encontre a mis hijos fornicando parte 2 cuentos cachondos

difícil que se enterara de lo que sucedía ahí mismo.

No tuve que esperar mucho, ya que en cuanto mi mujer se fue a su trabajo y yo también avise que me iría a ver un asunto después de que terminamos de desayunar, hice que salía de la casa azotando la puerta para que mis hijos la escucharan, pero yo me quede dentro ocultándome de inmediato en el respaldo de los sillones de la sala y fue cuando se presentó la ocasión pero ahora fue en la misma cocina mientras ?según? limpiaban los trastes sucios. Mi hijo se puso detrás de su hermana y abrazándola comenzó a besarle el cuello a la vez que empujaba su verga en sus nalgas

Mi hija le correspondió de inmediato, se despojo de sus ropas y ofreció su cuerpo desnudo a su hermano quien aceptaba con gusto la entrega incestuosa y también despojándose de su ropa quedaron los dos desnudos y comenzaron a cupular sin importarles nada ni nadie. Se sentían seguros , creían que estaban solos y que nadie los perturbaría durante el acto sexual.

Le avise a mi amigo inmediatamente, y en segundos estábamos espiándolos por una de las ventanas que dan al patio pero de una manera que ellos no se percataran de nuestra presencia.

Con gran admiración, mi amigo miraba a mis hijos, aunque miraba casi deleitándose con el cuerpo desnudo de mi hija y vi como se le levantaba bajo el pantalón una erección que nunca trato de disimular. Aunque también yo tenia mi verga erecta y él también me miro esbozando una misteriosa sonrisa de complicidad a la vez que me decía justificadamente que ahora comprendía el deseo por mi hija ya que ?esta re buenota? y aunque también me dijo que seguramente mis hijos no pudieron resistirse a la tentación de sus cuerpos jóvenes y llenos de deseo sexual.

Luego me dijo que no habia ningún problema si las cosas seguían manteniéndose en secreto como hasta ahora, pero que buscara la forma de que mi esposa se enterara pero de tal manera que también gozara mirándolos y que tratara de que así fuera para que las cosas continuaran así en secreto y que si yo quería el me ayudaría para que mi mujer se entrara y aceptara lo de mis hijos pero que también gozara entre ellos sin ningún prejuicio.

Ahí si que no me gusto la idea de mi amigo, pero la maldita curiosidad y el morbo que ya estaba en mi me dejo sin voluntad propia y acepte que mi amigo interviniera para que mi esposa se enterara y aceptara a sus hijos tal y cual eran y con lo que estaban haciendo a escondidas. Además yo me beneficiaria con los placeres de las dos: de mi esposa y de mi hija y hasta deje volar mi morbosa imaginación al desear ahora tenerlas a las dos en la misma cama desnudas cogiendo con migo.

La pasmosa habilidad de mi amigo me dejo plenamente convencido al plantearme su plan para que yo gozara de ambos placeres y aunque sabia que tendría que compartirlas con él acepte sin chistar y le di luz verde para que se efectuara el audaz plan.

Mientras continuamos deleitándonos con la sabrosa cogida que mi hijo le daba a su bella hermana hasta que tuvieron su culminación. Después desaparecieron de nuestra vista.

Esa noche mí amigo se retiro a su casa pero tal y como lo habíamos planeado, regresaría al día siguiente con el pretexto de que lo ayudara a hacer unos diseños de algunos muebles que quería fabricar, ya que él se dedica a diseñar muebles para una fabrica donde trabaja

Y por ahí empezar con el plan para que se realizara esa bella fantasía que me tenía absorbido plenamente. Para eso tuve que decirle a mi mujer que el se quedaría unos días en la casa para hacer un trabajo que nos dejaría algo de dinero. Aunque yo sabia que no era verdad eso pero que así se iniciaría nuestro plan. Así las cosas se le designo al amigo que dormiría en la sala ya que carecíamos de otra recamara y que de hecho el ya lo sabia de antemano.

Jamás me imagine lo que este haría mientras nosotros dormíamos. Yo creía que se dedicaría a hacer sus dichosos diseños pero no, este amigo se daba la gran vida nocturna fisgoneando a mí y a mi esposa cuando cogíamos y también a mis hijos, en especial a mi hija. Bueno hasta entraba a las recamaras para tocarlas a las dos sin que estas se dieran por enteradas ya que él lo hacia cuando mas profundamente dormían.

Esto lo descubrí al mirarlo acariciando a mi bella esposa mientras dormíamos, las ganas de orinar me habían despertado de improviso y fue como lo descubrí en plena acción con mi esposa.

Rápidamente me pidió que me calmara, y en voz baja me dijo que esto era parte del plan aunque la mera verdad a mi me habia puesto bien erecto solo de mirarlo acariciando a mi mujer.

Me dijo que esta era la única manera para que yo pudiera lograr que mi mujer se enterara de lo que sus hijos estaban haciendo y que él se encargaría de que ella aceptara de buena manera ese acto además de que también gozaría al mirarlos cupular. Pero me dijo de tajo que esta es la única forma para que yo lograra tener a mi propia hija entre mis brazos sin que hubiera nada de bronca con mi mujer. Yo lo tuve que aceptar cegado ya por el imperioso deseo y la lujuria que ya tenía desatada y que gracias a este amigo podría realizar mis sueños en poco tiempo. Así que lo deje continuar con su plan pero le pedí que me mantuviera bien informado de todo lo que sucedería a partir de ahí, cosa que hizo sin omitir detalle alguno y que casi la mayor de las veces yo vi los acontecimientos y también empecé a notar cambios en mi mujer y en mi hija.

A la siguiente noche, mi amigo me despertó en la madrugada y me jalo del brazo para que mirara lo que sucedía con mi hija. Al llegar hasta su cuarto nos paramos pegados a la puerta y para escuchar lo que estaba haciendo y unos jadeos intensos anunciaban que estaban cogiendo sabrosamente a lo que a través de la cerradura de la puerta nos dimos cuenta que ella estaba sola en su cama totalmente desnuda y que se estaba penetrando con el palo de escoba hasta mas no poder. Los gemidos cada vez eran mas intensos hasta que la miramos desvanecerse en la cama sosteniendo aun el palo de la escoba dentro de su vagina y deleitándose con sublime orgasmo que la dura madera le otorgara. Nos quedamos completamente sorprendidos y hasta deseábamos entrar y sorprenderla en ese momento y hacerla nuestra hasta satisfacerla y satisfacernos con ella, pero el amigo me dijo que no, que ahora no era conveniente distraerla porque se frustraría y eso podría hacerla cambiar en lo sexual y mejor nos retiramos.

La tremenda erección de nuestros penes que mi hija habia provocado me hizo acelerar el plan de mi amigo y sin mas le pedí que viniera a la recamara para que de una vez por todas se efectuara   el complemento del plan y que ya se dieran las cosas tal y como deseábamos los dos.

Nos fuimos a la recamara sin hacer el menor ruido para que no despertara mi esposa que continuaba bien dormida y con una seña le dije que la acariciara que yo no me enojaría. Él se fue hacia ella tocando su hermoso cuerpo como un gran maestro. Suavemente le descobijo y con