillas atrás de mi pero como todo el tiempo se movía hacia adelante y atrás, o se volteaba un poco, o se agachaba para acariciar mis tetitas, yo no me daba cuenta de que hacia exactamente, volvió a meter el vibrador en mi culito esta vez apagado, lo metía y lo sacaba despacio, no muy profundo, de forma que no me lastimara, yo estaba con la cabeza hundida en la almohada sintiendo delicioso como entraba y salía ese vibrador, por mi cabeza cruzo la idea de cómo se sentiría tener la verga de papi en un agujero y el vibrador en otro, mientras mi papi me acariciaba y manoseaba toda llena de aceites y cremas. El continúo con su ritmo suave, metiéndomelo y sacándomelo, una de sus manos me agarraba las tetitas y la otra con un poco de dificultad pero la otra mano me masajeaba mi clítoris? Esperen? una mano en mis tetas y otra en mi panochita???.. Entonces con que mano me está metiendo el vibrador???, cuando voltee lo primero que vi fue el vibrador a un lado de mi cara, abrí mocho los ojos y voltee un poco más, para verlo a él tras de mí, me estaba ensartando toda su verga en mi culito y yo ni siquiera me había dado cuentaaaa !!!!!, mi papi me estaba culeando de lo más sabroso y yo no había sentido ningún dolor, este hombre maduro de 45 años me estaba dando lo que seria y seguirá siendo la primera y mejor cogida de mi vida, y miren que ya sea juntos o separados Don Roberto y yo hemos vivido Muchísimas cogidas?
- Que ricooo -- Dije con mi cabeza volviéndola hacia atrás -- no sentí ningún dolor papito, me está gustando mucho papi, sigue, sigue, asi asiiii y cuando él se dio cuenta de que estaba por venirme por octava o novena vez, me la saco despacito para no lastimarme y se agacho para chuparme mi panochita mientras me decía -- dámelos mi niña, dale a papi esos juguitos, dámelos en mi boca otra vez mi niña, y seguía chupando y chupando, yo volví a agarrarlo del pelo y jalarlo hacia mi panochita diciéndole -- Quieres los juguitos de tu nena papi??... chúpame más fuerte papi, te gustan los juguitos de una niñita de 16 añitos papi, te gusta.. Dime que te gusta papi, dime que te gusta comerte los juguitos de tu niñita..
- Me encantan nenita, calientitos, dámelos mi niña, dámelos -- explote nuevamente en la cara de papi llenándolo nuevamente con todos mis juguitos, y aunque la mayoría fueron a parar a la cama, papi se las ingenió para volver a agarrar mis nalgas y clavarme toda su cara para embarrarse todo con mis juguitos, esta vez yo también me moví al ritmo de papi y deje que toda mi panochita y todo mi culito pasaran por su cara, -- Te gusta papi?, embárrate más mis juguitos, -- le decía mientras con mi mano, agarrada todavía de su pelo, iba jalándolo hacia las diferentes partes de su cara, quería que todas las partes de su cara estuvieran empapadas de mí y a él parecía encantarle, finalmente se separó y volvió a la embestida? Sus manos en mis caderas, tetas y panocha, mis nalguitas rebotando en su vientre, sus huevos pegándome en mi clítoris, sus dedos en mi panochita, sus besos y mordidas en mi cuello, su verga en mi culito, este hombre parecía pulpo, y a mí me encantaba, el ritmo iba subiendo y el la metía más y más, me cambio de posiciones varias veces, se acostaba boca arriba y yo sentada sobre el dándole la espalda, en esa posición me jalaba hacia el quedando acostada boca arriba también pero con su verga en mi culito, él tomaba el vibrador y lo pasaba por mi clítoris mientras con la otra mano me pellizcaba las tetitas, luego nos pusimos de lado y me abrió mucho las piernas, mi culito estaba totalmente adaptado a su verga y era solo placer lo que sentía, sin importar si me la metía rápido o despacito, si me dedeaba mi panochita o metía sus dedos en mi boca para chuparlos, no me importaba nada? solo quería seguir gozando de todo lo que mi viejito chulo me quisiera dar?
- Me quiero venir en tu culito mi niña? me dijo y dicho esto aumento el ritmo
- Donde tú quieras papi, vente adentro de mi culito si quieres papi, dámelos, dámelos pero no te detengas papi, cógeme, cógeme más papi, métemela toda, quiero sentirla hasta adentro? déjamela ahí tantito papi, así, hasta adentro y sin moverla, soy tuya papi -- y con su verga hasta el fondo me empecé a mover pero esta vez tratando de moverme en círculos, mis nalguitas rosaban su vientre bien rico y mis movimientos hacían que él se pusiera bien prendido, comenzó a cogerme a una velocidad muy rápida y con gemidos de placer que llenaban toda la habitación, sus gemidos y mis gritos de ?más más? me ponían Super cachonda hasta que sentí que él estaba a punto de terminar, eso me puso maass cachonda y yo también comencé a sentir que me vendría.. Él puso su mano en mi panochita y comenzó a dedearme frenéticamente, con sus dedos dentro de mi rajita, los empujaba hacia adentro y hacia arriba (después me explico que es la mejor manera de estimular el punto ?G?, del cual yo no sabía nada) y con sus dedos en mi panochita y su verga en mi culito volví a explotar, ya no tengo idea de cuantas veces me vine pero esa fue la mejor de todas porque mi papi se vino a chorros dentro de mi culito al mismo tiempo que yo mientras yo gritaba de placer y soltaba chorros que nos bañaron a los dos, él no la sacaba de mi culito que yo ya sentía calientito por su lechita, siguió dedeándome y culeándome por más de 5 minutos más, a mí me pareció una eternidad pero me encanto porque logro que me viniera una vez más?
- Nos quedamos en esa posición un rato más, yo con su verga entre mis nalguitas y toda empapada, el empapado con mis juguitos y sudor?.
Después de un rato nos metimos en la regadera, esta vez sin sexo, solo besos y caricias, cambiamos las sabanas de la cama y nos acostamos, así nos quedamos hasta bien entrada la noche, por la mañana, el me preparo el desayuno y nos quedamos platicando un rato, me llevo a mi casa pero me dejo a unas cuadras para que no lo vieran. Antes de ese día, yo iba todos los viernes a hacer la limpieza de la casa de Don Roberto y eso nunca cambio pero después de ese día, el me llamaba o me mandaba un mensaje para que fuera otros días o lo llamaba yo y le decía que quería verlo, a veces me quedaba a dormir con él, a veces solo podía estar un ratito, lo suficiente para que me hiciera venir una o dos veces.
- Don Roberto y yo seguimos juntos hasta la fecha, 30 años hasta hoy, y sigo siendo su sirvienta, esposa, amante, amiga y confidente, me ha dado 2 hermosos niños, lo amo con todo mi corazón y aunque sufrimos mucho en años pasados por el acoso de que una niña amara a un hombre adulto o viceversa, la mayor parte del tiempo estuvimos bien, también hemos tenido muchas y muy grandes aventuras, aventuras que estaré encantada de contarles en futuras historias que escriba.
He decidido hacer una serie de historias estando yo como protagonista y bueno, Don Roberto. A pesar de estar juntos todo este tiempo, el me enseñó a disfrutar de otras vergas y si? de otras panochitas también.
No se pierdan esta serie que he titulado ?La Sirvienta Inocente?, en cada historia contare mi primera vez en algo diferente, en esta 1ª y 2ª parte solo fue una pequeña muestra de lo que quiero contarles, Don Roberto y yo hemos pasado por muchas cosas juntos, tríos de 2 hombres conmigo, tríos de 2 mujeres con él, parejas de intercambio, la vez que fumamos marihuana juntos, y todas las historias que se han formado en mi negocio? No se los había dicho pero para aquellos que leyeron la primera parte, recuerden que comencé diciéndoles que tenía un negocio propio, pues bien, mi negocio es una escuela de sirvientas, si, Don Roberto y yo pusimos una escuela para formar buenas sirvientas, leales, sumisas, jóvenes y bonitas, nuestras muchachas cobran mucho más que las que trabajan normalmente en casa, pero créanme, están bien entrenaditas por mí y por mi papi, les hemos enseñado a tratar bien a sus patrones, tanto al patrón como a la patrona y nunca ninguno de nuestros clientes nos ha reclamado nada.

No se pierdan en mi próxima publicación de ?La sirvienta Inocente 3_Mi primer trio con otro hombre?? hasta pronto mis cachondos amig@s