recibiendo CLASES DE MATEMATICAS A DOMICILIO

Autor: mauricioadalid7807 | 08-Apr

Gays
Para sacarse un dinerillo en verano, da clases particulares de Matemáticas a domicilio. Tengo 21 años, mido 1?75, y soy robusto (suelo practicar ejercicio con pesas). Lo que les voy a contar sucedió el pasado verano.

Como suele suceder en estos casos, me llamaron para dar unas clases durante el mes de julio, porque muchos padres dejan a sus hijos que suspendan todo el curso y luego les entra prisa en verano, como si se pudiese enseñar 9 meses de Instituto en uno solo?

Perdonen, me estoy desviando del caso. Me llamaron, repito, concerté una cita con la mujer que me llamaba y al día siguiente me presenté en su casa. La mujer que me recibió (y que me había llamado) tendría unos 39 años, senos redondos y erguidos (probablemente operados), bronceado de solárium y unas piernas perfectas de gimnasio, que se movían lujuriosamente bajo su minifalda.

-Hola, ¿usted es T***? -me saludó. -Lo soy, lo soy. -Entonces venga, le presentaré a mi hijo, a quien le dará usted clases.
?A ti te las daba yo y no de matemáticas? -pensé, imaginándome a esa hermosa madurita siendo montada por mí.

-¡Alberto, ha llegado tu profesor! Un joven de 18 años salió de una habitación lateral. Era muy delgado, blanco de piel, de ojos verdes como su madre, y de mi misma estatura. -Hola, Alberto, soy T*** y voy a ser tu profesor particular. -Hola, encantado. -Bueno -dijo la madre- si no hay inconveniente podrían empezar ya.
Y dicho y hecho, ese día comenzaron las clases, y continuaron todos los miércoles y jueves de julio. Yo tenía la idea de que la madre de Alberto me usaba más de niñera que de profesor, porque normalmente esperaba a que llegase para irse ella y dejarnos solos toda la tarde. No es que importase, así nos dejaba más tranquilos, aunque en ocasiones zascandileaba por ahí la hermana de Alberto, que era un año mayor que él, y que salía a la madre en belleza física.

El tercer jueves de aquel julio, estaba explicándole un complicado problema de integrales a Alberto. Ambos teníamos sendas Pepsi abiertas en la mesa. En un momento dado, Alberto extendió el brazo para señalarme una duda y, sin querer, derribó y derramó un refresco sobre mí:
-¡Mierda, Alberto, qué has hecho! -¡Lo siento! Cómo te he puesto! Ven al baño, a limpiarte, y de paso te cambias de ropa. -¿Qué ropa? No suelo traer mudas a las clases -me mofé. -Tal vez te sirva alguna prenda de deporte de las mías.
Desde luego, goteando refresco de cola no podía volver a mi casa, así que le di la razón. Me mostró el baño y, mientras yo me quitaba la ropa, él revolvía en su cuarto buscando prendas de repuesto. Cuando entró en el baño yo ya estaba desnudo, y él pareció turbarse un tanto. Supuse que sería mera timidez.
Dejó la ropa sobre la cisterna, y se agachó para recoger la ropa mojada que yo había dejado caer. Su cabeza estaba muy cerca de mi polla; la miró por un instante, luego levantó el rostro y me miró y, con asombro mío, gimió como quien es obligado por el destino, y me la comenzó a chupar.
-¡Alberto, ¿pero qué?? Aaaahhhh! Pero? ¡Aaaahhhh! -comencé a gemir.
El muy pendejo la mamaba de maravilla, mucho mejor que muchas mujeres y yo no sabía si hacerlo parar o dejarme llevar y disfrutar del momento.
-Sigue, sigueee!
Tan pronto succionaba el glande como si me la quisiera exprimir, como se la metía hasta la garganta mientras hacía presión con los labios; ya la lamía todo a lo largo, ya me chupaba los testículos; de súbito, paraba y comenzaba a mover la boca como si la desenrocase, con movimientos circulares, o paraba y me masturbaba para después volver a chupármela, siempre variando el ritmo y la intensidad.
Yo puse mi mano sobre su cabeza y colaboraba al movimiento de vaivén. Al poco rato, paró y me miró avergonzado:
-Yo? yo? lo siento?
No me había fijado antes en la boca perfecta que tenía Alberto, de labios carnosos y firmes, ni en su culo de niña.
-No te preocupes. -lo levanté y lo besé.
Nuestras lenguas se juntaron, explorando la boca contraria, o entrelazándose juguetonas. Yo notaba mi sabor en su saliva. Mientras, sus manos acariciaban mis pezones y mis nalgas, mientras las mías le quitaban la ropa febrilmente. ¡Vaya, no llevaba calzoncillos! Entonces pensé que quizá el incidente de la Pepsi no fuese tan casual como pretendió.
Lo senté sobre el lavabo. Mientras nos seguíamos besando, cogí un poco de jabón líquido y lo extendí sobre mi mano izquierda. Comencé a untarle el ano, poco a poco. Mi otra mano lo masturbaba. Intenté meterle un dedo, y gimió. Tenía un culito muy apretadito, así que volví a untarle el esfínter, con movimientos circulares, y después probé a meterle de nuevo el dedo. Poco a poco fue entrando, mientras Alberto se estremecía.
-Aaaahhhh? nunca me la han metido? -Pero chupar pollas sí lo has hecho antes ¿verdad? -Sí, me saco algún dinero así en los lavabos del Instituto, con mis compañeros?
Aprovechando la distracción de la charla, le metí otro dedo más. Esta vez soltó un chillido.
-SSShhhhh? Calla. ¿Quieres que nos oigan? -Estamos? solos? -Ya, pero por si acaso. -y volví a besarlo con lengua, para que al menos me diera placer y se callase.
Él me masturbaba también a mí. Así estuvimos un buen rato, machacándonoslas mutuamente y besándonos, mientras yo le dilataba el culo.
-Date la vuelta. -le dije Él se dio la vuelta, temblando de excitación. No tenía un solo vello en el cuerpo. Su culito era respingón y durito. Se la fui metiendo poco a poco. -¡Aaaaay! ¡Duele! -dijo.
Yo no dije nada y seguí metiéndosela.
-¡Aaaah! ¡Aaaah! ¡Aaaah! -pero cada vez gritaba más por placer y menos por dolor.
Cuando llegué al fondo, la volví a retirar suavemente. Alberto se relajó. Y entonces comencé a bombear de nuevo, adelante y atrás.
-¡Siiiii! -se había olvidado de todo y chillaba sin cesar.
Le tapé la boca con una mano, y me la mordió en su éxtasis. Fue una sensación inigualable esa mezcla de placer y dolor que sentí. Creo que incluso yo comencé a gemir en un tono más alto del que debiera? Sentí que me iba a correr. Le pregunté:
-¿Donde quieres que me corra? ¿Dentro o fuera? -¡Dentro! ¡Lo quiero todo dentro!
Un par de golpes más, y acabé. Llené el culo de Alberto con mi leche, mientras él se retorcía, corriéndose a su vez sólo por el puro placer de ser enculado. Saqué mi polla de su culo, manchada de sangre y semen. Gotas de éste se deslizaban por los muslos interiores de Alberto.
-¿Has gozado? -le pregunté.
-Como una perra- me contestó
- No sabía que eras gay.
-Yo tampoco -y me reí.
Nos volvimos a besar largamente, y después nos duchamos para limpiarnos el sudor (por separado), y él me prestó su ropa para volver a casa.
Alberto quedó en convencer a su madre para tener clases en agosto también?

Relatos eróticos relacionados

Soy un hombre de 54 a?os soltero me encanta el sexo en especial la lluvia dorada bien el otro dia como michos estuve con una mujer le comente despues de un rato si no tenia ganas de orinar dijo un poco le comente ke aguantaria ke tenia sed y me gustaria ke me orinaria encima de la boca y beber en un vaso su piss fuimos a su casa y lo hizo fue maravilloso me encanta la lluvia dorada
13-Apr
18169
Desde hace tiempo he querido compartir este relato, aunque paresca ficcion es realidad, tal vez si alguien tiene una esposa asi va a entenderlo asi. cuando la conoci sabia que era una chica caliente y muy seguramente ya le habian pasado varios por escima, la realidad no estaba muy lejana, aunque me quede muy, pero muy corto, ella es de una familia de cuatro hermanas y vivian con su madre, una señora mal hablada y despues me entere fue muy ponedora. ella mide 1:60 morena clara de muy buen cuerpo y unas...
06-Apr
58433
Me llamó José, luego de mucho tiempo de alboroto cuento mi historia. Fui casado con Sara (nombre ficticio), soy bastante fogoso en el aspecto sexual y creí que mi esposa lo era y que formábamos una buena pareja, pero como muchas veces sucede, el matrimonio es la mejor forma de enfriar el amor y de desnudar nuestras diferencias. En nuestra casa vivía la hermana de mi esposa, Jeny de 18 años, para explicarlo bien, es una muñequita, tez blanca, ojos verdes, cabello castaño claro, 1.70 mt de altura,...
11-Aug
123724
Estaba yo disfrutando de una velada con mi suegro, era una de esas noches en que tomabamos y platicabamos de nuestros problemas, en fin, cosa de hombres. En eso llego mi cuñada la mayor, empezo a tomar con nosotros, estabamos mi esposa, mi cuñada y su esposo, mi cuñado, mi cuñada la mayor que es soltera y mi suegro. Era una platica sobre cosas familiares, entre copa y copa yo comence a darle un masaje a mi cuñada la mayor en la espalda y el cuello, siempre lo hago cuando...
16-Dec
166519
Nunca he sido partidario de las relaciones en el ámbito laboral, sin embargo este relato es una de esas pequeñas excepciones que siempre nos ocurren a las personas. Era una mujer normal, no se podría decir que fuera una de esas hembras voluptuosas o espectaculares, sin embargo había algo en ella que me atraía en forma especial, nuestra relación en el trabajo era esporádica al principio, no trabajamos en el mismo departamento y por tanto nos veíamos solo cuando uno de los dos necesitaba una información del otro, sin embargo...
19-Jan
13831
[Heterosexual] Hola, soy una chica de 18 años, quiero contar mi experiencia con mi novio. Mi novio también tiene 18 años, no es porque yo lo diga, pero es guapísimo, es alto, delgado, tiene unos abdominales de muerte, y una polla súper gorda y riquísima con la que me pega cuando se lo pido. En fin, estábamos él y yo aburridos en casa una tarde mientras mi hermana mayor estaba estudiando para un examen de la Universidad, nadie podía molestarnos, entonces le dije:
28-Nov
19564
Un hombre con uniformeLes informo que este cuento no trata sobre una violación? para entenderlo tienes que leer toda la historia. %%%%%- Lo siento, señor oficial, pero ¿Iba yo a exceso de velocidad?? preguntó la muy descarada rubia tan pronto como bajó el vidrio de la ventanilla. - Su licencia y papeles del carro, por favor, señora. Y... si, señora: iba a cien kilómetros por hora en una autopista de ochenta. Un poquito mas de la velocidad permitida. El policía se le quedó mirando, con su gorra negra...
14-Jul
34551
Buenas noches amantes del sexo, este relato tiene dedicacion especial para mi esposa "Abril", en verdad les digo que ella es una excelente mujer en la cama. He leido muchos relatos de los aqui publicados y creanme que cualquier hombre seria plenamente feliz de poder disfrutar a mi Abril, ella es fogosa y en la cama se deja llevar por sus deseos de mujer sin inibiciones, le gusta el sexo candente y vigoroso, siempre que estamos en la cama me pide que le muerda los pezones con fuerza, que le...
09-Jan
42660
Esta historia ocurrió hace unos meses. Rosy y yo estábamos casados desde hacía 10 años y Alejandro y Silvia se habían casado hacía 4 años. Éramos tan amigos que mi esposa y yo habíamos sido padrinos en su matrimonio. Éramos realmente amigos, todos de todos.Un día fuimos a un hotel a pasar un fin de semana. Nos registramos en el hotel e inmediatamente nos dirigimos hacia la habitación que compartiríamos. Sólo de pensar que Silvia se colocaría una camiseta como la que le había visto en ocasiones anteriores ya me...
26-May
118423